//Manuel Sambade//
El alcalde de Fisterra, José Marcote, manifestó su satisfacción por la publicación en el DOG del PXOM (Plan Xeral de Ordenación Municipal) y haber logrado así “facer realidade unha demanda que o pobo de Fisterra levaba agardando dende fai 17 anos”.
“A clave para conseguir o PXOM foi ter a vontade de cumplir a norma. Nin máis nin menos”, enfatiza el mandatario socialista de Fisterra, quien describe así el acuerdo rubricado el pasado agosto con la presencia de la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez.
Resalta Marcote las limitadas capacidades que el ente local tiene a la hora de plasmar en normativa efectiva los deseos y voluntades “Estamos afectados por un montón de leis: por Costas, por Patrimonio, por Aguas de Galicia, por Portos…estamos afectados por un montón de organismos”, incide para destacar la magnitud de una tarea que ha llevado cerca de dos décadas y que, ahora, finalmente, ha visto una fructífera resolución al nudo Gordiano de la farragosidad burocrática.
“E inda está a propia Lei do Solo de Galicia, que é o marco onde se ten que desenvolver a lei”, apostilla un José Marcote que, tirando de pragmatismo, concluye diciendo que “tes que ser consciente de que ese é o marco de traballo e que de aí non te vas a poder saír, porque o importante é traballar por e para o pobo”. Eso sí, reclama que se centralice la tramitación de documentos de esta y similar índole en un solo organismo que evite tener que andar recorriendo una especie de maratón burocrática que dificulta y ralentiza “notoriamente o traballo, porque as competencias están demasiado dispersas e se farían as cousas nun tempo menor. É cuestión de vontade de facer as cousas”.
Normas obsoletas
El PXOM de Fisterra, localidad que cuenta con una superficie de casi 30 kilómetros cuadrados y cuya población oscila en torno a los 4.700 personas. vendrá a sustituir a las preexistentes normas subsidiarias, que databan del año 1996 y que, como señala Marcote, “estaban totalmente obsoletas e non respondían ás necesidades do que o pobo de Fisterra demandaba”. Así las cosas, la nueva norma se prevé que tenga una duración útil que rondará los doce años y que sirva para asentar y mejorar población en la localidad, ya sea en su casco urbano y histórico como en las áreas más rurales.
Señala csu satisfacción el regidor local quien, tras el largo camino recorrido, finalmente ha podido alcanzar una meta que, por momentos, semejaba imposible a lo largo de corporaciones que vieron pasar gobiernos populares y de socialistas y nacionalistas. “O PXOM queremos que recolla a nova realidade de Fisterra e, de cara ao futuro, que serva para estructurar a nova realidade do territorio”. Dentro de esta realidad se pretende garantizar así la seguridad jurídica de actuaciones “que xa están feitas e a outras que poidan vir” para evitar así consecuencias como las generadas “na época do ladrillo na recta da Anchoa”.
La nueva norma permitirá así que infraestructuras largo tiempo demandadas y de primerísima necesidad: caso del Centro de Salud, “que agora xa contamos cunha zona onde se poidería facer” y, de modo paralelo, iniciar el Plan Director do Monte do Cabo que, pese a lo recurrente de su presencia en boca de todos los partidos políticos locales, “sempre estivo aí dormido”. Letargo del que ahora sí podrá despertar el emblemático paraje gracias a una normativa que delimita las zonas de aparcamiento y llegada al Cabo Fisterra”.
Documento vivo
La norma reguladora del urbanismo presente y futuro de Fisterra -que ha tenido una aportación de 111.125 euros por parte de la Xunta y prevé un crecimiento máximo del parque urbanístico local que oscilará sobre las 1.531 viviendas nuevas- pese a contar con breve vida, es contemplada por Marcote como una herramienta que sirva a las cambiantes necesidades de un mundo que, en palabras del regidor de Fisterra, “cambia a unha velocidade de vértigo”. “O normal que estos documentos, como levan tanto tempo tramitalos, ao acabalos xa tes outras cousas que facer neles”.
Por ello apunta que considera más que probable que, “en breve plazo”, se vean forzados a realizar modificaciones puntuales para adaptar la norma a las diferentes exigencias “que se foron vendo ao longo do tempo, porque o veciño o que quere é solucións, e non se lle pode pedir a un veciño que entenda que ten que agardar anos por culpa dunha norma que lle impide facer a súa casa con garantías e seguridade xurídica”.