La Fervenza de Castriz es un espectáculo. Una cascada que ofrece una función gratuita de belleza. Redobla el agua en las piedras, en carcajadas eternas.
Está en la parroquia de Castriz. En Santa Comba. Las aguas del río Mira, surgidas unos cinco kilómetros antes, explotan y burbujean en un chute de vida para el alma a través de los ojos.
Pero hay más. Un conjunto de molinos rehabilitados que nacieron para aprovechar esa furia líquida amansada en el cauce. Son los “muíños” de Ameixeiras, Rosete, Espasandín, Casanova, o Guicho.
Fervenza de Castriz en Santa Comba
En esta area recreativa natural, y remanso de paz, hay un merendero. La zona está habitada ,según reza en la cartelería oficial, por truchas, ciervos volantes, libélulas, culebras de collar, ánade real o ejemplares de busardo ratonero o “miñato”, entre otras muchas especies.
En su entorno también hay una interesante variedad de flora y fauna y atractivos como “A cista do Mato Mouro”, entre mámoas y otras curiosidades. Cómo el “Cristo sonriente de Castriz”, un cruceiro muy curioso.
La Fervenza de Castriz es uno de los lugares que ver en Santa Comba. Es un atractivo para muchas personas que se acercan al lugar y probablemente regresan, para sentir esa conexión con la naturaleza al ritmo de los rugidos de un león de piedra y agua.
Imágenes de la Fervenza de Castriz- Xosé Manuel Lema