Viernes 10 de marzo de 1989. La hora fatídica: alrededor de las 11, 30 de la mañana. El lugar, la sede Banco de España en la histórica Plaza das Praterías de Santiago de Compostela. Cinco terroristas, tres hombres y dos mujeres, participan en la operación.
Vídeo de Adiante TV
Entran y disparan a los dos agentes de la Guardia Civil que prestaban su servicio en las instalaciones, Constantino Limia Nogueiras de 52 años y Pedro Cabezas González de 47 años.
Reciben varios disparos y se encuentran con la muerte sin poder reaccionar. Pedro cae al suelo y Constantino queda sentado en la silla en donde estaba leyendo el periódico. Ambos mueren en el acto.
Los terroristas roban las armas de los agentes y posteriormente, advierten a los trabajadores del Banco de España que era un atraco e intentan infructuosamente forzar la caja fuerte.
Se calcula que podría haber unos 15.000 millones de pesetas de aquella época.
Después de disparar contra los cristales blindados marchan del banco sin dinero pero dejando sangre y horror en la capital de Galicia.
Los terroristas del GRAPO fueron condenados y declarados culpables de tal barbarie. Fernando Silva, Laureano Ortega, Guillermo Vázquez, María Jesús Romero y otra mujer ya fallecida.
No era la primera vez que Constantino Limia Nogueiras y Pedro Cabezas González prestaban lo que se consideraba como un servicio muy tranquilo.
Una tranquilidad truncada por los asesinos. El atentado de 1989 recordaba a la muerte del agente Manuel Vázquez Cacharrón asesinado, también por los Grapo en Santiago, mientras saludaba a su hermana. Era agosto de 1978.
Precisamente al agente Cacharrón lo conocía bien el guardia civil Limia.
En el actual Museo das Peregrinacións, en donde estaba la sede del Banco de España, una placa recuerda a Cabezas y a Limia, como nosotros queremos homenajearlos nosotros hoy con esta publicación.