José Antonio Ferreiro González quedó destrozado en un cráter de dos metros de ancho por uno de profundidad. Asesinado por ETA.
José Antonio Ferreiro González no estaba de servicio aquel 23 de septiembre de 1978. Pero se encontró con la muerte. Alguien había decidido que la desgracia invadiera Vitoria-Gasteiz aquella tarde.
Un grupo de agentes de la Policía Armada y del Cuerpo General de Policía fueron movilizados desde la comisaría. Una llamada anónima advertía de que había un hombre maniatado cerca del puerto, atado a una bomba, En el kilómetro 7 de la carretera de Logroño.
José Antonio Ferreiro, de 26 años de edad, era el artificiero más veterano. Y se ofreció a ayudar. En el lugar no encontró a ninguna persona. Solo había un candado y otros objetos.
Al retirarse los agentes hubo una explosión que cogió de lleno a Ferreiro. Murió en el acto y cuatro compañeros resultaron heridos.
“Nos hizo saltar a todos por los aires”
El Capitán de la Policía Armada que estaba al frente del operativo, Luis Mas Pérez, declaró en aquellos días:
“Ya había dado orden de que nos retiráramos cuando vi que se agachaba uno de los policías. En ese momento el artefacto y la onda expansiva nos hizo saltar a todos por los aires. Cuando pude reaccionar vi un cráter de unos dos metros de ancho y uno de profundidad. En su interior yacía el cadáver de un número y a mi lado estaban los policías heridos que habían perdido la vista”.
Calculaba que se había utilizado “como mínimo dos kilos de Goma 2. Estaba todo premeditado para el horror con la firma de ETA.
Enterrado en Lugo
José Antonio Ferreiro González era padre de dos hijos de tres y un año. Había nacido en O Valadouro en la provincia de Lugo.
Después de los habituales trámites en tierras vascas, el cuerpo de Ferreiro se trasladó a a Comisaría del Cuerpo Superior de Policía en Lugo, en donde se instaló la capilla ardiente y se hizo una misa. Fue enterrado en San Miguel de Reinante, en el ayuntamiento de Barreiros, de donde era su mujer.
Se cumplen 45 años de su asesinato y aquí lo queremos recordar.