– Rafael Lema-
Si uno piensa en la relación de Galicia con un juego tan identificado con EEUU como el béisbol la mente le guía a los muchos descendientes de gallegos federados en el área del Caribe en este deporte más que en la posibilidad de una tradición gallega del mismo. Pero lo cierto es que una de las primeras referencias europeas del uso de pelota y bate aparece en una obra singular de la literatura gallega, las «Cantigas de Santa María» recopiladas por el rey Alfonso X el Sabio; escritas en lengua gallega, que el rey criado en nuestra tierra bien conocía. Una obra del siglo XIII en donde en una de sus iluminaciones aparece un grupo de jugadores en una escena típica de un campus universitario yankee.
El beisbol
Se trata en concreto de dos grupos de jugadores y dos juegos de pelota distintos. En el margen derecho tres personas juegan con una pelota con lanzamientos elevados. En la escena central, sin embargo, otros dos personajes juegan al «beisbol», con pelota y bate (pitcher y catcher). Uno lanza y otro batea. Todos lucen una especie de cofia blanca protectora en la cabeza, vestes de distinto color (unos rojos, otros azules) y calzan unas curiosas madreñas blancas decoradas con una curiosa proximidad al tenis moderno. La escena apunta más a una competición que a un momento lúdico. Incluso puede mostrar no dos deportes distintos de pelota sino dos escenas de un partido: unos batean, otros corren por la bola elevada.
Cántigas de Santa María
El manuscrito de las Cantigas de Santa María data de la segunda mitad del siglo XIII (entre 1270 y 1282, según Walter Mettmann), constituye una de las colecciones de canción monofónica más importantes de la literatura medieval occidental. De corte trovadoresco y paralitúrgico, aporta páginas iluminadas por portentosos artistas del entorno galaico, con muchas escenas cotidianas. Se trata de un conjunto de 417 composiciones en honor a la Virgen María.
Como manuscrito iluminado, se ha querido ver en las Cantigas de Santa María la primera aleluya o historia dibujada de la península Ibérica. A la creación culta de la rica tradición lírica galaico portuguesa se unen las fuentes de la literatura oral, con relatos del folclore español y alemán, pues tudesca era la madre de Alfonso X, Beatriz de Suabia, nieta del emperador Federico Barbarroja; añadiendo al cóctel las experiencias personales del rey. Las cantigas aportan en sus cuadros numerosos instrumentos musicales, y escenas de ocio; también permiten estudiar la infancia en el mundo hispano medieval, 72 de las 427 composiciones están dedicadas a la niñez, casi un 20 por ciento.
Si el béisbol moderno se desarrolló en Estados Unidos, en la primera mitad del siglo XIX, cuenta con antecedentes antiguos. El Salón de la Fama y el Museo Nacional de Béisbol se encuentran ubicados en Cooperstown, la posible patria del deporte. Pero existen evidencias de juegos con un palo y una bola desde los primeros albores de la civilización, con aspecto ritual (Persia, Egipto y Grecia). Juegos de este tipo se extendieron durante la Edad Media por toda Europa. Los europeos los introdujeron en sus colonias de América hacia el siglo XVI. En 1744 surge en Inglaterra la primera evidencia impresa del «Base Ball» que fue publicada en un libro de pasatiempos infantiles. Pero la escena gallega del bateador es la más clara y antigua referencia iconográfica del medievo.