En 1417, el coto de San Pedro de Brandomil aparece aforado por el convento de Santa Clara a Constanza López de Moscoso, viuda de Luis Soga de Lobeira (el Deshonesto), nieto de Payo Mariño, “criado” (por hijastro) de Doña Leonor González de Saz, propietaria original del coto.
Esta Leonor nacida en Zas (Saz, Sas, Ssas, Saas o Sauces), había pertenecido a la poderosa familia de los González de Saz, que controlaban los pasos estratégicos de Olveiroa y Brandomil, cerca del río Xallas (s. XIV), incluido el Hospital de Logoso en los caminos desde Compostela hacia Finisterre donde eran dueños de una buena parte de esta parroquia también (véase mi artículo “Recuento de las Casas Nobles de Fisterra VI: los Mariño”).
Tenían en Olveiroa una casa-fuerte sobre un promontorio junto al río, de la que tan solo pervivió un topónimo.
Doña Leonor González de Saz, fundó una capilla en la catedral compostelana hacia 1323 para uso funerario. Rematado con un tímpano de la Epifanía, al que se incorpora la donante arrodillada junto a san José, y el epígrafe: «Capella : dona : Leonor».
Este linaje entronca con los Mariño por medio del enlace entre D. Ruy Soga de Lobeira y Dª. Leonor González de Saz (fue segunda esposa de Ruy e hija de Don Juan González de Saz). Al establecer su residencia en Santiago, pasaron a gozar del amparo del arzobispo francés Fray Berenguel de Landoira (1317-1330) y el cabildo. Tal es así que nombran a Ruy Pertiguero Mayor en 1320 y este, responde mediante donación y permutas de varios bienes:
“Veendo et considerando como vos Rui Soga et vossa moller Doña Leonor ia ditos et aqueles onde vos viides sempre fostes moito obedientes a Iglesia de Santiago et a nos et a dita iglesia por raçon de muytos vossos bees, casas et coutos et outras cousas que destes et doastes en noso tempo a nos et que sempre nos fecestes muyto servicio et muyta aiuda a nos et a essa iglesia, et porque veemos et entendemos que avedes gran voontade de servir a Deus et a Santiago” (carta de 6 de mayo de 1323/ A. López Ferreiro, “Historia de la Santa A.M. Iglesia de Santiago de Compostela”, VI- 1868).
Blasón de Don Álvaro Nuñez de Lamas en San Andrés de Zas (foto galiciapuebloapueblo,blogspot / dibujo interpretación J.G. Satti)
Mencionar también que la familia Mariño ya estaba vinculada estrechamente a los Moscoso a partir del matrimonio entre Juan Mariño de Rianxo y María Álvarez, hija de María López de Moscoso y Ferrán Becerra de Cances, circa 1360. A la par que otros parientes sirvieron en las fortalezas de los futuros condes de Altamira.
En otro documento (23 de enero de 1329), Doña Leonor aceptaba doce mil maravedís que el arzobispo le entrega a cambio de la casa fortaleza de Salceda con todos sus derechos, cuyo propietario había sido su primer esposo Don Esteban Rodríguez de Ulloa (op. cit.). Al tiempo que cedía la ya dicha “casa forte de Olveiroa, con todas sus directuras et con seus peteeçementos”, y con ella, el control de ese importante punto estratégico al prelado compostelano.
Escudo copiado a los Señores de Zas por el concello // Blasón de Lanzós y Castro con las 5 llamas en la bordura de los Lamas de Coruña
Siendo además benefactora del convento de Santa Clara en que estaba su hermana Teresa, les donara tierras para su beneficio (con el compromiso de celebrar anualmente un aniversario por su alma), entre las que estaba el citado coto de Brandomil; que finalmente será vendido en 1504 a Álvaro Núñez de Lamas con derecho de señorío, es decir de cobrar hacenderas, luctuosas y colleitíos (en un arrendamiento de 1410 se dice que su renta es de 250 maravedís anuales).
Este hidalgo, perteneciente a la baja nobleza de las comarcas de Nemancos y Soneira, era hijo de un escudero de Corcubión: Don Antón Graíño de Lema, que estuvo al servicio del Vizconde de Finisterre y luego conde de Altamira, Don Lope Sánchez de Moscoso (véase mi artículo el Arzobispo Fonseca contra el Vizconde de Finisterre).
Esto queda acreditado por algunos documentos en el que aparece como apoderado:
Uno es un inventario de propiedades en el Casal de Elvira a petición de Elvira de Corcubión y Antón Graíño, en nombre del conde de Altamira (24/03 /1488- AHUS).
Otro es un documento de compra-venta de la misma Elvira de Corcubión, moradora en el puerto de Cee, que vende a Lope Sánchez de Moscoso, conde de Altamira, todas sus heredades, huertas y cortes que posee en Corcubión de Arriba y de Abajo, además de una casa en el puerto de Corcubión y dos terrenos, por quinientos pares de blancas que entregará a su acreedor Antón Graíño (01/03/1496); y en la consiguiente carta de pago de los quinientos marabedís a D. Antón el día 7 de marzo de 1496.
Graíño de Lema era señor de la casa y coto de Saz, hijo de Dª Aldonza de Lema y casado con Constanza López de Lamas, cuyos padres fueron D. Gonzalo López de Lamas (hidalgo y escudero en la Casa de Altamira) y Dª. Urraca Ares de Señoráns.
Antón Graiño aparece por la Costa da Morte por vez primera en una donación al monasterio de Antealtares del casal llamado de `Martin Nieto´ con sus casas y heredades en Morquintián (Muxia) (1486 / archivo AHUS).
Sepulcro del Cardenal Lopo González de Carballido con su blasón // Escudo de los Romero de Moscoso de Ponteceso donde se aprecia en el 1º cuartel las armas de los Moscoso combinadas con Carballido (fotos Heráldica, Xenealoxía e Nobiliaria, ed. Hercules 2008).
Antón y Constanza tuvieron por hijo a D. Álvaro Núñez de Lamas y Señoráns, Señor de Zás y Brandomil, que fue vasallo de la Reina Juana y de su hijo Carlos l. Falleció en 1543 y lo enterraron a la derecha del Altar en la Iglesia de San Andrés de Zás. Su sepulcro representaba un hombre, vestido de cota de malla, con esta inscripción: «Aquí yace el Muy Noble Cauallero Alvaro Nuñez de Lamas q. mando hazer esta Iglesia y moro (murió) año de mill quinientos quarenta y tres».
Y al lado de la epístola un bulto de mujer con dos escudos debajo, que tienen en medio este letrero que dice así: “Aquí jace la muy noble señora Constanza López de Lamas, su madre, que morio era de mil quinientos y quatro, día de Nuestra Señora de agosto” (Blasones y Linajes de Galicia de J.S. Crespo de Pozo/1965). Ambos sepulcros fueron removidos en el siglo XX.
Los dos escudos de cuatro cuarteles cada uno, portan: “en el primero un castillo con su puerta y almenas y dos perros; en el cuartel arriba que se sigue una mano con un pino asido; y en los de abajo seis roeles y cinco lanzas con tres hojas de higuera al pie , que dicen ser las armas de los Lamas y los Castros). El otro escudo lleva los mismos emblemas” (op. cit.). Es necesario corregir que el segundo campo no lleva un pino sino un carballo (roble) de los Carballido y el cuarto, es de los Lanzós de Figueroa.
El blasón de estos Lamas se tomó en 1984 como base del actual escudo del concello de Zas: una torre con dos perros pasantes al pie. Justamente la peculiaridad de esta familia es que al contrario que otros Lamas no adoptaron llamas o un castillo ardiendo para identificarse.
Nuñez de Lamas estuvo como su padre al servicio de los Condes de Altamira y lo deja claro en su testamento de 1540. En efecto, Don Álvaro intenta poner a sus hijos al cuidado de Lope Osorio de Moscoso “e de sus subçesores, como yo e mis anteçesores siempre fuymos servydores de su señoría e de su casa y anteçesores” (Pleitos Civiles, Varela (F), caja 40, exp. 5, f. 1-3).
Documento donde se aprecia el agregado «de Lamas» al apellido de Diego Álvarez de Sotomayor, además del patronazgo de Urraca de Moscoso heredado de su abuela.
Más adelante veremos cómo enlazan los Lamas con una rama menor de los Moscoso y de los Sotomayor pero ahora llama la atención el segundo cuartel de su blasón, puesto que los coloca muy directamente en la órbita eclesial.
En el siglo XVI la elección del apellido no estaba sometido a reglas estrictas y en ocasiones se adoptaba el de algún abuelo/a o se mezclaba un apellido patronímico con un toponímico, y como ejemplo de este caso el linaje de los Carballido que vivían en Santiago.
En el muro del Evangelio de la capilla mayor de San Fiz de Solovio se encuentra el sepulcro del cardenal Don Lopo González de Carballido (†1518), yacente de pontifical con las manos sobre el pecho, mitrado, con su cabeza apoyada en tres almohadones junto a un ángel arrodillado que lee. El frente se decora a modo gótico, con el escudo de armas al centro. Circundado todo por la inscripción: ES DE LOPO GS DE CARBALL; CARDENAL DE SANTIAGO/ FALLECIO A ONCE DE JUNIO AÑO DE MILL QUINIENTOS/ E X OCHO MANDO CATORCE MISAS.
Otro importante miembro de la estirpe era el principal arrendador de las rentas del reino de Galicia, D. Ruy Martínez de Carballido; y que como recaudador del Arzobispo Lope de Mendoza, fue autor de una de las tres partes del volumen conocido como Tumbo Vermello.
Ruy Martínez de Carballido era medio hermano de Diego Rodríguez de Carballido, padre de Juana de Castro y Guizamonde (apellido de un abuelo materno). Documento que lo confirma: “Rectificación y aprobación de Doña Juana de Castro y Guizamonde, mujer de Diego Álvarez de Sotomayor, vecino de Santiago, testamentario y cumplidor de Ruy Martínez de Carballido, tío de la dicha Doña Juana, de la venta hecha a Pedro García, canónigo y prior en Santiago, del casal de Filgueira, sito en la feligresía de Santa Mariña de Anxeriz y de otros casales por precio de 5.000 reales” (Archivo Catedral Santiago, P. 27, 100).
También podemos citar a los Romero de Moscoso de la Casa de Sergude que incluyen entre sus armas el brazo con un carballo rodeado de estrellas, por ser oriundos de San Juan de Xornes, Guisande, Sergude, Langueiron y Carballido, parroquias todas del concello de Ponteceso. Familia que entre sus miembros se contaron Magistrales de Santiago y Colegiales de Fonseca.
Aclarado este punto seguimos analizando el ascenso social en la diócesis de Santiago de Don Álvaro Núñez de Lamas, Señor de Zas y Brandomil, que funda en 1540 el mayorazgo asentándose en la casa solariega de Santa María de Lamas (lugar de nacimiento de su madre).
Primero se casa con Dª Inés Rodríguez de Leis (Vimianzo) y tienen al primogénito Pedro Graíño de Lamas y Señoráns, Señor de Zás y Brandomil; y de segundas (sin confirmar) con Aldara de Zas, cuyos hijos fueron Lope Coscones de Lamas (varios de este apellido sirvieron a los Condes de Altamira) casado con Inés García Prego de Montaos; y Antonio Graíño de Lamas.
D. Pedro Graíño al unirse en matrimonio con Inés Bermúdez de Moscoso, logra enlazar a su familia con la potente Casa de los Bermúdez de Castro. Pues Doña Inés era hija de D. Lope Bermúdez de Castro Riobóo, de A Penela y Anllóns; y de Doña Urraca Rodríguez de Moscoso.
La Casa da Penela se encuentra próxima al lugar de Riobóo. Pertenece a la parroquia de San Pedro de Silvarredonda, en el concello de Cabana de Bergantiños. Hoy existe una Torre que es una de las dos que conformaban el pazo-fortaleza de la Penela, documentada en el siglo XIV; cuyo fundador del vínculo fue Don Lope Bermúdez, procedente de Montaos que junto a los de Gondar, constituirán las tres ramas principales de los Bermúdez de Castro. También padre de Ruy Soneira de Riobóo, el cual a su vez lo fue de Don Juan Romero de Moscoso, clérigo de la diócesis compostelana.
A este Romero de Moscoso lo encontramos con intereses en la villa de Fisterra por un traspaso de la presentación que se le había hecho de la parroquial de Santa María de Finisterre, que estaba vacante, a favor de Nuño Bermúdez de Castro, clérigo de dicha diócesis (ACS P 094 fols. 274r-274v1/ 26-02-1586).
Una idea sobre el beneficio que se obtenía de Santa María de Fisterra nos la da una concordia firmada entre Nuño Bermúdez de Castro y Juan Fernández de Quintana, clérigo de la diócesis de Burgos, por la que el dicho Nuño se aparta del pleito a cambio de una renta de cuarenta y cuatro ducados (04-10-1587 / ACS).
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Escudo del linaje Lamas sobre la entrada principal de la iglesia de Fisterra que fue mal asignado por Fernández Oxea a los Condes de Altamira (foto y dibujo interpretación J.G. Satti)
Continuando las pesquisas hallamos una “donación de Doña Inés de Moscoso, mujer de Pedro Graiño de Lamas, señor del coto de Saz, a favor del licenciado Juan Tomás del Consejo y Cámara de Castilla, de la cuarta parte que tiene en la torre de O Viso en Santa María Madalena de Montemaior” (1573-ACS, P 40, 374).
Con esto confirmamos el matrimonio que tuvo por hija a Doña Urraca de Moscoso y Lamas, señora de Zas y Brandomil, que reclamará la parte de su primo Juan Romero de Moscoso sobre Fisterra.
Dª Urraca es desposada con D. Diego Álvarez de Sotomayor (hijo tercero de D. Diego Álvarez de Sotomayor, señor de las casas de Sobrán y de Señoráns, y de D. Juana de Castro y Guizamonde, que los hemos citados más arriba).
Con este enlace, Don Diego se hace con el vínculo de los Carballido y además pasa a ser el titular de la Casa de Lamas, incorporándolo a sus apellidos. Cuyo sucesor será D. Diego de Lamas Sotomayor y Carballido, regidor perpetuo de Santiago.
Así lo comprobamos en un consentimiento otorgado por “Diego Álvarez de (Lamas y) Sotomayor, como marido de doña Urraca de Moscosso, heredera del bínculo y mayorazgo constituido por dona Urraca de Moscosso su abuela difunta… patronos verdaderos”; y a quien pertenece beneficio de Santa María de Finisterre, a la concordia firmada por Nuño Bermúdez de Castro (clérigo presbítero de la diócesis compostelana), y Juan Fernández de Quintana (clérigo de la diócesis de Burgos), siempre que la dicha Urraca no pierda sus derechos sobre el beneficio (ACS P 099 fols. 332r-333v/10-03-1587. Santiago de Compostela).
De este modo se concede a ella y a sus sucesores en Fisterra el derecho de patronato y de presentación de una persona idónea a la iglesia, al quedar vacante por cesación o muerte del actual administrador. Y también el privilegio de colocar su blasón en la fachada. El cual porta las armas de sus padres.
El escudo timbrado con una corona ornamental está dividido en cuatro cuarteles que representan y disponen de la siguiente manera:
En el 1º cuartel campean las primitivas armas de los GRAÍÑO DE LAMAS: castillo de oro en campo de gules con dos perros a los lados.
En el 2º cuartel las de CARBALLIDO: en campo de oro un carballo de sinople con dos estrellas de azur.
En el 3º cuartel lleva armas de los BERMÚDEZ: ajedrezado de oro y sable.
Y en el 4º cuartel las armas de los MOSCOSO: en campo de plata, una cabeza de lobo ensangrentada.
