Intervención del ayuntamiento de Muxía ante el peligro que generaba una casa en ruinas

//Manuel Sambade//

Iago Toba, regidor socialista de Muxía, fue el primero en advertir el serio problema de derrumbe de una vivienda sita entre las calles Poniente y Encarnación, dando aviso al 112 y coordinando los operativos del Concello a pie de calle y compartiendo inclemencias con los trabajadores municipales.

Elsa, una vez más, dejó su huella en otra localidad de la Costa da Morte, en este caso, Muxía, una villa que, de no haber mediado la pronta y diligente intervención de su regidor, quizá hoy estaría lamentando desgracias mayores que las propias derivadas de las inundaciones de calles, garajes, ocasionales problemas de circulación y todo el caos de caída de líneas de Internet que la borrasca ha dejado tras de sí en la Villa de la Virxe da Barca.

Los hechos, como el propio Toba relata, dieron comienzo alrededor de las 16:00 horas de ayer, cuando, siendo conocedor de la problemática que la vivienda presentaba por su estado avanzado de deterioro previo, decidió acercarse por las inmediaciones para comprobar si sus sospechas eran fundadas.

Al llegar al emplazamiento de la morada, vio que, efectivamente, sus temores eran totalmente justificados. Rápido de reacción, Toba decidió tomar cartas en el asunto “porque esa casa ya contaba con un informe de ruina para hablar con los propietarios” y, al estar a unos escasos 30 metros de la vivienda de unos familiares, el mandatario local sabía ya qué problemas podían derivarse de la combinación de ruina y fuertes lluvias. 

“Estaba haciendo un recorrido por todo el Concello, porque me gusta estar al pie del terreno y trabajando siempre mano a mano con todos los efectivos, porque ese es el trabajo que tiene que hacer un alcalde”, indica. Advertido de los hechos, llamó a los Servicios Municipales de Obras para acometer el derribo controlado para evitar afectación de otras viviendas y, tras consensuar con el arquitecto local, Policía Municipal y Secretaría, para llevar a cabo el proceso administrativo de comunicación con los propietarios “y tomé la decisión de tirar las paredes y los muros que ya estaban en peligro”. 

Trabajo hasta altas horas de la noche 

Como señala el propio alcalde de Muxía, los trabajos de derribo, desescombro, limpieza y acondicionamiento del cableado telefónico de la zona no fueron ni tarea fácil ni breve “porque estuvimos trabajando allí hasta más allá de las 21:00 horas de la noche quitando todos los peligros que pudiera haber”. 

Trabajo y dedicación que Toba insiste en destacar como su manera personal de entender el cargo que sus vecinos le han otorgado “porque a mí lo que me gusta es trabajar por y para mi pueblo, y no soy capaz de quedarme en un despacho si sé que me necesitan en otra parte, como así sucedía ayer que estaban todos los trabajadores desbordados”. Empleados municipales para los cuales no escatima palabras de agradecimiento hacia su entrega y sacrificio “en favor de los vecinos, que es algo que la gente ve y aprecia”.