Este 2 de septiembre se celebra el centenario de la “Cofradía de Pescadores de Finisterre”, cuya fundación no puede desvincularse del impulsor de los pósitos, el capitán de corbeta D. Alfredo Saralegui Casellas, y este de las políticas sociales de la ` dictadura con rey´ del general Miguel Primo de Rivera.
En efecto, Alfredo Saralegui (en euskera: lugar de sauces) nacido en Ferrol el 6 de enero de 1883, desde pequeño mostró inclinaciones altruistas fundando con otros jóvenes una asociación llamada “La Caridad”, para suministrar alimentos y medicinas a las personas enfermas.
En el año 1898 ingresó como Aspirante de Marina en la Escuela Naval Flotante, a bordo de la fragata Asturias. Graduado Alférez de Navío, en el año 1904 pasó destinado al Arsenal de Cartagena, donde con otros compañeros fundó el Real Club de Regatas.
Posteriormente, con motivo de la guerra de Marruecos, embarcó como 2º del cañonero Martín Alonso Pinzón y en el año 1910, Saralegui fue nombrado Ayudante de Marina de Benidorm, donde ya organiza una cooperativa obrera de pescadores.
Entre los años 1911 y 1913 fue destinado a la Comandancia de Marina de Bilbao, encargándose de las Ayudantías de Bermeo y Lekeitio, promoviendo en ambos puertos una Asociación Protectora del Pescador. Entre los años 1914 y 1917, ascendido a Teniente de Navío, pasó destinado como 2º Comandante de Marina de Almería, redactando en 1915 el primer proyecto de Pósito de Pescadores.
En 1917, se le nombró Director General de Navegación y Pesca, y redactor de la revista `Boletín de pescas´ del Instituto Español de Oceanografía donde escribió muchos artículos sobre propiciar la venta directa de la pesca, mejorar el nivel de educación general para los pescadores, para así conseguir que dejaran el vicio de la bebida y lo beneficioso que sería organizarse en torno a un Pósito de Pescadores, imitando los Sailor’s Home ingleses.
En el año 1918 se crea la Caja Central de Crédito Agrícola, y Saralegui ve la oportunidad de hacer una igual para los pescadores; presenta su proyecto, y en 1919 se funda la Caja Central de Crédito Marítimo. El hoy Instituto Social de la Marina.
El proceso fue muy lento en la creación de los Pósitos, pero que partir del periodo 1921-1927 aumentó un 80% debido a que encontró el apoyo del dictador Miguel Primo de Rivera.
Uno de aquellos fue el Pósito de Pescadores de Finisterre fundado en 1923. Su cometido era mejorar los beneficios sociales en ayudas a la invalidez o vejez, la creación de escuelas para los hijos, llegando incluso a colaborar en la construcción de viviendas, y con todo ello mitigar en lo posible la miseria en que se movía el sector (de los maestros destacar a D. Pedro Raña, D. Manuel Martínez Traba y D. Alfonso Lado de Pomiano, véase “Los Pomiano: una estirpe fisterrana llegada de Vizcaya”).
El 20 de diciembre de ese mismo año se dio cuenta de una comunicación del pósito fisterrán, firmada por su presidente el médico D. Francisco Esmorís Recaman (véase “Historias de médicos y epidemias en la villa de Fisterra”), adhiriéndose al proyecto del ferrocarril directo de Coruña-Santiago, interesando que el ramal de Carballo se prolongue hasta Finisterre por Corcubión. Además de pedir una conexión telegráfica con Vigo.
La Junta Directiva del Pósito de Pescadores de Fisterra, en sesión el día 27 de septiembre de 1926 tomó el acuerdo de encargar al laureado escultor santiagués Francisco Asorey, el boceto de la lápida que los Pósitos españoles dedicarían al ilustre marino don Alfredo Saralegui, y que ha de ser colocada en la punta del cabo Finisterre.
El 6 de abril de 1927 una nutrida comisión de autoridades y fuerzas vivas de Fisterra se entrevista en Coruña con el gobernador civil García Argüelles para conseguir la construcción de un puerto refugio para sus barcos pesqueros. La petición de los Pescadores se fundamentaba que en 15 de julio de 1868 se mandó hacer el estudio y se aprobó un presupuesto el día 29, encargando el proyecto al ingeniero Tabuenca (véase “Retazos de historia fisterrana del siglo XX”.
Hasta en la prensa madrileña no entendían semejante falta en Fisterra: “Es inexplicable que, conociendo la topografía de aquella costa, no se haya pensado hasta ahora en los magníficos servicios que prestaría un puerto de refugio en Finisterre” (Diario El Sol). No será hasta
En octubre de 1927 a instancia del Pósito de Pescadores de Finisterre y el Ayuntamiento de dicha villa, se logra que se restablezca la antigua posta de la jábega de la playa de Langosteira, que por Real orden de 1° de julio de 1926 fue cambiada por la de Estorde en la ensenada de Sardiñeiro, teniendo en cuenta los perjuicios que a los pescadores de jábega acarreaba aquel cambio, por la distancia en que se encuentra esta playa de la villa de Finisterre y del refugio de las embarcaciones de pesca de las «Pardas» y que dada la amplitud de la bahía no perjudicaba a la navegación ni al fondeo de buques el uso de dicha antigua posta.
El día 11 del mes de agosto de 1929 tuvo efecto en el emblemático Cabo el descubrimiento de la placa de bronce que los Pósitos de España dedicaron a D. Alfredo Saralegui. Aprovechando la circunstancia de la gran concurrencia de representantes de Pósitos de otras localidades a este homenaje, se celebró el día 12 la asamblea anual de la Federación de los Pósitos gallegos. El Pósito de Pescadores de Finisterre como anfitrión y con Esmorís de presidente, hizo para las representaciones que concurrieron un banquete que se celebró en la noche del día 11, lo mismo que se dio alojamiento para los días de estancia en esta villa (“El pueblo gallego”, 30/07/1929).
Precisamente será Don Paco quien lance sus invectivas contra las políticas pesqueras de la II República con escritos cuyo título no da lugar a segundas interpretaciones: “Finisterre padece Hambre” o “las injerencias del Estado no resuelven el problema” (con regulaciones y tasas) en “El anteproyecto de la ley de pesca”, ambos artículos aparecidos en “la Voz de Galicia” en 1934.
Narraba las vicisitudes de una época en la que no había puerto en Fisterra para sus barcos. Así que amarraban en Corcubión y la pobre tripulación hacía el camino a casa a pie. Y a la jornada siguiente, vuelta. Eso si no ocurría una desgracia como tantas veces en el pasado (véase “Historias de náufragos y héroes en el Cabo Finisterre”).
En 1942 el escultor de 19 años Jesús Rivas Varela, recibe el encargo de esculpir una Virgen del Carmen para el Pósito de Pescadores de Finisterre. Llegaría la imagen el 7 de septiembre de 1943 para engalanar las Fiestas Patronales de los días 8 y 9. Pero aclarar que el antecesor de los pósitos, el Gremio de Mareantes del siglo XIV, tenía como patrona a Santa Catalina (véase “Fisterra acogió una ermita de Santa Catalina a pie de playa”, artículo que este año ha sido incluido en la revista de las Fiestas Patronales de Fisterra 2023).
La existencia del gremio local lo confirmamos por un pleito de 1752: “el Gremio de la Mar de la villa de Finisterre y Pedro Ballón Porrúa contra el párroco Andrés Antonio Varela Montenegro sobre el derecho de tender las redes los pescadores en el lugar de Corbeiro”.
En el año de 1944 se decreta la desaparición de los Pósitos como ocurrió con los Gremios, pasando a ser Cofradías de Pescadores. Y bajo esta denominación verá concretado el sueño de un puerto propio en los franquistas años ‘50.
Otra gran inquietud de la Cofradía de Pescadores de Finisterre fue, el 9 de marzo del ‘58, solicitar la instalación en este puerto de un surtidor de gasoil para los más de 70 barcos matriculados.
En 16 de mayo de 1960, se hace idéntica petición a través del Sindicato Provincial de la Pesca. Por cortesía del Sr. Molezún, Ingeniero Director del grupo de puertos Coruña-Sur, se consiguió un plano croquis para el emplazamiento del surtidor de gasoil en el puerto fisterrán que se entregó el 28 de noviembre de 1960 en el Sindicato Provincial de la Pesca.
El Sr. Jefe Nacional del Sindicato de la Pesca, dirige a esta Cofradía (22-08-1962), un escrito en el que transmite su diligencia hecha ante las autoridades de CAMPSA.
Entre tanto recibieron al gobernador civil y acompañantes el alcalde, D. Alfonso Lado de Pomiano; el patrón mayor de la Cofradía, D. Juan Insua Ramallo; secretario, Manuel López Pérez; celador, Vicente Fernández Pazos; párroco, Luciano Carracedo, y delegado local de Sindicatos, Juan Mariño Traba. Una de las peticiones formuladas por los marineros fue la prolongación del espigón del muelle (La Voz de Galicia, 05/07/1962).
El 11 de noviembre de 1962, se eleva instancia al Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia, con la misma petición. Por fin, sobre el 15-VIII-63, aparece sobre la explanada del puerto un gran depósito de hierro. Pero la obra queda suspendida hasta tanto no se designe a la persona que ha de atender aquel servicio y a ésta se la entrene en su cometido, momento en que se colocaría el aparato surtidor que ya estaba en Finisterre y era labor de un día.
Esta paralización de la obra hace que D. Francisco Esmorís arremeta contra el monopolio de la empresa estatal de petróleos en los siguientes términos: “Si el monopolio está al servicio de España, los pescadores fisterranos son españoles, a cuyo servicio debe estar la C. A. M. P. S. A.”. Y agrega: “Quiero consignar públicamente, mi más enérgica protesta por esta anormal conducta de la C.A.M.P.SA., por solidaridad ciudadana por estos pescadores y por mi obligación inexcusable, como Patrón Mayor de esta Cofradía de Pescadores, y hacer a su vez presente, la leal gratitud de los pescadores fisterranes, y la mía propia, al Jefe Nacional del Sindicato de la Pesca, Sr. Bárcena, al Sr. Gobernador Civil de la Provincia, Sr. Martín Freire, al Jefe Provincial de Sindicatos Sr Segura, al Ingeniero-Jefe del Grupo de Puertos Coruña Sur, Sr. Molezún, por su bien probada voluntad en favor de los pescadores de Finisterre” (Diario La Noche, 12/02/1964).
De esas problemáticas, sin duda, las más duras de soliviantar fueron las crisis de los naufragios del pesquero Bonito (ocurrida el 18 de enero de 1960 pereciendo 11 fisterráns), el carguero Casón (5 de diciembre de 1987) y el petrolero Prestige (13 de noviembre de 2002).
En los primeros años ’80 la Cofradía de Pescadores pasa a llamarse “Nuestra Señora de las Arenas”, y envía una carta a la Sociedad Finisterre en América en la que se muestra solidaria con Argentina en la defensa de la soberanía sobre las islas Malvinas: “Porque pensamos que las Malvinas es suelo argentino por derecho propio. Porque las Malvinas han estado injustamente durante muchos años bajo el dominio inglés. Y por último, porque atañe directamente al pueblo de Finisterre, a toda Galicia y a toda España” (La Voz de Galicia 08/05/1982).
Un mes antes, habían presentado la dimisión el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Fisterra Ramón Fernández López y todo el cabildo, en protesta por no haber sido convocada la asamblea provincial de cofradías de pescadores el pasado mes de febrero, tal y como se había acordado en la última asamblea, donde se trataron los problemas de la pesca en general y de Fisterra en particular, con motivo del paro protagonizado por la flota fisterrana en aquel entonces (La Voz de Galicia, 04/04/1982).
También hubo algún momento de conflictos internos centrados en un reducido número de armadores que se enfrentaron a la dirección de la Cofradía, en especial respecto a la utilización del carro varadero, que hicieron presentar la dimisión al Patrón Mayor Ramón Rivas y, pocos días después, ocasionaron un altercado en el que resultó agredido el vicepatrón mayor (La Voz de Galicia, 13/09/1983). El caso conocido como “el Desfalco” fue otro momento muy crítico que se subsanó totalmente.
Una auditoría ponía de manifiesto la existencia de una situación económica insostenible que se agravaba por el desgobierno en que había caído la institución. La Cofradía de Pescadores de Fisterra pasó por un difícil trance que pudo desembocar en su desaparición.
En los ´90 se luchó por conseguir la prolongación del dispositivo de separación del tráfico marítimo frente a la Costa da Morte. El 13 de mayo de 1991 se juntaron los pósitos de Muxía, Fisterra, los patrones de pesca de litoral y Aetinape para que los buques mercantes se alejasen de la costa y dejasen de abordar pesqueros y provocar los centenares de muertes que se estaban dando en un clima de gran “violencia marítima y anarquía en la navegación. Era una batalla justa para salvar vidas humanas”. Esto, después de que el Casóndejara 24 cadáveres esparcidos por las aguas de Fisterra.
Otro éxito del cabildo de la Cofradía fue obtener la titularidad de la lonja municipal en 2004. Su objetivo era ahorrar gastos de personal y dejar la lonja sin cargas; al tiempo que ponía la venta en manos de particulares, para así reducir las ventas al margen de la ley. Un incendio destruyó documentos contables de la lonja cuando era del Concello en 1992.
En 1892 el viejo Castillo San Carlos fue vendido por el Estado y adquirido en subasta pública por el industrial Plácido Castro Rivas, natural de esta villa. Años más tarde, su hijo, Plácido Castro del Río, lo donó en 1946 a la Sociedad Museo de Finisterre para fines culturales y sin ánimo de lucro, entidad constituida y liderada por el Dr. Esmorís Recamán.
Tras su disolución en 1964 y sin haberse materializado el museo, sus bienes pasaron a propiedad de la Cofradía de Pescadores. Finalmente, la Cofradía de Finisterre y la Consejería de Pesca rehabilitaron el local para convertirlo en un Museo de la Pesca, el cual fue inaugurado en el 2006. Lo que demuestra el compromiso también cultural de la institución para con el pueblo fisterrán en su conjunto.
En la misma década se empieza la construcción de la que fue la primera lonja turística de Galicia, inaugurada en 2008. Una de las novedades del proyecto fue que se incorporara el turismo a sus actividades cotidianas de venta de pescados y mariscos. De esta manera se compagina la actividad portuaria y el ocio turístico, intentando recuperar e innovar, al mismo tiempo, el frente marítimo de Fisterra.
Para concluir, luego de un somero repaso de la historia centenaria de la Cofradía, doy un listado completo de sus 17 patrones mayores desde su fundación y que con su abnegada labor, lograron dignificar la de todos los trabajadores del mar que representaban:
D. Francisco Esmorís Recamán (médico que fue Patrón en dos ocasiones alternas 1923 y 1963)
D. Juan Insua Santos (1934)
D. Juan Bautista Traba Domínguez (1938)
D. José López Castreje (1942)
D. José Manuel Domínguez Ballón (1948)
D. Ramón Rodríguez Lestón (1952, también ejerció de alcalde)
D. José Otero González, sacerdote (1956)
D. José Rivera López (1960)
D. Juan Insua Ramallo (1962)
D. Pedro Rivero Iñiguez (1967)
D. Ramón Fernández López (1979)
D. Ramón Rivas Traba (1982)
D. Antonio Vilar Ramos (1984)
D. José Insua López (1986)
D. Manuel Bujan Vila (1990)
D. Juan Francisco Domínguez López (1994)
D. José Manuel Martínez Escarís (2002) (al que agradezco haberme facilitado este rol)