Rafael Lema
El concello de Coristanco es un arca completa de tesoros artísticos, no solo en sus iglesias y patrimonio religioso ya que en estas tierras han salido a la luz vestigios de gran valor para la prehistoria ibérica. Aún son muchos los misterios por descubrir y los lugares a revalorizar. A los castros y túmulos megalíticos debemos unir hallazgos arqueológicos singulares de los que vamos a hablar.
Por ejemplo, uno de los hitos de la romanización comarcal es el ara votiva de Nogueira, en Seavia, dedicada a la divinidad de la guerra galaica Cosus, que servía de pila de agua bendita en la capilla de san Roque de las torres de Nogueira, otra gran representante de la arquitectura militar medieval de la zona. No debemos olvidar que en Coristanco estaba el castillo de Ferreira, uno de los centros de poder señorial medieval de la comarca junto a las fortalezas de Xallas y Traba de Laxe.
Uno de los puntos necesitados de un trabajo de campo. Otro lugar emblemático es la laguna de Alcaián-Seavia, no solo por sus valores naturales. La laguna fue un referente de una vieja jurisdicción lo que nos lleva a pensar en un lugar de culto, un santuario ancestral galaico vinculado al mundo de las aguas, con muchas leyendas aún actuales. Así la primera mención a la jurisdicción de Xallas hace referencia a Alcaián, una de las fuentes del río Xallas. Xallas de Alcaián. El río Xallas aparece en 1286 como río d´Esar, donde se cita el puente de Brandemir y el coto de Ialles d´Alcayaa; y no nos marchamos de este enclave para hablar de su rica historia y de nuevos estudios a nivel nacional de gran relevancia.
Es Alcaián un de los centros arqueológicos del territorio de los bricantini, la Terra de Bergantiños, pues aquí aparecieron algunos de los vestigios más importantes de la historia comarcal. De nuestra Prehistoria más remota recordemos que en la laguna de Alcaián se encontró un bifaz, una herramienta de sílex tallada por dos caras, parecido a otro hallado en Noicela. Otro feliz hallazgo corresponde al Bronce galaico y nos habla de un yacimiento necesitado de más campañas de trabajo.
En la zona SO de su lecho fue encontrado un depósito con objetos prehistóricos de bronce, consistentes en tres puntas de lanza en buen estado. La mayor mide 461 mm y pesa 275 gr. Tiene hoja ancha, enmangue corto y acusado nervio central. Posee, en la base del tubo, dos agujeros para asegurar el asta. La más pequeña es de 222 mm de longitud y pesa 180 gr. Tiene también hoja ancha y marcada nervadura central. Las tres en su día fueron adscritas al período III del Bronce final hispánico y se conservan en el Museo de Pontevedra.
El tesoro de Alcaián ha sido también citado en un reciente hallazgo en Cataluña. en el informe «Una punta de lanza de Cardona (Bages, Barcelona)» de Thomas X. Schuhmacher y Alfons Fíguls i Alonso destacan la importancia de las flechas de Coristanco y dan una dotación novedosa y más antigua para una de ellas, que la relacionan con la hallada en Cardona y al período II del bronce.
Thomas X. Schuhmacher pertenece a la Universität Bamberg y Alfons Fíguls i Alonso al Institut de Recerques Envers la Cultura (IREC). Sobre las puntas de lanza y jabalina de la Península Ibérica todavía faltan trabajos sistemáticos acerca de su tipología y cronología. Tan sólo se han estudiado por formar parte de depósitos junto con otras piezas de bronce más valoradas. Por eso no resulta fácil esclarecer la tipología, el origen y la cronología de algunas puntas como la de Cardona similar a una de Alcaián. Parece que los dos fragmentos corresponden bien con el tipo, que Coffyn llamó «lance a longue douille» (lanza de tubo de enmangue largo).
Según el estudio catalán, en el año 2000 Ramón Roca halló casualmente en un viñedo de su propiedad de La Roqueta (Cardona), conocido como la «viña nueva», un fragmento de punta de lanza, bastante bien conservado. Se trata de un fragmento de punta de lanza con tubo de enmangue de sección circular. Se conserva la mayor parte de la hoja, faltando sólo la punta y gran parte del arranque del tubo. La hoja, lisa y hoy fragmentada, originariamente debía haber sido relativamente corta y de forma foliácea. La hoja es fina de sección plana. El tubo de enmangue se prolonga en una nervadura central de sección circular bien acentuada a lo largo de toda la hoja, originariamente llegando hasta el final de la punta. En el arranque del tubo se aprecian dos agujeros circulares para un pasador en una línea con el filo de la hoja. No se ha conservado en ningún punto la base del tubo de enmangue, que debe haber sido algo más largo.
El Museo Arqueológico Provincial de Lugo adquirió del comercio de antigüedades tres fragmentos de puntas de lanza procedentes de Povoa de Burón (Fonsagrada, Lugo). Uno de los tres fragmentos muestra un tubo largo que continúa hasta la ruptura de la hoja. Esta es lanceolada y estrecha. Los dos restantes fragmentos pertenecen a una punta de tubo corto y hoja romboidal y a otra de hoja larga y estrecha. El hallazgo de Povoa de Burón (Fonsagrada) se compone de tres puntas de lanza. «Aparte de la punta aquí tratada contenía un fragmento de punta de lanza de tubo corto y hoja romboidal.
La hoja presenta rebajes paralelos a los bordes y tiene su mayor anchura en el tercio inferior. La podemos comparar con la pieza del depósito de Huerta de Arriba (Burgos) y una de las puntas del depósito de Alcaián (Coristanco, A Coruña)» indican Schuhmacher y Alfons Fíguls. Coffyn considera a estas lanzas comunes dentro del Bronce Final II. Por otro lado parece que hay que situar el momento de enterramiento del depósito de Huerta de Arriba en el Bronce Final III.