//Rafael Lema Mouzo//El domingo se cumplen 800 años, 8 meses y 8 días del primer documento real de concesión de la villa de Vimianzo.
El Fondo del Condado de Altamira guarda un tesoro de legajos en el archivo de San Paio de Antealtares de Santiago que sigue aportando muchas novedades sobre la historia de la Costa da Morte. En el legajo 3 Varios encontramos una carta de donación del rey galaico leonés Alfonso IX dada en A Coruña el 20 de junio de 1220 en donde podemos leer como el rey don Alonso hace merced a Pedro Juan Mariño (Petro Ioannis) de la villa de Vimianzo.
Es pues la primera cita que confirma la posesión de la parroquia del valle de Soneira en manos de los Mariño, grandes posesores en la zona en este siglo. También tenemos la cita de Vimianzo como villa de realengo, una puebla que el rey concede a un noble por un tiempo determinado y con unas limitaciones fijadas por la ley; ya que el rey sigue teniendo una serie de prerrogativas exclusivas. Alfonso IX, único rey gallego que dejó rastro documental en nuestra comarca, en su viaje a Treos, Cereixo y Serantes de 1228, también había concedido títulos de villa a Cereixo y Castriz. En toda la literatura hasta ahora escrita sobre Vimianzo nunca se había hecho referencia a esta importante prueba. Tampoco se tenía conocimiento de posesiones en la Costa da Morte antes de 1287.
Sepulcro y detalle del escudo de los Mariño en Santa María A Nova en el Concello de Noia, lugar del que era originaria la familia (siglo XIII)(fotos Gran Enciclopedia Gallega / Heráldica, Xenealoxía y Nobiliaria, Ed. Hércules).
Es pues un documento trascendente para la historia de Vimianzo, confirma una posesión real que es cedida a un noble, cuya familia lidiará durante dos siglos por conservar este derecho. La iglesia de Vimianzo aparece citada en un acta de 868 como perteneciente a Iria en lo eclesial, pero este es el primer documento real de la población. Y aporta el primer vínculo de los Mariño y la comarca. Los reyes en este siglo les conceden las fortalezas de Vimianzo en Soneira, Broño en Barcala y Penafiel en O Pindo. Con el alfoz colindante.
Petro Iohannis (Eans) o Pero Anes Marinho, hijo de Joham Frojaz (Froilaz) de Valadares y de Urraca Fernández obtiene el don el año de la muerte de su padre. Fue trovador en lengua gallega y caballero del Temple.
El apellido Mariño nace de un apodo. Un primer antepasado al que llamaban «marinnus», por ser hombre de mar, suponemos dueño o patrón de un barco. Es conocida la leyenda que habla sobre su origen, hijos de un hidalgo y una sirena. La pueden leer en mi libro «Camiño dos faros, leyendas de la Costa da Morte». Sobre los Mariño tiene ya tratado nuestro compañero de redacción Satti Bouzas, debido a su vinculación a Fisterra, desde que el rey de Castilla Sancho IV «el Bravo», diera a Don Martín Eans Mariño en donación, el 15 de mayo de 1287, las feligresías de Santa María de Fisterra, San Vicenzo de Duio, y Santa Mariña de Maroñas por su lealtad en las luchas internas por alcanzar el poder en la sucesión al trono de Alfonso X, el sabio.
Don Juan Fróilaz Mariño, señor de Valladares y otras tierras cerca de Noia, era un Milites muy conocido en Santiago, que recibió en 1173 del Rey Fernando II el realengo de San Julián de Pereiriña en Nemancos y que luego cedería a los monjes de Toxosoutos, con confirmación de Alfonso IX del año 1219: «ecclesiam Sancti Juliani cum villa de Pereyra cum omnibus directuris et pertinenciis suis sicut illam dedit et incartauit pater meus bone memorie rex domnus Fernandus domno Johanni Marino, et ipse Johannes Marinus postea per cartam dedit et concessit eidem monasterio supradicto de Togis Altis».
Confirma con nombre de Johannes marinus algunos documentos de la época, como la donación que al célebre monasterio de San Martín Pinario hicieron los condes don Nuño y doña Teresa, en 1178, y el 13 de diciembre de 1190 formó parte de un tribunal constituido en Castrelos (Cambados) bajo la presidencia del Arzobispo de Santiago, para dirimir cierto litigio entre el caballero don Diego Guntádiz y su terrateniente Munio Muñiz.
Casado con doña Urraca Fernández (uxore mea Donna Orraca Fernandi), hizo testamento por causa de enfermedad y mandó sepultar en el cementerio de San Paio de Antealtares (17-10-1220, Monasterio de Toxos Outos) y en el que se aclara que Mariño no era apellido aún: «ego domnus Johannes Froyle cognomine Marinus, graui infirmitate detemptus plenus tantum meo sensu, plenus memoria» ; además de citar a su hermana María Fróilaz a secas: «Mando quod soror mea domna Maria Froyle teneat in uita sua quantum ego habeo in ecclesia de Freeixi».Y los hijos que aparecen dentro y al final del documento a excepción de Doña Marina, son: Pedro, Martín, Juan, Payo, Gonzalo, Osorio y Doña Sancha (apellidados todos Iohannis, es decir Eans). Se presume a Pedro Eans primogénito, pues firma el primero en el testamento de su padre que le llama varias veces así: «Mando filio meo Petro Iohannis… et Domnum Petrum Iohannis filium meum».
Satti recuerda que existe una única poesía en el Cancionero de la Vaticana conocida con el número 523 que nos da la filiación de don Pedro Eans Mariño. «Esta cantiga fez Pero Anes Marinho, filho de Joham Frojaz de Valadares, per salvar outra que fez Jo[am] Airas de Santiago, que diz assim [o] começo: 'Dizem, amigo, que outra senhor queredes vós, sem meu grado, filhar' Boa senhor, o que me foi miscrar / vosco por certo soube-vos mentir: / que outra dona punhei de servir; / de tal razom me vos venho salvar: / se eu a molher hoje quero bem / senom a vós, quero morrer por en / E, nobr'amiga, pois vos sei amar / de coraçom, devedes receber / aquesta salva que venho fazer / e nom creades quem quer profaçar: / se eu a molher hoje quero bem /senom a vós, quero morrer por en. / E, meu amor, eu vos venho rogar / que nom creades nẽum dizedor / escontra mim, meu lum'e meu amor, / dos que me querem [vosco] mal buscar, / se eu a molher hoje quero bem / senom a vós, quero morrer por en / Nem quer'eu dona por senhor tomar / senom vós, que amo e quero amar.»(Trans. de Lopes, Graça Videira; Ferreira, M. Pedro et al. (2011- ).
El otro hermano, Martín Eans Marino, figura como autor de las trovas 1154 y 1155 del mismo Cancionero. En el posterior Cancionero Colocci-Brancuti hay un Osoyranes (Osorio Ans o Eans), que indudablemente es también el hijo de D. Juan Fróilaz que llevaba este nombre. Fue Canónigo de Santiago. El primitivo blasón de los Mariño de Noia tenía por armas fajas ondeadas de azur en campo de plata. La estirpe seguirá presente en la zona, siempre en cargos cercanos a la mitra compostelana, hasta que tras una serie de pleitos en el siglo XIV por estas tierras de vimianzo y broño.
La licenciada María Margarita Vila da Vila (Depto. de Historia del Arte, Facultad de Geografía e Historia – USC) vincula a este templario con una inscripción de un tal «PETRUS EAN DEI MILES», que hay en un soporte del coro de la iglesia de Santa María de Cambre; que a su vez pudiera ser el responsable de haber traído de Tierra Santa la Hidria de Jerusalén que se conserva en dicho templo.
También la Casa de Traba dio varios hermanos a la Orden del Temple, por lo que los Mariño acompañarán a otros templarios gallegos en por los menos dos cruzadas en donde estuvieron presentes. Los Traba donarán Pasarela al Temple. Pero la pretendida relación de los Traba y los Mariño no debió ser muy directa. Cuando muere sin descendencia en 1255 Rodrigo Gómez de Traba heredan los Baticela de Limia, y desde 1330 son los Lemos los nuevos condes de Galicia y hombres fuertes del país.
Desde 1362 los Lemos pleitean con los Mariño por las fortalezas de Vimianzo y Broño (Barcala), el castillo de Penafiel en O Pindo, Olveira, Fisterra, Duio, así como ciertos bienes en San Juan de Cambeda y San Vicente de Vimianzo. El rey don Pedro en 1363 ordena la ejecución y venta judicial de los supuestos bienes retenidos por los Mariño. Desde 1425 pasan a los Moscoso de Altamira.