Los robos en vehículos estacionados no solo en espacios urbanos sino también en montes y arenales de la zona siguen estando a la orden del día y es rato el día que no se da conocimiento de una noticia de este tipo en la Costa da Morte, aunque suceden también curiosas anécdotas. Este fin de semana hubo días de caza, actividad que seguirá en curso los próximos días de Reyes.
Un cazador del coto de Vimianzo al regresar al coche de un ojeo con sus compañeros de caza en un monte del termino municipal vimiancés no se dio cuenta de como los cacos habían entrado en su vehículo y hurgado en la cartera dejada en la guantera. Sí notó que le faltaban 300 euros cuando quiso pagar una ronda y entonces se percató de la fata del dinero, que sí estaba revuelto el coche y que había sido objeto de un robo mientras estaba en el monte, pese a que los profesionales del robo realizaron un «trabajo impecable» sin causar daños en la puerta.
Lo curioso del caso es que este cazador que trabaja de mecánico naval por los siete mares y está de vacaciones notó que los cacos se habían llevado los 300 euros pero habían dejado una cifra similar en dólares y libras en la billetera. O fueron a la moneda de uso fácil e inmediato, o no querían tener problemas al cambiar la divisa
