Del este de Europa siguen llegando vientos de guerra, pero nada comparado a lo que pasó en Rusia hace ochenta años. Este mes de diciembre se cumplieron ocho décadas, recordando la batalla de Krasny Bor con la División Azul.
Y de Ferrol nos viene precisamente una crónica inesperada, la de dos hermanos que se alistaron voluntarios en la Blau Division para luchar contra el comunismo en el frente de Leningrado. Son Ángel Castro Torrente y su hermano Tomás. Hoy vamos a hablar del heroico expediente del primero, Ángel, abuelo de mi buena amiga Paula y amigo de mis tíos. Tras un año en Rusia, logró en el frente más bravo de la guerra cuatro grandes condecoraciones: la medalla de campaña, dos cruces rojas y una de guerra.
Voluntarios idealistas
Angel Castro Torrente y su hermano Tomás son dos voluntarios idealistas de libro, cuyas biografías desmienten tanta falsedad vertida sobre la División Española de Voluntarios. El primero es un camisa vieja de la FET, desde el convulso año de 1934, que sufrió la cárcel antes del golpe militar del 36; tras luchar tres años en la guerra civil se alista por convicciones anticomunistas en la milicia falangista de la Blau en el primer contingente, siendo ya un veterano de 31 años fogueado en el frente (Asturias, Belchite, Teruel, Ebro).
El segundo se une a la Blau con 17 años, siguiendo la estela de su hermano, y combate en el infierno de Krasny Bor. El amplio expediente militar de Ángel Castro en dos guerras tiene mucho que ver con su amistad con el teniente general José Gabeiras Montero, ferrolano y amigo.
Participan desde primera hora en el Alzamiento y se encuentran en la guerra civil. Gabeiras es teniente artillero cuando se alista en la Blau y Ángel lo sigue. Prácticamente su hoja de servicios coincide en el tiempo, comparten un año en Rusia en el mismo regimiento; Ángel reengancha, hace dos campañas y regresa a España con cuatro medallas en el pecho en julio de 1942.
Ángel Castro Torrente
Ángel Castro había nacido en Ferrol el 18-3-1910, era operario de Construcciones Navales Militares. Falleció en 1986. Había hecho la guerra civil, tres años, 33 meses, en el regimiento de infantería Zaragoza nº 30 con base en Lugo. Junto al regimiento de infantería Zamora nº 29 de A Coruña salieron en columna hacia Asturias en agosto de 1936, al estallar la guerra. Pertenecen a la 8º región militar, 15ª brigada de infantería, bajo el mando de Rogelio Caridad Pita. Lucha en infantería, en ametralladoras. Y también en las milicias de falange. Acabada la guerra es trabajador de la naval ferrolana pero no se queda en su acreditado oficio cuando Gabeiras lo llama.
Ángel Castro luchó en Rusia en la 7º batería del III Grupo de Artillería del regimiento 250. Se anota voluntario en la cruzada contra el comunismo en la milicia de falange el 1 de julio de 1941. Su baja definitiva en la Blau es del 27 de junio de 1942. En ese tiempo comparte hazañas con el teniente Gabeiras en el III G. Art. 250. Su vecino ascenderá a capitán y tendrá a cargo el grupo artillero. Ángel también se hace cabo. Cuando Gabeiras deja la DEV, su amigo Ángel también decide marcharse y espera el convoy de repatriación. El 9-7-1942 está de regreso en Madrid, llegado desde Vitoria y será enviado en tren a A Coruña; los de Ferrol salen de la expedición en Betanzos para ir a sus casas. Gabeiras entra en España en agosto, un mes más tarde.
En las primeras expediciones de retornados llegan compañeros de Ángel como Roberto Bermúdez de Castro; y mis vecinos de Ponte do Porto Eliseo Moreira Canosa y Andrés Marcote.
Un frente congelado
La Blau fue la primera y con mucha diferencia la más poderosa división de voluntarios extranjeros de la Wehrmacht; y la más condecorada (8 laureadas, 53 M.M.I, 2 cruces de caballero, 135 cruces de hierro de 1ª clase). Su potencia de combate era incluso superior a la mayoría de las unidades del frente (con menos efectivos) y además por el sistema de relevos pudo ir cubriendo sus muchas bajas manteniendo su grado.
Por poner un ejemplo, la Legión Francesa combatió sólo una semana en el cerco de Moscú y fue enviada a la reserva el resto de la guerra por inoperativa. Con la Blau lucharon valerosamente en ocasiones soldados letones, flamencos.
Llegó a Rusia cuando los alemanes estaban siendo frenados y se ponían a la defensiva ante ataques en oleada rusos, con un potente Ejército Rojo minusvalorado por el enemigo. Sufrió el invierno más duro en condiciones terribles y también los fallos tácticos y la desconfianza del general von Chappuis, felizmente relevado en abril del 42.
La alegría y euforia de los voluntarios españoles contra el comunismo al participar en la Operación Barbarroja (15-11-41 a 26-4-42) se dio de bruces al ver que el Heer, el ejército alemán, no era la maquinaria perfecta que vendían los noticiarios, y comprobar que los dejaban muchas veces sin apoyo, porque realmente no podían prestarlo al estar sufriendo descalabros en el frente de Moscú. En las ofensivas de invierno de 1941-42 los alemanes rendían la porosa línea y perdían kilómetros de frente, pero la zona asignada a la Blau no cedió un palmo de terreno, a un coste elevado de bajas. Lo que le valió el asombro de los mejores generales teutones y del mismo Hitler.
Podemos seguir las hazañas de Ángel Castro entre los primeros soldados de la Blau. El 13 de julio salieron de Madrid los primeros trenes hacia el campamento alemán de Grafenwoehr. El regimiento de Artillería 250 en el cantón Hugel Gumzlong. El primer jefe del regimiento fue Jesús Badillo Pérez y el jefe del II grupo ligero el comandante Ramón Díez Ulzurrum. El 31 de julio juran fidelidad al führer en Kranenberg, a un kilómetro de la base. El 17 de agosto parten a Koenigsberg. El 20 de agosto van al frente ruso. Están en Suwalki el 27. Irán a pie hasta la línea de combate, 900 kms, caminando cien kms por día, descansando una jornada. De Vitebsk a Pskov, a Dno, a Novgorod, ciudad en donde se ubicará el campamento de la división. En Novgorod se instala el regimiento de Artillería. Los grupos ligeros cuentan con piezas de 105 mm y una batería de plana mayor. El regimiento tiene 48 bocas de fuego y 2.732 hombres.
Desplegada al norte de Novgorod la DEV entra en fuego el 12 de octubre incorporada a la división von Roques del 16 ejército (19 de octubre a 14 de noviembre de 1941). El 19 Ángel combate en la ofensiva del río Voljov.
En los combates del Possad destacan el ferrolano Quintana Lacaci (medalla militar individual) y José Pérez Castro de A Guardia (muerto en combate; laureada y cruz de guerra). El 14 de noviembre la Blau pasa al 38 cuerpo del ejército que en febrero del 42 se integra en el 18 ejército. El 27 de diciembre de 1941 sucede el ataque ruso a Lobkov y Udarnik.
Es parte de la gran ofensiva soviética contra el sector septentrional de la DEV (entre el 21 y el 27). En la noche del 26 al 27 se produce una ambiciosa operación rusa, teniendo enfrente a un valeroso y laureado regimiento de infantería español con una decidida acción de la artillería. Es una victoria contundente de la Blau que deja 1.100 muertos rusos, por 79 bajas españolas (muertos y heridos).
En el Voljov
En enero del 42 el Ejército Rojo cruza el Voljov. Durante enero y febrero el 18 Ejército se encuentra al borde del colapso. La Blau avanza líneas al norte de Novgorod para contener la cabeza de puente del Voljov.
El diario Pravda y la prensa aliada en enero dan como aniquilada la DEV, cuando la realidad es muy distinta, aguanta la posición y frena los ataques. Y resistirá dos años cumpliendo su cometido hasta su relevo voluntario. En donde se colocaron las tropas españolas, las líneas no se rindieron, sus trincheras no se vinieron abajo. Los rusos fracasaron en sus ataques contra la Blau en la isla del Voljov y la zona de Novgorod defendida por la DVE. En cambio las líneas alemanas en todo el frente norte y centro cedieron. Los soviéticos abrieron brechas de 30 km de ancho y de profundidad en el Cuerpo de von Chappuis.
Desde marzo del 42 hasta el 30 de mayo se producen las operaciones para cerrar la bolsa del Voljov. En abril se inician maniobras contra la cabeza de puente del Voljov y contra la bolsa del Voljov. Por estos actos Ángel Castro recibe prestigiosas condecoraciones de combate. Dos cruces rojas, una cruz de guerra. Además de la preciada medalla de los congelados, que todos los soldados alemanes lucían de forma destacada porque acreditaba haber pasado el terrible invierno de 1941 (batalla de invierno en el este).
Fueron unas vivencias dantescas, como destaca Caballero Jurado (La División Azul, 2019); un invierno ártico de frío extremo, hambre y agotamiento. Situaciones trágicas que reflejan los diarios de los combatientes. Pero los españoles habían perdido todo complejo con respecto a los alemanes, «los españoles eran muy conscientes de que ellos no habían cedido terreno, mientras que sus camaradas de armas alemanes lo habían hecho a menudo» recuerda Caballero.
El mito de la presunta invencibilidad alemana se venía abajo y los aires de superioridad de algunos tedescos resultaban insoportables a los españoles. Con menos medios y personal aguantaron en precarias situaciones, mientras algunas unidades tedescas hacían el ridículo en Vitebsk, Smolensko. Los batallones españoles tienen que reforzar las operaciones de ofensiva alemanas. «Los alemanes eran inigualables en tirar p´alante y en retirarse: su velocidad no hay quien la alcance en ninguno de los dos casos» escribe en su diario el artillero Miguel Martín.
La muestra de la combatividad de la Galubaya Diviziya que asombró a los mandos alemanes es la lista de bajas entre octubre de 1941 y marzo de 1942; cuando el artillero Ángel Castro logra sus galones. 1078 muertos, 7.130 bajas (enfermos, heridos, congelados).
De ellos 1.234 congelados, a los que hay que añadir los heridos por graves enfermedades pulmonares; víctimas del general invierno que segó el Heer y le impidió la guerra relámpago y la rápida toma de Moscú. Lejos de rendirse y plantear su regreso a España, la DEV se mantuvo en pie y sólida. En febrero, 750 soldados cubrieron las bajas. Entre abril y agosto salieron diez batallones en marcha de relevos desde España. En el segundo de esta oleada de refresco (el 6º batallón) llegaba el tren con Tomás Castro.
Ángel Castro, un héroe ferrolano
Carlos Caballero, Francisco García Izquierdo, el archivo de la hermandad gallega Spanky Jarasho aportaron algunas notas a estos casos. Sobre todo la nieta del soldado, Paula Castro Mira, consiguió datos de su abuelo en el Archivo General Militar de Ávila. Son varios expedientes. En uno (AGMAV, caja 4549, carpeta 17) el jefe provincial de las milicias de FET en A Coruña el 27-11-1944 informa de la remisión de la cinta de invierno a los soldados y milicianos Ángel Castro Torrente y Roberto Bermúdez de Castro. La referencia para la correspondencia es su madre María Torrente (calle San Diego 5, 2º. Ferrol).
En otro expediente, nº 753 «División Española de Voluntarios» (AGMAV, c. 5217, 37) podemos leer el certificado de la entrega por la alcaldía ferrolana a Ángel Castro el 13-12-1944 del diploma y cinta en comunicado al teniente coronel jefe provincial de la milicia de FET en A Coruña el 27-12-44. En otra hoja del Ministerio del Ejército, subsecretaría de la representación de la DEV, fechada el 1-12-44, se certifica la concesión de la medalla de campaña de invierno 1941-42 en el este y cinta distintiva el 27-11-1944 a los soldados milicianos Ángel Castro Torrente y Roberto Bermúdez de Castro. Se informa que el interesado vive en c/ Ramón Franco 5, 2º.
En el mismo expediente aparece una ficha de militante de FET en la División Azul, con alta el 1-7-1941 y baja el 19-6-1942, por haber sido licenciado. En los datos personales se informa que Ángel Castro es hijo de Tomás y de María, nacido en Ferrol el 18-3-1910, de oficio panadero y soltero. En los datos militares se indica que es del reemplazo de 1931, caja de reclutas de A Coruña. En la guerra civil prestó servicio desde julio de 1936 a abril de 1939, un total de 33 meses. Alcanzó en su vida militar el grado de cabo y la medalla de campaña, dos cruces rojas y una de guerra. Trabajaba en Construcciones Navales Militares. En los datos políticos vemos que se afilió al partido en 1934.
Un nuevo expediente (AGMAV, c. 5229, 52) es el informe de la sección 1ª de personal de la DEV de la milicia de FET, junta divisionaria de la 8ª región militar sobre Ángel Castro, abierto el 15-12-1942. En la hoja de referencia se indica que A.C.T. es voluntario procedente de Madrid, nº 3966, fecha 9-7-1942, con original archivado en «sección 2ª, grupo 7º, D.E.- bajas»; como repatriado por relevo. La representación informa de un listado de repatriados de la DEV de la región militar gallega enviados desde Vitoria a su procedencia, dados de baja en la DEV el 27-6-42.
Se acompaña de otra ficha de FET División Azul A253. En los datos incorpora algunas novedades. Se indica que su especialidad son las ametralladoras. En los datos políticos, se afilia en febrero de 1934; antes del Alzamiento colabora con FET, «sufriendo persecuciones y encarcelamiento». Su actuación en la guerra civil: «en diversos frentes de combate gozando de la condición de excombatiente». Tras la guerra, «desde abril de 1939 hasta la fecha es militante de FET». En los datos militares se indica que perteneció a infantería Zaragoza nº 30 y a Falange.
En el último expediente (AGMAV, c. 6133, 33) se encuentran los diplomas de sus medallas en Rusia, dos cruces rojas firmadas en nombre del Generalísimo por el general jefe de la DEV Muñoz Grandes el 1-12-1942. El primer diploma reza «en atención a los hechos y servicios notables prestados durante el primer periodo de la campaña de Rusia concedo al soldado artillero Ángel Castro Torrente la Cruz Roja al Mérito Militar». El otro se refiere a la cruz roja por el segundo período de la campaña.
Aunque este caso merece una atención especial, su hermano Tomás, ferrolano nacido en 1925, tenía 17 años cuando se unió voluntario en la Blau en donde ya servía su hermano. Se alistó en el regimiento de infantería 35 de Ferrol. Partió para Rusia en el 6ª batallón en marcha, que salió de España en abril de 1942; y regresó a España en el 16 batallón de repatriación, que llegó a España en noviembre de 1943. A esta hoja de servicios debemos añadir un dato excepcional, a sus 97 años es por lo que sabemos el único superviviente gallego de la Blau, historia viva de la Segunda Guerra Mundial en un frente desgraciadamente activado, de rabiosa actualidad.
Como en tantos otros casos, muchos desvelados en estas páginas, en vida estos soldados testigos directos de la mayor guerra de todos los tiempos tuvieron que ocultar sus memorias. Y sus familias tampoco querían hablar de ello, pero son sus nietos los que desean saber la verdad y restituir los hechos.
Ángel fue compañero en la batería de José Méndez, de Salvador Mosteyrín, otras biografías reveladas en este medio tras décadas de silencio. Paula Castro, nieta de Ángel, paseaba con su abuelo por el Cantón de Molíns y la Plaza de Armas. Su abuelo le enseñó a andar; y acudía a la marisquería de mis tíos, La Jovita en la calle del Sol, ya que mi prima María Dolores era compañera suya en la Compañía de María. Con trece años perdió a su abuelo, pero se acuerda de sus conversaciones y siguió indagando.
A hombros para cruzar el río
Me comentó que era muy amigo de Gabeiras Montero, entonces teniente en artillería y «parece ser que mi abuelo fue escolta de la plana mayor» donde ejercía el oficial. Y es cierto que ambos compartieron destino y temporalidad. «Otro dato que tengo es que su hermano, Tomás, de 17 años se inscribió más tarde que mi abuelo en la División Azul y no estuvieron juntos aunque parece ser que se encontraron un par de veces en Rusia, una de ellas mi abuelo lo llevó a hombros para cruzar un río». Llegaron a servir juntos tres meses y al menos participaron en una gran ofensiva. Recuerda su nieta que «cuando partió ya conocía a mi abuela, Aurelia Painceiras y ya tenían un hijo. Al regresar de Rusia había perdido todo el pelo.
A partir de ahí nació mi padre, Angel Castro también, y dos hijos más». Recuerda de pequeña que la abuela le contaba cómo «el abuelo había perdido todo el pelo en Rusia por el frío, no me contaban más, oía a mis padres mencionar la División Azul pero yo no tenía ni idea a qué se referían».
El teniente general Jose Gabeiras Montero era ferrolano, como Guillermo Quintana Lacaci. Nacido en 1916, en 1934 ingresó en la Academia de Artillería de Segovia, sirvió en la guerra civil como alférez y teniente. Se incorporó como teniente a la División Azul el 1 de julio de 1941, procedente de la Academia de Segovia.
Y lleva como artillero a su amigo Ángel Castro, excombatiente y experto fogueado en ametralladoras. El 1 de agosto de 1941 Gabeiras es destinado a la batería de plana mayor del regimiento de Artillería 250; como Méndez, Mosteyrín y Ángel Castro. El 13-5-1942 es ascendido a capitán; el 26-5-42 toma el mando de la 9ª batería y al mismo tiempo se hace cargo del mando del III Grupo hasta julio de 1942.
El 29 de mayo partía de Rusia el segundo batallón de repatriación, que llega a San Sebastián el 16 de junio y a Vitoria el 17, en donde los soldados reciben un clamoroso recibimiento. En este grupo vendría Ángel Castro. El 13-8-42 Gabeiras cruza la frontera con el 5ª batallón de regreso.
Salvador Mosteyrín de Corcubión sacó fotos de este grupo y escribió un diario que nos podía aportar valiosa información del comando gallego del regimiento, pues compartió tiempo con Gabeiras y Ángel Castro. José Méndez de Braño (Vimianzo) se quedó hasta el final, como el joven Tomás Castro, y recibieron las del pulpo en Krasny Bor. Pero aguantaron el tipo, los rusos no pasaron.
Por desgracia los hijos de Ángel fallecieron y no guardamos nada de sus efectos de Rusia. Sólo queda el padre de Paula, que recuerda haber visto su cinturón de la Blau. Ángel nació en el céntrico barrio de la Magdalena de Ferrol, sus padres regentaban una panadería, tuvo muchos hermanos. Luego ingresó en la naval, tras la guerra civil, y a la vuelta conservó su puesto. La futura Bazán. Falleció el 27 de julio de 1986. Se llevó su historia, sus recuerdos.