©ACNUR – Isadora Zoni
En 2022, las catástrofes provocaron la cifra récord de 32,6 millones de desplazamientos, de los que el 98 % fueron causados por peligros relacionados con el clima según el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Internacional (IDMC).
Este dato marca la cifra más alta desde 2012, evidenciando la magnitud y la urgencia de la emergencia climática que enfrentamos. La crisis climática no distingue fronteras ni niveles de ingresos; es una realidad global que nos afecta a todos.
La emergencia climática a escala global
La crisis climática no solo impacta a las regiones más pobres del mundo, sino que su alcance es global. En 2020, países de ingresos altos como EE.UU., Canadá y Australia experimentaron nuevos desplazamientos, destacando la universalidad de la crisis.
Además, los cinco países con mayor población refugiada son también los más vulnerables al cambio climático. Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar, todos ellos altamente expuestos a desastres naturales, sufrieron el 95% de los nuevos desplazamientos por conflictos en 2020.
El coste humano de la emergencia climática es colosal: desplazamientos forzados, hambre, conflictos, muerte y devastación.
Desastres naturales y desplazamientos: la realidad silenciosa y devastadora
Los desastres naturales no solo generan desplazamientos; también aumentan la desnutrición, la inseguridad alimentaria y complican el acceso a medios de vida, así como afectan a los servicios educativos y sanitarios.
Fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar afectan a personas de todas las regiones, especialmente a las más pobres y vulnerables. Así como la crisis climática o las posibles pandemias como la del COVID, son desafíos de la humanidad en la actualidad, con millones de vidas en juego.
Desafíos y oportunidades para combatir la crisis climática
Sin una acción climática contundente, se estima que en 2050, 200 millones de personas necesitarán anualmente ayuda humanitaria debido a los efectos del cambio climático, el doble de la cifra actual. El cambio climático ya está generando desplazamientos en todo el mundo, afectando principalmente a las personas más vulnerables.
En este escenario, organizaciones como el Comité Español de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, juegan un papel crucial. Trabajan para atender las necesidades de todas las personas que han tenido que huir a causa de la guerra, la persecución, la violación de derechos humanos o los efectos del cambio climático.
EACNUR insta a los Estados a tomar medidas urgentes para combatir la emergencia climática y mitigar su impacto.
Trabajando por un futuro sostenible
A partir de la mitad de este siglo, el Comité español de ACNUR se ha comprometido a abordar tres desafíos clave en materia de medio ambiente: reducir su impacto ambiental, atender a desplazados climáticos y socorrer a víctimas de desastres naturales. Desde la década de 1990, han implementado políticas de respuesta humanitaria que afecten lo menos posible al medio ambiente, incluyendo iniciativas como reforestación, energías renovables, combustibles ecológicos, reciclaje y cuidado del entorno.
La crisis climática es un llamado de atención urgente. La colaboración entre organizaciones como ACNUR y la acción colectiva son esenciales para abordar los efectos del cambio climático y proteger a las personas más vulnerables del mundo. La responsabilidad recae en todos nosotros para construir un futuro sostenible y resistente frente a los desafíos ambientales que enfrentamos.