Carta de Critias a Terámenes (XIV)
Un sabio lo explica: La esencia de lo Político es la dialéctica entre quién manda y obedece, qué es público y privado, y quién es amigo y enemigo. En el Régimen Generoso mandamos los oligarcas, decidimos lo que es público y lo que es para nosotros, y los que se oponen a nuestro poder son enemigos. El “sentido común” es el mundo de las apariencias que justifica la sumisión a nuestros intereses. Desechamos la figura Faraón-Dios, Rey-Dios, antaño exitosa porque en el presente es anacrónica. Hoy se le hace creer en el régimen Generoso. La única lucha por el poder es entre oligarcas y en estos días se inició una batalla entre dos grandes grupos bancarios.
La batalla entre el capital financiero fue comunicada en días de actuación teatral del Máximo Magistrado, realización que aquí le llaman “política activa”, “vida política” o también, ¡descoyúntate Terámenes ! “Juego democrático”. En esta ocasión nuestro Magistrado representó el papel de buen marido amante de su esposa y al próximo sustituto se le asignó el papel frio y calculador. El gallinero del teatro parrandeó lo habitual, hubo mucha mierda, alegrías y regocijos.
Volviendo a la realidad, pregunté si existía oposición del Pueblo al negocio de los usureros y prestamistas. Pero mis dudas fueron tranquilizadas. Tienen un excelente equipo de pensadores y filósofos creadores de mundo de apariencias. Y en ello radica su poder, en imponer el mundo de las apariencias, el “sentido común”, el “juego democrático” y ocultar nuestra realidad e intereses. Para ello tenemos el fabuloso “con el pan no se juega” o “con las cosas de comer no se juega”. Consideran que la alianza bancaria será consentida por el pueblo con satisfacción. Y es que el trabajo ejecutado por los filósofos creadores de mitos, fabulas, sofismas, falacias y del mundo de apariencias es especializado y buenísimo.
Da la sensación positiva y tranquilizadora de que el pueblo desconoce todo lo relacionado con el negocio de la creación de dinero. Los que acceden a la Academia son instruidos en sutilezas quiméricas indescifrables, y siendo conocedores los filósofos del efecto Dunning-Kruger, hacen creer a dichas personas que son poseedoras de una gran habilidad. En consecuencia, y conocedores del efecto indicado, consiguen que esas personas piensen y juzguen en el mundo de las apariencias. Hablan de la economía como de una yegua se tratara: que si está “caliente”, que si hay que “enfriarla”, que “está enferma” o “resfriada”, o “estresada” o con “euforia”, que si la yegua está “estimulada”, o tiene más o menos “confianza”. Te reirás amigo Terámenes de sus brillantes ocurrencias, mas son eficaces.
La caída de la tasa de ganancias en la actividad productiva provoca que gran parte del capital-dinero inactivo se tenga que trasladar a las actividades financieras no productivas para que así nuestros amigos sigan teniendo beneficios. Una parte cada día menor sigue dedicándose a producir y la mayor a actividades especulativas desvinculada de la producción.
Se procede a una expansión del crédito y a la creación dinero. Se manda al Máximo Magistrado de turno que pida préstamos y nuestros oligarcas lo facilitan a cambio de intereses. Lo que ganan es para sus bolsillos y los desarreglos normales lógicos y futuros serán pagados por el Pueblo.
Nuestros oligarcas sustentan su poder sobre cuatro grandes pilares. El grupo principal está constituido por la minoría de los grandes filósofos, oradores y sofistas que crean los mitos, fabulas, cuentos y todo lo relacionado con el mundo de las apariencias. Estos disponen de un amplio aparato de propaganda y sicofantes. El otro pilar básico son los altos cargos de la milicia, los jefes de los que portan armas, los altos magistrados Constitucionales y de Justicia. Estos poderes están compuestos por personas muy válidas, con excelente preparación. Ellos son los indispensables. En tercer lugar están los cargos sorteados, los representantes de las corporaciones de la plebe de pequeños artesanos y proletarios También disponen de un amplio aparato de propaganda y legión de sicofantes. Solo la alta dirigencia, Máximo Magistrado y su reducida camarilla tienen que ser excelentes. Los demás tienen que ser accesorios para ser fáciles de reclutar y recambiar, y por ello no precisan de estudios ni formación específica. Y el cuarto pilar es la burocracia mayormente fiel al régimen establecido. Imponemos desempleo para garantizar lealtad, “con las cosas de comer no se juega” ¡Brillante!
Invitado por oligarcas amigos en unos días visitaré la capital de los Uros y la ciudad donde está la máquina de fabricar dinero. Asistiré a una conferencia que lleva por título: El Miedo Social: situación actual, mantenimiento y futuro.
