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lunes, marzo 25, 2024

El pan de Coristanco levantó pazos e iglesias y sostuvo armadas

Rafael Lema// Foto portada-Campo de trigo-Pixabay

Coristanco no solo es hoy el vergel de Bergantiños sino que durante siglos ha mantenido una importante hegemonía gallega como granero. Eran los arciprestazgos de Bergantiños (ocupaba buena parte de Coristanco y Carballo, con Lemaio y parte de Tordoia) y Seavia un poder cerealístico que sirvió para levantar iglesias barrocas y llenarlas de arte, fomentar cofradías, edificar pazos, y también sostener ejércitos y armadas. Nobles y clero eran los grandes propietarios de las tierras y basaron parte de su poder en el trigo bergantiñán.

Ya desde la Edad Media el labor expansivo de la abadía de Seavia fue relevante en la promoción agraria y como gran centro artístico bergantiñán, un pulso sostenido durante siglos. No hay que olvidar que hace tres décadas el sector primario ocupaba al 80% de los vecinos del municipio. Fue el granero gallego en el Antiguo Régimen y base para las empresas marítimas coruñesas en la Edad Moderna.

Ya hemos estudiado como el barroco en Coristanco estuvo marcado por el cereal, el trigo y la expansión del maíz americano. Las cofradías y los hidalgos costearon con sus pagos en cereal el arte barroco presente en las 15 parroquias de Coristanco. Iglesias barrocas son las de Traba, Xaviña, Verdes, San Xusto, Cereo, Seavia, Oca, Castro, San Paio, Ferreira, Valenza, Cuns. La arquitectura civil nos lleva a la época del esplendor hidalgo que levantó los pazos de Cereo Vello, Ferreiros, Traba. Además de hórreos, cruceiros, palomares y molinos. No olvidemos que uno de los modelos característicos de hórreo gallego es el tipo Coristanco.

Armada Invencible- armadainvencible.org

Los censos parroquiales, padrones y memoriales nos dan fe de la producción agraria local, por medio de los pagos de diezmos y foros. El catastro de Ensenada recalca la relevancia del campo y el sector primario. Jerónimo del Hoyo (1607) refleja que Cereo tiene 33 «lumes» o casas, el rector lleva una tercera parte de los frutos (90 cargas totales). Cada carga son 12 ferrados de pan. Si son la décima parte de los frutos, hablaríamos de una producción de más de 12.000 ferrados. Verdes tiene 9 lumes y 18 cargas de pan. Cuns 54 cargas de pan. Couso tiene 30 lumes, los frutos con el anexo de Ferreira suman 120 cargas de pan.

Monjes y nobles son los grandes propietarios de los campos de trigo de Coristanco, arrendados en foros a los labradores. Seavia será abadía benedictina en 1.500 y de monjas desde 1.515. El abad Fernando de Mira afora algunos lugares a los señores de Nogueira en 1478. Las abadesas de San Paio acuerdan otros tratos con los mismos, con la condición de que repueblen los lugares yermos entre 1501 y 1529. Pero estos tratos darán lugar a «desavinzas», entre 1532 y 1.545. En el siglo XVIII Seavia es una sombra de lo que fue.

En la feligresía hay entonces tres cotos, y sólo San Paio dispone de la mitad del territorio. Un 45% es de los Bermúdez de Castro y un 5% de los Leis. Los condes de Altamira o el cabildo de Santiago también tienen importantes beneficios en Bergantiños. La casa das Mariñas aún cuenta en el XVII con rentas y sincuras que heredarán los Andrade. Precisamente esta casa y sus primos Moscoso abastecerán con los graneros de Coristanco las armadas de la Edad Moderna que parten de A Coruña a las Indias y a las Especies.

Pan- Foto de panadería Roiser

La Casa de Contratación de A Coruña estuvo activa entre 1522-1529 enviando expediciones al oeste en busca de pasos hacia las especies (Esteban Gómez, Loaisa, Diego García). El conde de Andrade promovió cinco expediciones a las Molucas desde A Coruña para crear una ruta directa a las Especias. Para eso se armó una flota al mando del capitán García de Loaysa que salió al mar el 24 de julio de 1525. La provisión de trigo para la armada de Loaysa se hace en su mayor parte comprando el producto en Bergantiños y Xallas, al tercer conde de Altamira, que residía en Corcubión y poseía la jurisdicción de Mens, con foros en Cereo o Couso.

Moler el trigo en Vimianzo y llevarlo a A Coruña se hace por medio de los arrieros de Sofán, y «otros arrieros vecinos del coto de Jallas y Vergantinos para traer y moler las dichas 228 cargas de trigo que truxeron a La Coruña». Christoval de Haro es «factor de su magestad y Françisco Mexia, proveedor de la armada». Bernaldino Menéndez se encarga de comprar el trigo por Bergantiños en 1525 a vecinos de Coristanco como Vasco de Seavia; a los de Agualada: Juan Lozano, Juan Nuñes, Juan de Leston; de Oca: Vasco de Fariña, Gonzalo Delgado. Francisco de Mexia (1-1-1523) factor de Carlos I se queja del alto precio del trigo, ya que «Quando yo aquí llegue, a cabsa de aver quatro meses que llovia y no aver mallons, estava el pan a çinco reales y tres quartillos». «Yo he tomado en tierra de Bergantiños, ques donde ay mas trigo y mas en comarca, çierto numero de pesos de harina con que se ha començado a hazer el biscocho».

Pero le indicaron que en cuanto llegue el buen tiempo no habrá falta de trigo en el país, a buen precio, «porque todos mallaran con el tiempo». La Invencible y las demás armadas de la guerra entre Felipe II e Isabel I y Jacobo I también se nutrieron del trigo bergantiñán

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