//Es el primer catálogo de estas características// Por Rafael Lema Mouzo//
Ramón García Filgueira, conocido como Moncho de Corme, tras una vida dedicada al mar como primer oficial de la Marina Mercante, se dedicó en los últimos años a visitar puertos y capitanías marítimas entre Irún y Baiona para realizar el primer compendio de la navegación de cabotaje en el norte de España.
Para visualizar la primera parte de su trabajo espera editar antes de fin de año una memoria del cabotaje en el tramo norte de la Costa da Morte, de Fisterra a Corme. Su afición por guardar documentos y fotos de barcos mercantes fue aprovechada en la jubilación, ayudada por los ánimos de su hija, para dedicarse a catalogar e investigar la historia de los pequeños mercantes que desde hace 150 años, entraban y salían de los puertos de la Costa da Morte y de toda la cornisa gallego-cantábrica.
Filgueira quería centrar su trabajo y entonces «descubrí que no había ningún estudio sobre el cabotaje en el Cantábrico, mientras que en otras demarcaciones sí se habían editado amplios trabajos, sobre el cabotaje en el Mediterráneo, o más locales como en el caso de Torrevieja». reconoce que en principio «era difícil conseguir documentación oficial, no me dejaban acceder a archivos de capitanías, o navales, pero insistiendo y con la ayuda de algunos amigos de mis tiempos en la mercante que fui encontrando por las capitanías pude entrar en casi todas, fotocopiar, fotografiar, anotar documentos, roles, listas e ir completando el trabajo».
Internet, bibliografía, el intercambio de información con otros investigadores del mundo del mar, censos o listas oficiales de buques ayudan en esta labor, aún no concluida. El autor reconoce que no fue fácil seguir la pista de muchos barcos, asentar datos definitivos, en parte por informaciones orales erróneas, cambios de nombres, por el asiento de barcos habituales de nuestros puertos en capitanías de otras zonas, o por el mal estado incluso desaparición de muchas hojas en estos puestos. pero ahora ya ve buena parte de su trabajo y el final está más cerca, pues tiene sus archivos de notas, fotos y documentos asentados, con una amplia ficha de barcos informatizada.
Por lo de pronto, inició el periplo por los barcos construídos en la Costa da Morte o que tuvieron armadores locales. Luego, los del resto de Galicia y del norte de España, con distinción de madera e hierro. «Barcos de cabotaje del corazón de la Costa da Morte», o sea entre Corme y Fisterra, es el título de su primer trabajo finalizado y que está preparando para editar este año. Filgueira también quiere recordar a los astilleros de la zona que realizaron muchos de estos barcos y teme «que el oficio de los carpinteros de ribera desaparezca, y ya no se construyan barcos de madera. primero fue el cabotaje el que dejó de utilizar estos astilleros tadicionales y ahora la pesca marcha hacia las fibras tanto en la bajura como en otras artes». En Cabana o en Cereixo aún resisten los últimos artesanos, pero las reparaciones centran los últimos trabajos del sector.
Barcos de madera en el Cantábrico tiene analizados el marino 1.264. A nivel gallego, destaca la relevancia de armadores de cabotaje en San Ciprián, Corme o Noia; de astilleros como los de A Tilleira en Cabana o el de O Freixo en Outes que sacaron la mayor parte de los barcos con armadores de la comarca. Pero también se construyeron barcos para armadores de nuestra zona en Camariñas, Camelle, Ponte do Porto, Muxía, Cereixo, Corcubión. En Noia, otros puertos gallegos e incluso fuera del país. En Cabana se citan ya en la mitad del XIX astilleros llamados Baladiño, Lodeiro y Xanzoleda.
Moncho de Corme en su trabajo recoge la existencia de 164 armadores de la Costa da Morte, entre Corme y Finisterre, en el periodo 1859-1945. De ellos 101 son de Corme. Destacan en este puerto dos sagas, los Piñeiro Costa y los Ponte Comparada. La casa Piñeiro Costa ya poseía barcos a principios del siglo XIX, adquiría muchos de ellos en Blanes, en Cataluña. Usó la naviera barcos grandes, algunos de Carrera a América, por ello eran los armadores más destacados en este trozo marítimo. Los Ponte Comparada contaban con barcos menores, sobre todo pataches. El último velero de altura de la Costa da Morte y de España fue el Ponte do Porto, en 1959, cuyos dueños eran de esta población de Camariñas.
