“Padre Rico, padre pobre” es un best-seller, un libro de referencia para muchas personas con más de un millón y medio de ejemplares vendidos.
Expertos en economía y emprendimiento, divulgadores e influencers relaciones con estes temas a menudo citan esta obra de Robert T. Kiyosaki, que tiene una legión de devotos aunque como en todo también genera críticas.
Una opinión sobre Padre Rico, padre pobre
Mi opinión sobre «Padre Rico, Padre Pobre» es positiva pero sin entrar en la euforia que se percibe en distintos fotos y en plataformas como Youtube.
En primer lugar es un libro que aporta consejos interesantes, nos hace pensar sobre determinadas cuestiones, y deja un poso motivador.
A medida que nos cuenta su historia, Robert T. Kiyosaki, va repitiendo los conceptos que considera claves y nos propone determinados ejercicios. Evidentemente no es un libro mágico, ni me ha cambiado la vida como al parecer si hizo con muchos lectores que lo indican, pero si ha añadido conceptos interesantes y alimentado una actitud financiera positiva.
Todo esto reforzado con una redacción y estructura agradable que no convierten a este libro en un tostón ni lo hacen demasiado denso. Se lee rápido y tiene cierta sustancia.
En «Padre Rico, Padre Pobre», comparando dos visiones muy distintas de sus “dos padres” se pone en valor la importancia de una educación financiera y se convierte en una crítica al sistema educativo tradicional. En las escuelas y en las universidades no se aprende a invertir ni las claves para hacer crecer los activos.
Consejos de Kiyosaki
Kiyosaki no renuncia a la formación académica, ya que todo conocimiento es positivo pero abre una puerta a aprender por otros métodos.
Uno de los conceptos en los que insiste es en entender bien la diferencia entre activos y pasivos, que en algunos casos generan dudas.
Invita al aprendizaje a través de la experiencia. Las ocupaciones laborales no solo deben reportar un salario. Deben ser focos de conocimiento. El trabajo debe servir para aprender sobre negocios.
En el libro también se habla de la necesidad de las inversiones inteligentes sea en bienes raíces, acciones u otras alternativas. Buscar ingresos pasivos, y que el dinero genere más dinero. Aborda la mentalidad empresarial y la apuesta por estrategias triunfadoras.
No esperes acabar Padre Rico, Padre Pobre» y tener la sensación de haber encontrado el Santo Grial de las finanzas ni una mina de oro delante de tus ojos.
Pero te divertirías con la lectura y reflexionado sobre las cosas que te cuenta Robert T. Kiyosaki. Y posiblemente en tu mente, refrescada de motivación, se haya generado alguna idea.