Desde hace tres años se pide al Arzobispado de Santiago una actuación. Desde la parroquia se pretendía costear las obras a medias con la entidad eclesiástica.
Rafael Lema
El campanario de la iglesia parroquial de San Pedro de Ponte do Porto corre peligro de caer. Desde el exterior es visible la ruina del tejado de la torre, cuyas campanas de bronce de gran tamaño, de 1830, hace tiempo que han sido sustituidas por un reloj que marca las horas desde las ocho de la mañana y avisa de las celebraciones religiosas.
Una capa de vegetación cubre las tejas, en buena parte perdidas por lo que son frecuentes las filtraciones de agua que impiden el uso de la tribuna, conocida como «o galiñeiro». Hace quince años el templo fue objeto de una gran reforma, que afectó sobre todo al techo, pero quedó el campanario sin arreglar.
Desde hace tres años el responsable parroquial don Jesús Nieto venía reclamando al Arzobispado de Santiago una actuación, pero sin recibir respuesta. Nieto que regentaba varias parroquias como la porteña que estaban sin cura falleció hace un mes y ahora un vicario ejerce las funciones religiosas en el municipio de Camariñas, desatendido por la falta de sacerdotes.
La idea de la parroquia era la de costear a medias con el Arzobispado el arreglo del tejado, mediante una colecta popular y retirando los fondos de una cuenta a nombre de la parroquia para estos gastos, procedente de la venta de unos terrenos hace tres décadas.
Pero el Arzobispado no contestó a esta demanda en estos años y un temporal de invierno puede dar con el campanario en el suelo, con el consiguiente peligro para los viandantes o los usuarios del templo que se halla en la principal plaza del pueblo, el campo de San Roque, y al lado de centenario casino.
