Rafael Lema
La parroquia de Freixeiro en Santa Comba contaba en el siglo XVI con un hospital de peregrinos en un camino jacobeo que llegaba desde la zona de Betanzos. Las actas capitulares compostelanas guardan memoria de este legado desconocido y de gran relevancia, fundado sobre 1591 por un clérigo local igualmente olvidado, Gregorio Gardado (Guardado). Sin embargo a mediados del siglo pasado el erudito José Couselo ya daba una noticia de la existencia de este hospicio y hablaba claramente de un camino inglés xalleiro. Mis últimas investigaciones y trabajos de campo van en esta dirección.
José Couselo Bouzas en El Eco de Santiago habla de «la existencia de una nueva vía por donde los peregrinos afluían a nuestra ciudad. Se trata de un hospital de peregrinos que existía en tierra de Jallas el cual se conservaba todavía hace muy poco tiempo con el nombre de hospitalillo».
Se encuentra en el lugar de Carboeiro, parroquia de San Fiz de Freixeiro, anexo de Vilamaior. Couselo recuerda en su artículo que se demolió hace unos años parte de «esta obra histórico-arqueológica para construir con sus elementos una casa para morada y habitación de una familia labradora. En la obra destruida ha aparecido una lápida perteneciente a un esquinal, con dos caras correspondientes a cada uno de los lienzos de la pared, unidos formando ángulo. Es por tanto la lápida a manera de díptico abierto hasta formar ángulo recto».
En uno de los lados de este díptico, en el de la izquierda del espectador, se ve una figura de un hombre con un instrumento de trabajo, adornada por tres lados, superior y laterales, de una orla, con la siguiente inscripción: » in sudore…» y en la parte inferior otra inscripción que dice: «Gardado canonicus compostelanus erexit 159…».
En el otro lado se observa la imagen de la virgen, en torno a la cual se lee: «Delparae Virgini dicat egentibus et peregrinis refugium», con orla exterior por los cuatro lados. La traducción nos revelaría: Gardado, canónigo compostelano, construyó el año 159… esta casa de refugio dedicada a los necesitados y peregrinos bajo la protección de la Virgen María. Couselo recalca que en ella expresa el denefactor todo el fin y objeto de la obra. En la inscripción del lado izquierdo se lee: «con el sudor (de tu frente ganarás el pan), con carácter alegórico.
¿Quién este canónigo que funda un hospital de peregrinos en Freixeiro? Su apellido es bien xalleiro, cuenta hoy con abundante parentela, modificado por Guardado, y esta condición de hijo natural de Xallas lo llevó a la creación del hospital, en una casa propia o de su familia. Hay datos del mismo en las actas capitulares compostelanas. En la del 19 de diciembre de 1591 encontramos: «En este cavº. el canº Gregorio Gardado hizo la profesión de la santa fé e juró en esta fecha de guardar las construcciones de esta Sta. Iglesia y secreto del cabildo y el decoro desta sta. iglesia».
Por ella sabemos cuando entró en posesión de la canongía y su nombre aparece en las actas capitulares hasta 1597. Es posible que ese fuese el año de su muerte, o cercana a ella, dejando por motivos de salud su participación en el cabildo. También fija en este marco temporal la construcción del hospital xalleiro. Gardado busca una ubicación de un hostal porque hay una necesidad, se abre en una ruta de paso de peregrinos, en una ruta que desde el norte llega a Compostela, y en las cercanías del santuario mariano xalleiro, la virgen de Vilamaior a donde todavía hoy acuden cientos de romeros.
Gardado dejaría a su muerte su fundación al cabildo o a un «ordo» del que hay otros testimonios precisamente en el camino inglés, que evito explicar por motivos de espacio. Su nombramiento como canónigo en 1591 estaría así vinculado a la fundación, una casa con unas rentas que pasarían a su muerte a la mesa capitular.
José Couselo en su artículo opina que el canónigo «buscó para lugar de emplazamiento de su benéfica obra, la vía romana que partiendo de Santiago, por la parroquia de La Peregrina, Puente Alvar, Rial y Carboeiro (Freijeiro) iba a enlazar con la que de Betanzos venía al mar de Arosa, atravesando la comarca de Santa Comba. Este punto era el enlace con la que iba de Santiago. Los peregrinos que por la vía de Betanzos venían a Santiago, después de atravesar tantos kilómetros de distancia por una montaña áspera y despoblada, bien necesitaban un sitio seguro de descanso, local en donde reparar sus fuerzas y tal vez curar sus enfermedades». Esta fue la obra del canónigo Gardado. Hace años aún se podía ver al lado de la casa de labranza un caserón viejo y derruido capaz para diez personas conocido en la localidad por el hospitalillo.
Pese a que la mejor era de las peregrinaciones había pasado, no es cierto que en la Edad Moderna se dejara de recibir un ejército de romeros en esas vías, no solo en la francesa. La documentación eclesiástica y la literatura del Siglo de Oro dan cuenta de la permanencia de esta ruta más allá de las guerras religiosas del XVI. Un informe de Juan Porras al concello de Santiago para dar cumplimiento a una real provisión del emperador Carlos V de 22 de septiembre de 1545 manda reparar las murallas, fuentes, caminos de la ciudad, paso de peregrinos.
Porras declara que «están caídas las murallas especialmente en la puerta de Fajeiras, que es la puerta por donde entran los que vienen del reino de Portugal; la torre de la puerta da Pena, por donde entran los romeros y peregrinos que vienen del reino de Francia e Inglaterra y de Flandes y de otras partes, que desembocan en el puerto de La Coruña…». No me extiendo en otros memoriales.
O sea, que sigue muy vivo el camino inglés que de los puertos ártabros llega a Santiago en las mismas fechas de la fundación del hospital de Freixeiro. Y en el mismo siglo son varios los ilustres caminantes que dejan constancia de su paso por esta vía Norte a Sur, y también por la hasta ahora más buscada ruta finisterrana al oeste, la que entra en Xallas por Portomouro o Brandomil hacia Muxía.
Por ejemplo la que siguió Erich Lasssota de Stabolo en 1581. Vía que aparece en los repertorios de caminos de Villega en 1546 y Meneses en 1576. En este siglo no pasaba la ruta por Ponte Olveira. A Portomouro llegaba un camino real (no jacobeo) del norte desde Bergantiños, y otro a Soneira y la ría de Camariñas, ambos atravesaban Santa Comba, y no solo iban a Compostela sino también eran el principal acceso a las Rías Baixas y Portugal, destino laboral de cientos de temporeros de Xallas y la Costa da Morte en la Edad Moderna y contemporánea (Por ejemplo en las migraciones masivas de 1760, 1860, 1877, que afectaron a la mitad de los mozos de Nemancos).
Es curioso que en este tramo de «carreira» (vía norte-sur; la vía este-oeste es una calle, «callis») los documentos de lindes hablen de «camino francés, camino de Santiago» (hay citas del s. XVI ); o en el deslinde de 1931 entre Santa Comba y Mazaricos se cite como límite durante tres mojones el camino real viejo.
Así que si hay evidencias de un camino de peregrinación a Muxía atravesando Santa Comba (siendo impreciso por no documentado si el paso más frecuente era Brandomil o Portomouro) también aparecen elementos que justifican la investigación de un camino inglés que de norte a sur llega a Santa Comba desde la ría ártabra y se dirige a Compostela, objeto de mi investigación.
Estos lugares de Santa Comba vinculados al camino norte pertenecían al cabildo compostelano, como la torre de Xallas (Castriz) era jurisdicción del arzobispo, por tanto alfoz de la ciudad. Y a su lado había otro hospital, cuyo topónimo permanece, en el camino al castillo de Ferreira, al monasterio de Seavia y a tierras de templarios (Coristanco, Laracha). En donde había hospitales como el de Freixeiro y monasterios medievales.
Estos viejos caminos seguían vigentes en el siglo pasado, cuando aún existían xalleiros con sus reatas de mulas. Por ejemplo el camino que cita el ilustre Couselo aparece convertido en carretera provincial en la red de 1865 (BOP Nº136. 13-12-1865), como vía desde Ponte do Porco a Santa Comba, por Bergondo, Cambre, Culleredo, Cerceda y Tordoia.
Tramo interior que tengo recorrido, con más base de haber sido vía romana anterior y no la improbable vía costera XX por Brandomil, pues es ilógico buscar un trazado montañoso cuando hay un penillanura. Como tampoco los peregrinos que se dirigía de Santiago a Muxía o a la inversa en la Edad Media y Moderna no usaban la actual ruta oficial. Por descanso de sus pies y sus caballerías, sin hacer caso a neocronistas paniaguados.