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viernes, marzo 22, 2024

Efemérides: a 10 años de un postergado homenaje en un emplazamiento de relevancia histórica

La batalla naval de Finisterre. Juan Gabriel Satti Bouzas.

 El Almirante Calder en la acción de Finisterre. Pintura de William Anderson. National Maritime Museum, London. A la derecha de la imágen se encuentran los navíos españoles apresados, Firme y San Rafael y el Windsor Castle.

Se cumplen en este 2018, 10 años desde que Fisterra cumplía, en un acto organizado por la asociación coruñesa La Armada Invencible, con un postergado reconocimiento a su pasado histórico internacional como fue uno de los combates navales más destacados de la era napoleónica, la batalla que se libró el año de 1805. El socio de mérito de la entidad, Andrés Quintá, destacaba frente al faro fisterrán que con esta iniciativa se quiere «reconocer la valía de aquellos marinos que dieron su vida por los ideales que creían justos». 

Los organizadores del acto descubrieron una placa conmemorativa en el Cabo en memoria de los caídos y depositaron unas coronas en su recuerdo. «En memoria de los heroicos hombres fallecidos en la Batalla Naval de Finisterre en 1805 y en homenaje a todos cuantos perdieron la vida en este mar fisterrán». Así reza la placa colocada en la base granítica del antiguo Semáforo en la que por fin se inmortalizaba aquel combate acaecido hace más de dos siglos. 

En el acto también participó el presidente de la asociación, Francisco Dotrás Lamberti y el almirante del arsenal de Ferrol, Santiago Bolívar Piñeiro.

Escenario de batalla (Archivos de la Armada española) y maqueta del HMS Agamemnon

Fue de gran satisfacción saber que lo que motivó a los asociados a tan noble acto fue inspirado por mi artículo “Un recuerdo para la batalla del Cabo Finisterre de 1805” publicado un año antes, tal y como reconocieron ellos mismos y que a continuación reproducimos aquí siendo hoy la fecha señalada:

Hubo un tiempo en Fisterra donde se realizaban actos que conmemoraban hechos históricos que ayudaban a la recuperación del pasado y a la educación de la juventud del pueblo. Actos como los que impulsó el recordado Dr. F. Esmoris Recamán en los años 50 para rememorar la que se conoce como La Batalla del Cabo Finisterre y que sería el preambulo de la mentada Batalla de Trafalgar. Esta batalla naval sucedió el 22 de julio de 1805 cerca del famoso cabo, hoy patrimonio europeo, en el contexto de las Guerras Napoleónicas.

Participaron en las acciones la flota de la Armada Real Inglesa comandada por el vice-almirante Robert Calder, de un lado y por el otro, una flota franco-española al mando del almirante Pierre Charles Silvestre de Villeneuve. 

Como resultado del combate la flota inglesa impidió que la francesa accediera al Canal de la Mancha para escoltar el paso de la Grande Armée de Napoleón, que aguardaba en Boulogne para invadir Inglaterra con 150.000 hombres. 

El 11 de junio de 1805 Villeneuve partió hacia Europa desde la isla Martinica donde estaba destinado, habiendo fracasado en todos los objetivos asignados en su expedición al Caribe y llegó al Cabo de Finisterre el 9 de julio, pero no entró hasta el 22 de julio debido a fuertes vientos del noreste. 

El 19 de julio el vice-almirante Calder toma conocimiento del retorno de la flota franco-española. Entonces se le ordena levantar el bloqueo de los puertos de Rochefort y Ferrol, y navegar hacia el Cabo de Finisterre para interceptar a Villeneuve. Las flotas se encontraron sobre las 11.00 horas del 22 de julio de 1805. 

Calder disponía de quince navíos de línea, dos fragatas y dos buques menores. Villeneuve tenía veinte navíos de línea, siete fragatas y dos bergantines. 

Las acciones se iniciaron a las 17.15 horas cuando el buque inglés Hero se aproximó a la línea de batalla franco-española. Con poca visibilidad, la batalla cayó rápidamente en una confusión general. A las 20.00 horas, los navíos españoles Firme y San Rafael se rindieron. Calder hizo señales para detener el combate a las 20.25 h y continuar la batalla al día siguiente.

 

Pero en la mañana del día 23 de julio, las flotas se encontraban separadas unos 27 kilómetros. Calder estaba poco dispuesto a un nuevo ataque contra fuerzas muy superiores, y además debía proteger a los buques Windsor Castle y Malta, dañados el día anterior. Considerando también la posibilidad de que las flotas bloqueadas en Rochefort y Ferrol pudieran unirse a la combinada de Villeneuve, y por lo tanto, decidió rehuir un nuevo combate tomando rumbo norte con sus capturas. 

Por su parte Villeneuve decidió no arriesgarse a un combate en las últimas horas del mismo día. Al siguiente, un cambio de viento puso a la flota franco-española en disposición de efectuar un ataque desde Barlovento, pero Villeneuve decidió de nuevo no atacar y viró hacia el sur, al puerto de A Coruña y días más tarde iría hacia Cádiz. 

Como consecuencia de la batalla los británicos perdieron 39 hombres y 159 resultaron heridos. De los aliados 476 muertos o heridos y la pérdida de dos navíos. Pero el almirantazgo inglés no supo ver la magnitud de la victoria y Calder fue relevado del mando, juzgado en consejo de guerra y sentenciado por rehuir el combate en los días 23 y 24 de julio. Siendo expulsado de la Armada.

Napoleón abandonó sus planes de invadir Inglaterra y ordenó el 27 de agosto de 1805 a la Grande Armée apoyar las acciones en las campañas austriaca y rusa. Finalmente, Villeneuve y la flota franco-española permanecieron en Cádiz hasta su derrota definitiva en la Batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805. 

FOTO 3,4,5,6,- infografías de todoababor.com

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