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domingo, marzo 24, 2024

El misterioso naufragio del Le Solide

El bergantín Le Solide, con matrícula de Saint Malo, naufragó en las costas de Malpica en 1840. El investigador Rafael Lema nos aporta más detalles.

El bergantín Le Solide, comandado por el capitán Canevas, con matrícula de Saint Malo, era un mercante del comercio triangular Europa-Asia-América, entre los puertos bretones con isla Mauricio o con St Pierre et Miquelon, en Terranova. 

Perdió carga y tripulación en su ruta desde los puertos bretones a una de sus dos escalas habituales. Estaba por tanto en una misión comercial o de abastecimiento a algún enclave galo, por orden del rey y en plena crisis con Inglaterra. Además del capitán conocemos el nombre de dos de sus víctimas, dos experimentados marineros bretones afincados en Saint Pierre et Miquelon, Francois Gallais y Joseph Mace. Se trataba de un «brig» aparejado de goleta como otros de su misma base y entregados en su mismo comercio. Por una noticia reciente sabemos que el naufragio se produjo en la Costa da Morte, en Malpica, gracias a la labor de Xosé Manuel Varela.

El rey francés Luis Felipe I decidió conceder a tres vecinos de la parroquia de Barizo (Malpica), entre los que estaba el párroco Alonso Varela, sendas medallas de oro por la «generosa humanidad» demostrada con los náufragos del bergantín Le Solide naufragado en enero de 1840 en la ensenada de Seiruga, con toda la carga y tripulación perdida. Xosé Manuel Varela Varela encontró una comunicación de febrero de 1841 del cónsul francés en A Coruña, Vaibacous, en el que manifiesta que el Ministro de Marina fue informado por él y que le propuso al rey las condecoraciones. 

El responsable de Marina y Colonias era el almirante Duperré y el ministro de Asuntos Extranjeros, M. Guizot. Dice el cónsul: «La generosa humanidad de que dio V. [se refiere al párroco Alonso Varela] pruebas desde el principio del año pasado hacia la desgraciada tripulación naufragada del bergantín mercante francés Le Solide en su pérdida cerca de Malpica, no podían escapar al cuidadoso conocimiento de mi gobierno». Añade el procedimiento seguido e informe sobre la concesión de las distinciones el 27 de diciembre de 1840. 

Recibida la condecoración, el cónsul francés escribe el 5 de junio de 1841 para que pasen a recoger la «medalla que se cita con una carta [que] obran en mi poder». El cónsul se complace de «ser el intermediario de este testimonio público de la satisfacción del Rey, a cuya vista no se oculta ninguna acción generosa, y no pierde ocasión [el Rei] alguna en dar pruebas de benevolencia a los que como V. la han merecido». Las medallas, personalizadas, levaban la inscripción en el reverso: «Ministere de la Marine, a d. Alonso de Varela, cura de s. Pedro de Barizo. Secours et hospitalitè genereuse euvers de marins francais naufrages. Por el busto, Louis Philipe, premier roi des francais». 

Además se llevó a cabo una campaña de recuperación de la carga por parte del Estado francés. En el verano de 1843 para recuperar la artillería emplearon una nueva técnica de buceo. Usaron un traje de tela y un casco de zinc con una manguera a través de la que llegaba aire desde la superficie. Eso permitía trabajar durante algunas horas bajo el mar. En diez días consiguieron sacar y llevar hasta la playa malpicana «cuatro cañones obuseros del calibre de a ochenta y tres, del de a veinte y cuatro y treinta que pesan cada uno más de setenta y cinco quintales», según las crónicas de la época. Pero un barco de este tipo poca artillería y de escaso valor empleaba, y si sacaron otro tipo de carga no dejaron anotación. El barco no está a mucha profundidad, menos de cinco metros en bajamar.

La noticia sin duda es de gran interés pues anota un importante naufragio a nuestra lista, la más grande del mundo, y porque una vez más cita un caso de gratificación de autoridades nacionales o extranjeras a vecinos de la comarca con conductas heroicas. Sabemos de otras en Camelle, Fisterra, Corrubedo. 

No son los tres héroes de Barizo un caso excepcional, tampoco el barco desconocido. Yo conocía el naufragio de Le Solide por ser uno de los barcos que tenía en las listas del comercio colonial en Terranova, de paso por nuestras costas, que su capitán bien conocía. Sabia de su naufragio «en alta mar» por unos datos que a continuación expongo, pero siempre tuve la intuición que había caído en nuestras aguas jurisdiccionales, al igual que una docena de «brigs et goulettes» compañeros de matrícula. 

Con este hallazgo de mi buen amigo y compañero de pupitre universitario Xosé Manuel Varela no solo comprobamos que el barco efectivamente forma parte ya de nuestro patrimonio submarino sino que está en plena costa, a unos palmos de tierra. Ahora paso a aportar más información al respecto, unas notas que adquieren para nosotros más valor tras la noticia citada.

La depauperada Marina de Luís Felipe I tuvo que recurrir a armar unidades menores mercantes como Le Solide para mantener el flujo con sus colonias, acosadas por Inglaterra y otras potencias emergentes, o atender al comercio allí donde se podía o dejaban. Por eso el bric, reforzado con cañones y ahora en la lista naval del rey, Liste des Navires, con su experto capitán tuvieron que rendir un buen servicio a su monarca y éste quiso honrar su tragedia. Sería más bien una misión comercial o de envío de abastecimiento a Terranova, pero también es posible que la ruta fuese asiática con paso por Mauricio. 

Vías habituales de servicio del bric y frente acosados por los enemigos «de la patrie». Entonces la carga seria de alguna forma valiosa para el Estado, materialmente o por portar algo comprometido que había que recuperar. Un barco de este tipo poca artillería y de escaso valor empleaba, y si sacaron otro tipo de carga no dejaron anotación. 

El rey Luís Felipe, depuesto por una revolución republicana pero que no fue el último monarca francés, apenas contaba con ocho navíos de línea, de entre 80 y 100 cañones, más uno de 120. Así que recurrió a unidades menores, bien construidas para la Armada o bien privados armados, procedentes del corso y la trata. 

Nada comparable a la Royal Navy de aquel tiempo. Y muy lejos de los 256 barcos que contaba Francia en 1785, la edad de oro de su Marina, con 72 navíos, 74 fragatas, 28 corbetas y unidades menores. Incluso la flota napoleónica pudo contar con 144 barcos, de ellos 40 buenos navíos. Al último emperador francés Napoleón III le tocó volver a dotar a Francia de una Armada de prestigio, desde 1852.

El rastro de muestro barco prosigue. En los «Annales Coloniales 1837, tomo I», en la sección «Mouvements de bâtiments du commerce en février 1839, à Maurice et Bourbon. Page 914» encontré la primera cita a este barco francés. Le Solide, comandado por el capitán bretón Canevas, es uno de los 33 barcos que realizan la ruta en estas fechas entre los puertos atlánticos franceses, en este caso desde Saint Malo hasta la costa de Madagascar, a las islas Maurice et Bourbon. 

El archipiélago de Mascareñas, formado por isla Mauricio y Reunión (Bourbon), colonias francesas hasta 1810, británicas luego hasta su emancipación. Pasando por lo tanto estos veleros bretones con frecuencia por la Costa da Morte y con capitanes buenos conocedores de nuestras aguas y puertos. Suelen ser brics, goletas, tres palos, corbetas como «La Sémillante, capitaine Bertho; L'Océan, capitaine Boyer; Le Marcambie, capitaine Dauguet; Le Mauricien, capitaine Lelièvre; L'Aimable-Créole, capitaine Pichot; La Lydie, capitaine Delapelain; La Bellone, capitaine Fitau; La Norma, capitaine Canot; Le Suffren, capitaine Eydou». 

Es una época convulsa, con conflictos con Inglaterra, «la cuestión de Oriente» que agrieta el débil reinado de Luís Felipe I, con una fuerte crisis en 1840 precisamente, colocando a Europa a las puertas de un conflicto bélico, hasta la breve calma del tratado de Londres del 15 de julio. La emancipación de esclavos en isla Mauricio desde 1835 y el traslado de emigrantes convierten a algunos de estos barcos en ex-negreros. Otros siguen en activo con la trata unos años más.

Ahora, oficialmente, llevan desde Saint Nazaire o Saint Malo, animales, manufacturas, tissus, salazones, a unas islas que ya son británicas pero están en la ruta a otras colonias franceses en Asia y tienen aun hacendados franceses. La trata de negros es en 1840 una actividad a la que se dedican barcos de Saint Malo, Lorient, Le Havre, así como muchos gallegos, en viajes a Guinea y el Caribe. Los navegantes de Saint Malo llevaron a Bourbon (Reunión) el café, y con él, la mano de obra esclava, por lo que siguen contando con buenos clientes en tratos más o menos lícitos.

Pero también encontramos datos indirectos de nuestro buque y de su naufragio en 1840 «en alta mar» en otros informes de colonias, como en el censo de marineros muertos de «L'Arche Musée et Archives de la Collectivité Territoriale de Saint-Pierre et Miquelon». Aquí aparecen por orden alfabético marineros establecidos en el archipiélago francés de San Pierre et Miquelon, enfrente a las costas de Terranova, que en el siglo XIX murieron en barcos del comercio entre estos puertos de ultramar y la metrópoli. 

En las lista de vecinos de esta parte de América hallamos dos marineros de nuestro barco con el epígrafe «disparu en mer», de cuyo naufragio llega la noticia el 6-7-1840. Siete meses después del siniestro en Malpica. Se trata de Francois Gallais, marinero del Le Solide de Saint Malo. Y de Joseph Mace, también del Solide. Los dos citados al inicio del artículo. Otros dos miembros de la familia Gallais morirán en otras goletas de St Pierre desaparecidas en años posteriores.

Son muchos los barcos de Saint Malo que hacen esta carrera, como Le Solide. Un puerto en donde la mayor parte de los barcos, compañeros del bric, que ejercen en este comercio a St Pierre et Miquelon en estas fechas son bric-goletas, pero también sloops, tres palos, lugres, pirogues. Así hay sloops como el Marguerite, Helene. Tres palos son el Porto, Caroline IV, Kleber, Mimosa. Los veloces brics y goletas al modelo Baltimore son numerosos: Anatole, Dacquoise, Batavia, Henri, Atlas, Armorican, Casimire Perier, Aleth, Agile, Havanna, Survivor, Pierre, Bernard, Jeanne d´Arc, Binicaise, Victor Hugo, Lyra, Ernestine, Chateaubriand. Hay también otro «brig Solide» en la lista, en donde muere el gaviero Jean Ettienne Roger, pero su accidente se produce el 25-5-1843 y la matricula del barco es de Saint Servan. 

Le Solide debería ser más bien del tipo bric aparejado de goleta, como característico de esta época en Saint Malo y su comercio triangular con Terranova y Mauricio, como tengo anotado. Los marinos de Saint Malo siempre fueron especialmente odiosos a los ingleses, sobre todo por su labor de escolta de los galeones españoles de la carrera de Indias. Por eso les llamaban perros de presa de los españoles. Desde 1781 son muchos los barcos de comercio de Saint Malo y otros puertos franceses (Nantes, Dieppe, Granville) armados al corso que van a Terranova. Y los otros navíos con el nombre Solide también se relacionan con puertos y marineros bretones.

Las bajas de barcos de Saint Malo establecidos en St Pierre et Miquelon es larga: por naufragios, a causa del viento o de «colisión con barcos noruegos», muchos en los bancos de Terranova, Langlade, Nueva Escocia, en las Antillas o «en alta mar». En esta amplia definición aparecen una serie de brics y goletas de Saint Malo perdidas en las costas del Cantábrico, en su ida o vuelta de Bretaña. Algunos por supuesto forman parte de la lista de naufragios en el mar de Galicia, aunque no podremos ubicarlos hasta que no tengamos una noticia como la presente sobre Le Solide. 

Naufragios en donde se pierde barco y carga en el tránsito por nuestras costas como los de las goletas de Saint Malo, Dinan, Granville o Bayonne: Constance (1-5-1849), Eglantine (27-8-1851), Amedee (25-6-1842), Emilie Felix (6-7-1840), Gaulois (25-8-1896), Edouad (27-3-1889), Fauçon (6-5-1888), Primavere (22-8-1892), Grabielle (7-8-1899), Zephir (25-8-1873), Adele (25-8-1873), Comete (1-9-1876), Eva (26-8-1883), Joseph Amedee (27-8-1887), Marguerite (15-6-1887), Paquerette (30-7-1895) Brunette (25-8-1873). En estos barcos franceses tenemos en la lista de fallecidos en naufragios marinos de distintos países: ingleses, escoceses, irlandeses, italianos, portugueses. Españoles como León Camino, Martín Alberro, Pierre Arosamena, Manuel Alcayaga, Manuel Aguinaga, Argoitia, Detcheverry, Arrantzabe, Vásquez, Pepin. La parte vasca es amplia, sobre todo de Hendaya y St Jean de Luz: Salaberry, Zugaramurdy, Uzandizaga, Sparaguerre, Zunde, Etcheverry, Urbieta. Por ello es posible que en Le Solid también fueran enrolados marineros de una parte de estas nacionalidades, mayormente bretones y vascos (franceses o españoles).

Hay otros barcos con este nombre que sirvieron al rey francés. Solide era una chalupa de la fragata Normandie, transformada en remolcador y que estaba en servicio en 1869, en la lista de los «chébec» o jabeques la flota de Napoleón III, el último monarca galo (1870). Curiosamente uno de sus chébec era el Chamois, presa de guerra española capturada en 1823, y naufragado en 1849. 

Un barco del mismo nombre tuvo un célebre y chocante naufragio en Camelle en el mismo siglo. Otro Solide, esta vez mercante, lo vimos antes como bric de Saint Servan (naufragado en 1847). Pero hubo importantes navíos de línea franceses con este nombre. Uno en 1683, con 44 cañones. Otro en 1695, de 50 cañones, un Le Solide que formaba parte de la escuadra del almirante galo Chateau Renault perdida en Rande en 1702. Estos eran los famosos barcos bretones de Saint Malo «perros de presa de los españoles», custodios de nuestro oro colonial. 

Otro bric bretón Le Solid realiza una importante expedición científica en 1790. En él va como segundo el que sería contralmirante bretón Louis Antoine-Cyprien Infernet (1756-1815), de Nantes, primo del mariscal Masssena, que formó parte de la flota del almirante De Grasse en la Guerra de Independencia Norteamericana (1781-82), y fue comandante del Intrepide en las batallas de Finisterre y Trafalgar en 1805.

 Infernet, tras haber servido sobre la corbeta del Rey la Poulette y haber obtenido el diploma de capitán mercante el 23 de noviembre de 1786, vuelve a prestar servicio en el Surveillant, en l'Honorine (1790). Y embarca como segundo sobre la Solide para un viaje de estudios marítimos alrededor del mundo (diciembre 1790-abril 1792), en el cual las observaciones astronómicas de Infernet permiten fijar la posición de las islas Marquesas.

FOTOS- Barizo-Turgalicia 

Luís Felipe-Wikipedia

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