Crecen las quejas vecinales en distintos puntos del municipio.
Aunque el alcalde Abraham Gerpe se reincorporó no hace mucho tiempo a su puesto, el ejecutivo local lleva más de siete meses. Y desde distintos puntos del ayuntamiento empiezan a lloverles críticas por lo que consideran falta de atención a los vecinos.
Esta redacción tuvo acceso a distintas quejas que llegan desde diferentes zonas del territorio municipal. En A Rabadeira aseguran que llevan más de dos meses esperando a que se arregle un “buraco” que hay en la red de alcantarillado.
El estado de la red viaria (como lo era con el anterio gobierno) es otro de los focos de reclamaciones en A Rabadeira, Vilar de Couso, Currás o San Paio, por poner algunos ejemplos. Denuncian que a pesar de que cuentan con un alcalde y un edil de obras, Luis Souto, con dedicación exclusiva “non hai con quen falar” para que solucione los problemas en las vías de comunicación. Las lluvias han empeorado la situación.Además se suceden las quejas por los fallos en el abastecimiento de agua, por los vertidos que ocasiona la depuradora de Montecelo o por las humedades que afectan al polideportivo de Agualada.
“A xente di que non hai con quen falar no concello.A desorganización é evidente” señala la portavoz del BNG, Laura Mariño, que confirma el malestar que se extiende a otros puntos del municipio.
Por su parte el portavoz de Terra Galega, Amancio Lavandeira, certifica que “hai queixas importantes dos veciños“ y dificultades para poder encontrar al alcalde (al que define como “unha marioneta de Antonio Pensado”).
“Hai xente que di que para arreglar calquera cousa relacionada co concello teñen que ir ao Fórum de Carballo” manifiesta Lavandeira que lamenta la “falta de liderazgo” y de gobierno en el Verxel de Bergantiños. En el último pleno ya se escucharon reproches desde la oposición.
