– Xosé Manuel Lema- @xmlema
Constantino Gómez Barcia solamente tenía 21 años cuando le hicieron saltar el cerebro, con munición de caza, en un ceda el paso la madrugada del 13 de marzo de 1977. Hace 45 años en el momento de escribir este artículo.Era gallego (nacido en Lugo) y agente de la Guardia Civil, como su padre. Había sido destino a Oñate ese mismo mes de marzo.
Salía de una discoteca con unos amigos.Todos se subieron a un Renault 12. Tres guardia civiles y una mujer. En la parte delantera del coche iba uno de ellos y en el asiento del copiloto su novia. En la parte de atrás Constantino, en el centro, y otros dos.
A bocajarro en un ceda el paso
En un ceda el paso, de un vehículo que iba delante se bajaron dos personas y con unas escopetas semiautomáticas de caza empezaron a disparar. Uno de los proyectiles alcanzó la cabeza de Gómez Barcia lo que le provocó, según informaba el periódico La Gaceta del Norte en aquellas fechas “estallido del cráneo, con con pérdida de la masa encefálica y de la propia bóveda craneal. También presentaba orificio de bala en la región cervical”.
El conductor reaccionó y se protegió junto a su novia en el suelo del coche. Los disparos mataron al agente gallego e hirieron, de distinta consideración, a sus compañeros de la parte trasera.
Los terroristas habían robado esa noche un vehículo SEAT 1430 en la misma localidad. El dueño del turismo pasó cinco horas retenido en el maletero.
Se celebró el funeral en la iglesia de San Juan de Mondragón. Fue enterrado en Oviedo aunque en la actualidad sus restos reposan en tierras gallegas.
Homenaje en Portomarín en 2018
En 2018 se le rindió un homenaje en el ayuntamiento de Portomarín junto a Adelina Somoza, herida en el atentado de ETA en Hipercor.
En el mismo, la subdelegada del gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez se expresaba en estos términos:“Este es un acto en el que el pueblo de Portomarín demuestra su cariño y su sensibilidad para con las personas que fueron víctimas inocentes de la sinrazón. A todas las víctimas y muy especialmente a las que nos resultan más cercanas, a nuestros paisanos, amigos, familiares, gente como nosotros que se convertió en víctima solo por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Fueron ellos, pero podría ser cualquiera de nosotros”.
