El barroco en Coristanco cuenta con elementos singulares, tanto de arquitectura civil como sobre todo religiosa. Una de las iglesias destacadas en este estilo es la de Santa María de Traba, definido por investigadores como J. R. Soraluce Blond y X. Fernández Fernández de barroco clasicista. En esta subdivisión podemos incluir la iglesia de San Martiño de Oca, con la torre centrada sobre la portada.
Lo más característico y que nos llama enseguida la atención de la iglesia parroquial de Traba es la fachada, singular en el entorno bergantiñán. En ella destacan los diferentes juegos de profundidad, indagando en las discontinuidades de la superficie en el duro granito al que los canteros del Antiguo Régimen trasladaron las láminas de los maestros de obra de la escuela compostelana. También de inspiración barroca es la alta torre campanario en el eje central de la fachada, coronado ese juego de arcos elevados.
Características del templo
El exterior del templo está delimitado por un muro elevado de cachotería ocupando el cementerio parroquial. La iglesia es de planta de cruz latina, con la sacristía en un cuerpo rectangular anexo al muro septentrional. La estructura de la cubierta presenta de bóveda cañón rebajada sobre arcos fajones, en piedra. Cuenta con dos capillas laterales de planta rectangular. La cubierta es a dos aguas con cubrición reciente de planchas de fibrocemento. La carpintería exterior e interior es de madera.
El presbiterio está presidido por un retablo neoclásico. Las capillas laterales también cuentan con retablos realizados en madera. Una rica imaginería llena de arte el templo. Sobre la puerta de entrada se halla un coro alto que se ilumina a través de un hueco abocinado. En este juego de proporciones, la vista general de la fachada nos aporta una mayor anchura de la misma, por la yuxtaposición de los dos laterales.
Rico legado barroco de Coristanco
En las quince parroquias de Coristanco contamos con un rico legado barroco, tanto en arquitectura como en escultura y orfebrería. Los siglos XVII y XVIII son de bonanza en el campo de Bergantiños y por ello cofradías y fábricas costean numerosas reformas de los viejos templos medievales. Los vemos en el arte religioso: Xaviña, Verdes, San Xusto, Agualada, Cereo, Seavia, Oca, Castro, San Paio, Ferreira, Valenza, Cuns.
En Traba destacan asimismo los distintos tonos de la piedra de la torre con respecto al resto de la fabrica, en donde aún se recuerdan partes antaño encaladas, como vislumbraba «el bardo» en uno de sus cantos. De nuevo en un lateral y en el interior la iglesia vuelve a lucir ese tono claro. Ahora recordamos estos versos del inmortal bardo Pondal, cuando declama «ven te vexo Bergantiños» desde el Alto da Ferreira:
«aquela é a torre de Traba,
que desde lonxe branquea;
os verdes de Coristanco
e os altos pinos de Bértoa».