Este verano son muchos los peregrinos (sobre todo extranjeros) que sellan su credencial jacobea en los tres puntos habilitados en Ponte do Porto, en la Vía Céltica (Casa Trabeiro, Bar Central, La Tavernetta da Ponte) , como puedo dar fe al ser responsable de uno de ellos.
Siguen a Cereixo, donde son recibidos por un magnífico paseo con paneles informativos que bien podían copiar en el vecino concello para otras rutas en estado deplorable.
Traslatio de Cereixo
Como es bien sabido, conservamos la primera representación de la traslatio/translatio de Santiago desde la palestina Jaffa a Iria Flavia en el pórtico sur de la iglesia románica de Santiago de Cereixo, a dos millas del vado medieval de Ponte do Porto en el interior del abra de Muxía o ría de Camariñas.
Es por ello que los promotores de la Vía Céltica eligieron este motivo de primer nivel en la cultura jacobea como eje central de su promoción. Esta singular nave jacobea románica realizada sobre el año 1200 guarda similitud con otras iconografías europeas del tipo cog o coca, en sellos o monedas, también en el arte.
La primera imagen sería la de una moneda de la ceca compostelana del reinado de Fernando II, de entorno al 1165, encontrada en otro enclave costero, Adro Vello de O Grove.
En este caso vemos una embarcación vista por su costado derecho, con popa y proa rematadas en sendos mascarones y mástil coronado por una cruz patada. Un tema al que no podemos desvincular de una influencia cruzada.
La pieza numismática complementa la esquemática escena de Cereixo y guarda una gran similitud con el sello de la ciudad de Lübeck de 1250 (dos personajes, mástil, dos mascarones, casco trincado). Ejemplos ibéricos son un capitel en el claustro de la colegiata de Tudela (1170-1180) y otro capitel en el transepto norte de la catedral de Lérida (siglo XIII). La coca es el barco más representativo de la Liga Hanseática y aparece en las monedas de plata de Dorestad del siglo XI.
Una embarcación de vela con casco trincado o de tingladillo, timón de codaste en la popa, generalmente de madera de roble, inicialmente de un solo palo, ampliamente usada en el norte europeo en el siglo XII, etapa de incremento de la navegación. En el sistema de trincado las tablas se sobreponen unas a otras como en las naves vikingas. Una técnica que deriva en embarcaciones bien conocidas por las gentes del mar galaico; como el skiff o esquifo, el trincado o el rabelo del Duero. Podía ser manejada por una corta tripulación, como el rol de siete navegantes de la puerta de Cereixo.
La Coca de Cereixo
La nao mediterránea es una variante de la coca, de la que hablamos en otros apartados. Las incursiones normandas, las navegaciones de los cruzados traen estos nuevos tipos de naves a nuestra costa.
La coca de origen frisón (como las vacas mayoritarias del Xallas) deriva de la palabra concha (kok, kogge), de nuevo con connotaciones jacobeas que la llevan a ser un leitmotiv muy caro en la iconografía del Camino, igual que las muestras antes citadas, todas en lugares de clara tradición jacobea (incluidos O Grove y Cereixo). Se consolida en el siglo XIII y tendrá largo recorrido como nave comercial, de guerra o corso. Así la vemos en el sello de la ciudad de Youghal en 1527 o en las navetas barrocas de las iglesias de Nemancos y Bergantiños. Restos de una coca del año 1375 fueron encontrados en el río Weser (23,48×7,45 metros y 80 toneladas).
Aguas arriba y en la misma tradición jacobea y hanseática alcanzamos la ciudad estonia de Tallin. Se conserva en el Museo Marítimo de Estonia una cog rescatada de un naufragio que nos muestra estas tablas unidas al «estilo Cereixo», un barco hecho de roble de 20 metros de eslora y 6 de manga. En cuanto a las monedas citadas hablan de comercio y navegación.
De tipos propios compostelanos que servían de souvenir, como registro de su visita a Santiago para los peregrinos, en una etapa en donde ya no es solo una referencia urbana sino que se ruraliza la monetarización, en la costa y en el Camino. Con la moneda se pagan los operarios de las construcciones románicas que se expanden por el Finisterre y a los comerciantes de paños de Flandes o Venecia. Los tesorillos numismáticos encontrados en la ría de Camariñas y en Fisterra en el siglo pasado hablan de esta red comercial. Aunque las colecciones conocidas de mayor interés por su hallazgo en la costa son sobre todo conjuntos de monedas romanas bajoimperiales o de piezas de los siglos XVI al XVIII, también las hay medievales.
La puerta sur de Cereixo
Volviendo a la puerta sur de Cereixo, de la que traté en varios libros (El camino secreto de Santiago, La vía pagana a Compostela), es interesante su vínculo con la puerta sur de Moraime, obra del mismo escultor, en este caso dedicada a la última cena pero como una tramoya en donde los mismos comediantes se travisten en otra escena teatral, cambiando barco por mesa. M. J. Domingo Pérz-Ugena hace otra apreciación de calado. La nave de Cereixo puede ser una sábana que sostiene el cuerpo decapitado del apóstol.
Y ya tenemos una santa trinidad de órdago: última cena, sábana santa, traslatio. Puerta de vendaval fijada al Alén, a las reglas de la arqueoastronomía (orientación astral, al concurso del sol y las estrellas, calendario y horóscopo) y al código de los iniciados (corona borealis, número áureo). Nuestros antepasados y los navegantes milenarios miraban al mar y a los cielos.
Si nos resultan hoy sorprendentes las auroras boreales, el rayo verde o el mar de árdora en Galicia pensemos en las sensaciones percibidas y transmitidas en el imaginario de los visitantes del mundo antiguo. Sabemos que las auroras boreales no son exclusivas de otras latitudes más al norte y por ejemplo se mostraron excepcionales en nuestros cielos en los dos últimos años.
El rayo verde en las costas de Muxía ya fue citado por Abente y a él dediqué una crónica hace treinta años. El mar de ardora que (conocido hace tiempo por los naturales de la zona y que a mí me sorprendió en Camelle en la adolescencia) es otro fenómeno que desde 2020 la fotógrafa Ana García viene documentando para nuevo placer de visitantes; cuando arde o mar, una nocturna bioluminiscencia que tiñe de azul porciones de mar en distintos puntos de la región.