//Rafael Lema// Foto portada- Wikipedia
Fueron varios los emigrantes nacidos en el municipio de Camariñas cuyos descendientes alcanzaron altas cotas de prestigio y poder en las naciones sudamericanas. Apellidos como Carril, Rodríguez Borrell, Tajes o Baliña aparecen como referencia en estudios y tratados de varios países, o dan nombre a calles y plazas.
Tengo escrito sobre varios de ellos en otras ocasiones. En un reciente artículo Luis Lamela recordaba, con datos de X. M. Monterroso Devesa, a dos emigrantes, Juan de Tajes González y Francisco Baliña Pérez, nacidos en San Pedro del Puerto (A Ponte do Porto) a finales del siglo XVIII, emigrados juntos a Montevideo y cuyos descendientes alcanzaron fortunas y gloria en Uruguay.
Voy a empezar por Baliña por una cuestión personal. Nació en mi casa natal. Era hermano de María Baliña, de la cual desciendo, bisabuela de mi abuela. Francisco como María eran hijos de Pedro Antonio Baliña y María Antonia Pérez, vecinos del Curro do Mouzo en el popular barrio do Outeiro.
La familia Baliña y Ponte do Porto
Empecemos por la saga Baliña que queda en la casa solar, mi hogar. En la documentación familiar encontré un pliego en donde el 2 de mayo de 1803 doña Teresa Pérez de Leis mujer de Andrés de Leis de Muxía afora el Terreo do Canle en Pías (Ponte do Porto) a Pedro Baliña (hijo de Domingo) y María Antonia Pérez, hija y heredera de Leocadia Pérez.
Entre los testigos figura el célebre platero Blas Espín. En otro papel familiar que conservo Pedro Baliña y su mujer María A. dotan a su hija María Baliña con una casa en Curro do Mouzo, lindante con la patricia, el 18-5-1823, y varias fincas, como dote de su próxima boda con Pedro de Castro, de San Vicente de Vimianzo. Sigue la linea con la hija de esta pareja Francisca Castro Baliña que se casa con Domingo Antonio Pazos Rodríguez, ambos porteños y nacidos antes de 1830. En 1858 nace su hija María Josefa Pazos Castro que en 1881 se casa con Ricardo Suárez Álvarez, y se pierde en la casa natal el apellido Baliña, que como veremos seguirá en Uruguay.
Tendrán por hija (entre otros) a mi bisabuela Elisa Suárez Pazos que se casa con mi bisabuelo Manuel Lema Vázquez de Traba de Laxe. En la documentación parroquial aparece como petrucio un Domingo Baliña en el Outeiro, en la lista de cobro de bulas de finales del siglo XVIII. En la lista de cobro de sal de 1829 un Antonio Baliña (Pedro Antonio), y en el cobro de la campana de San Roque de 1852 una María Baliña.
Facebook Orgullo y pasión peñarolense- Peñarol 1942
Bolívar Baliñas, al frente del prestigioso Peñarol de Montevideo
Por su parte, nuestro «tío abuelo» emigrante Francisco Baliña Pérez se casó en Montevideo alrededor del año 1810 con María Isabel Insua Gómez. Tanto él como su vecino Tajes participaron en la guerra de corso marítimo artiguista 1817-1820 contra los portugueses que ocupaban la porción oriental. Su hijo Tomás Baliñas se casa con Flora Pereira de la Luz, en 1867.
Como vemos el Baliña se convierte en Baliñas, y ciertamente en los papeles familiares usan una curiosa filigrana en la última vocal que lleva a engaño. Un hijo de estos últimos, Bolívar Baliñas, fue un alto magistrado uruguayo. El doctor Baliñas nacido en 1882 y fallecido en 1950, fue un reputado abogado y magistrado, que ocupó los más altos cargos del poder judicial charrúa.
Una importante calle de Montevideo lleva su nombre, calle del doctor Bolívar Baliñas. Además fue presidente del Club Atlético Peñarol en 1941-1942, el «club sudamericano del siglo XX» según la IFFHS, en unos años de hegemonía de su rival el Nacional, hasta que logra la liga en 1944.
Tras años de crisis institucional, se acordó que en las elecciones de 1941 no pudieran participar personas que integraran directivas desde el año 1932. En ese marco, y cuando el club contaba con 4.442 socios (la menor cifra histórica), fue electo el Dr. Baliñas quién cumplió funciones hasta el año siguiente. Trabajó con varios entrenadores: Leonardo de Luca, Luis Manuel Morquio, Lorenzo Fernández, John Harley. Potenció otras disciplinas. Logró el ascenso del club de basket a primera división y la participación del club ciclista en la Vuelta del Uruguay. Su retrato figura en la sala de honor del club «manya».
Ministro de la Suprema Corte de Justicia
Baliñas era fiscal letrado de los distritos de Treinta y Tres y Tacuarembo. En 1949 alcanza el alto grado de ministro de la Suprema Corte de Justicia, integró la comisión de códigos de procedimiento penal y organización de los tribunales.
Su gran autoridad intelectual y moral puesta al servicio de la magistratura, le valieron el reconocimiento público y el de las sucesivas autoridades de gobierno. La Suprema Corte de Justicia es el órgano judicial máximo del Uruguay. La misma se compone de cinco miembros, que duran diez años en sus funciones. Son elegidos por la Asamblea General Legislativa, por mayoría especial.
El edificio sede del Poder Judicial y de la Suprema Corte de Justicia está ubicado en el Palacio Piria, obra del arquitecto francés Camille Gardelle. El Palacio Piria es custodiado por la Compañía de Zapadores de 1837 del Ejército Nacional.