//Rafael Lema//
La reciente polémica de la reestructuración de los cuarteles de la Guardia Civil en la comarca que planea la pérdida de algunos puestos, entre ellos el de Camariñas, tiene viejos antecedentes. En el siglo pasado los concellos querían contar con un cuartel y en Camariñas tras la guerra civil hubo, dos, en la capital municipal y en Ponte do Porto.
En esta población incluso hubo un campamento militar durante la Segunda Guerra Mundial en previsión de una invasión aliada de España. Un canónigo local dejó el legado de una finca para construir una casa cuartel en Ponte do Porto, que finalmente fue ocupada con un polideportivo, desatendiendo la disposición testamentaria.
Una curiosa carpeta de documentación municipal en Camariñas es la que afecta a la solicitud de ayuda para los gastos de la casa cuartel por parte del alcalde de Camariñas José Rubianes. Durante la República, la Benemérita atendía esta ria desde Muxía, hasta que finalmente se pudo contar al final del periodo con este servicio en la localidad, pero debido a la caótica situación de las arcas municipales en 1936, con expedientes abiertos contra los cargos públicos, las nuevas autoridades salidas del golpe militar no pueden atender los cargos.
Una curiosa anécdota es la demanda desatendida de ayuda de Camariñas a Vimianzo para cubrir los gastos del servicio. El alcalde vimiancés le contesta a su homólogo que si no pueden mantener un cuartel ellos lo acogerán con gusto. Y es que el caciquismo durante todo el siglo pasado, también en la fallida República, era el que otorgaba prebendas y servicios, por encima tantas veces del interés general. Vimianzo entendía que si Camariñas contaba con cuartel y ellos no era por mejores padrinos. Así fue, pero es otra historia.
1.200 pesetas anuales de alquiler por la Casa Cuartel de Camariñas
El 7-8-37 el alcalde del Concello de Camariñas informa al gobernador civil que el 21 de enero del 37 envió solicitud de ayuda al alcalde de Vimianzo José Rivera para compartir los gastos de la casa cuartel de la Guardia Civil de Camariñas, cuyo alquiler cuesta 1.200 pesetas anuales.
La respuesta el 12-8-37 es negativa e irónica por parte del regidor soneirano, ya que entiende que «es injusta la pretensión…no sólo porque a nadie ni en ninguna parte se le ha ocurrido una pretensión tal, sino, además, porque el pago…es el cumplimiento de una obligación que antes habrá contraído como necesaria para que se le concediese el puesto, y porque está sobradamente compensado con las 15.000 pts que de sueldo perciben los guardias por término medio anual, en conjunto y que, casi en su totalidad, allí quedan en comercios, y al municipio de Vimianzo no se le hace partícipe en nada tales sueldos.
Y es extraña la pretensión de Camariñas, porque induce a creer que busca un pretexto para dejar de pagar los alquileres del cuartel y obligar a que el puesto sea trasladado; cosa que Vimianzo vería con muy buenos ojos, ya que desde hace mucho tiempo tiene la aspiración de obtenerlo y ha ofrecido cuanto se necesite a ello».
