Juan Gabriel Satti Bouzas
Sabido es que durante cientos de años, piratas, corsarios y filibusteros rondaron Fisterra tanto para saquear la villa como asaltar los galeones del Rey de España. Entre muchas de las historias acaecidas en la zona, llamó mi atención un incidente bastante oscuro en los anales náuticos de la Armada Española.
En efecto, parece que cuatro bajeles recién carenados en Guipúzcoa, navegando juntos, hacia Cádiz, combatieron sobre el cabo Finisterre contra una fuerza superior de franceses, donde se perdió el Galeón San Juan de 26 cañones; hecho que derivó en un Consejo de Guerra que juzgó a los capitanes al mando de la escuadra.
Este juicio se recoge en un pequeño volumen titulado “Reassumen de las reglas, y estratagemas militares practicadas de D. Melendo Suarez y Miranda Capitán de Mar y Guerra de la Fragata S. Thomás de Aquino. En la pelea hauida con los Franzeses sobre el cavo de Finibus Terrae: y respuesta à los cargos, que se le azen por la pérdida del Galeón S. Juan dal Señor D. Salvador Loche de Sadalis, Juez Delegado por Su Magestad en esta Causa” (Tomás de Vargas Machuca, 1692. Biblioteca de la Universidad de Sevilla)
Carta náutica inglesa de 1702 con señalización de lugar del combate
El autor del opúsculo fue un Fiscal zaragozano de la Real Audiencia del Principado Citra de Nápoles. Hijo de Don Gaspar, presidente de la Regia Cámara de a Sumaria de Nápoles, y nieto de Don Juan Crisóstomo de Vargas Machuca, Consejero del de Santa Clara del mismo Reino.
No es común tener acceso a relatos pormenorizados de situación, estrategia, posiciones, ataque, defensa, bajas, daños y resultados de los combates que ocurrieron a lo largo de la historia en torno a este ancestral promontorio; por lo que a continuación reproducimos parte de las diligencias y actuaciones judiciales de su tiempo, pues lo consideramos relevante para el interés general y adaptadas a un español moderno para hacer la transcripción más inteligible a los lectores neófitos en la jerga naval.
“Pasaban de orden de su Majestad de Cantabria a la bahía de Cádiz cuatro navíos de la Real Armada del Mar Océano: San Lorenzo, Santo Tomás de Aquino, San Juan y San Carlos de Vizcaya, y navegando sobre el cabo de Finibus terrae (sic) con las proas al sur el día cinco del mes de Agosto de mil seiscientos noventa y dos, todos debajo de la orden del Capitán Comandante Don Alonso de Córdoba. Se descubrieron a tres o cuatro leguas a la mar por la popa de los nuestros, cuatro Navíos Franceses, como consta de la 2º figura.
Infografía judicial utilizada en la causa que dice: «PLANTA DE LA PELEA QUE TENIERON CON QUATTRO FRAGATAS FRANCESAS QUATTRO DE LA REAL ARMADA DEL MAR OCEANO. Sobre el cavo de Finibus Terre el día 5 de Agosto de 1692″// Fig. 1 «Orden Battalla»// Fig. 2 «Vista de los franceses y postura de los nuestros quando los descubrieron»
Y en las posturas que allí se ve estaban los nuestros y los enemigos; aunque después se paró el primero templando las velas en distancia de tiro de cañón de los suyos y de los nuestros, como consta, de la tercera figura.
Hasta que puestos en fila, y con banderas enrolladas en las astas siguiendo cada uno la popa del otro se acercaron a los nuestros, que con todo brío los estaban esperando, largando bandera Inglesa el que venía delante manteniéndola hasta empezar la batalla, y de esta manera acordonados llegaron a igualarse con los nuestros poco más de a tiro de pistola, dando el primero de Francia el costado a San Juan , el segundo a San Lorenzo, el tercero , y cuarto a Santo Tomás, como consta de la cuarta figura.
Y este Navío fue solo en ocupar el lugar, que le tenía señalado su Comandante como consta de la primera figura, y orden de batalla, no habiéndolo podido hacer las demás fragatas (según se puede creer) porque en virtud de la orden dada por la popa de San Lorenzo había de ir Santo Tomás, como lo hizo , por su popa había de seguir San Juan, que se puso de manguardia , y después de los referidos había de ponerse San Carlos , que se quedó por la parte de babor de San Lorenzo, y San Juan, como consta, de la dicha cuarta figura.
Y en esta postura rompió San Juan la batalla; correspondiéndole el Francés con la misma prontitud, y no con menor diligencia lo hizo San Lorenzo con el suyo, y Santo Tomás con los dos, como consta también de dicha figura.
Infografía judicial utilizada en la causa que dice: Fig. 3 «Donde se paró el primero (de los barcos) de Francia esperando los compañeros»// Fig. 4 «Donde se empieza a pelear»
Comenzada pues la batalla con todo esfuerzo el Galeón San Juan que estaba de manguardia, puso la proa del sur al este y entonces quedó desarbolado del palo mayor, como consta de la quinta figura; San Lorenzo siguió también con su proa al este pasando por barlovento de San Juan como lo hizo en seguimiento de su Comandante la Fragata Santo Tomás, y por la proa de San Lorenzo lo mismo hicieron los Franceses, como consta de dicha figura; pasando por sotavento de San Juan, con quien se quedó el primero de Francia y con él la Fragata Santo Tomas atravesándose por la proa de San Juan para defenderle (como consta de la figura 6).
Peleando con el primero hasta que se igualó con San Juan, quitándose debajo de Ia artillería de dicha Fragata (como consta de la 7º fig.) y de esta manera, y por este rumbo pelearon, y acañoneáronse como mejor se pudo, hasta que riñendo San Lorenzo con el segundo y tercero, se alargó del Galeón San Juan, Santo Tomas, y primero de Francia, como también se había alargado San Carlos, que iba en distancia de tiro de mosquete de la proa del San Lorenzo, como de la dicha figura consta.
Infografía judicial utilizada en la causa que dice: Fig. 5 «Desarbolado el San Juan poniendo la proa al Este»// Fig. 6 «Quédase el Santo Tomás con el San Juan atravesándose por su proa. Caminan adelante San Lorenzo y San Carlos»
En esto los de Francia viraron en redondo para arribar sobre San Juan dando de vuelta encontrada sus cargas a Santo Tomás , que mareaba para incorporarse con los suyos , que ya estaban algo distantes, como consta de la 8º figura, acabándole de desgraciar casi del todo, sin que hubieran hecho lo mismo los dos nuestros (quizás imposibilitados a ello por justas razones) y fue causa de quedarse desamparado de los nuestros el Galeón San Juan apresado de los Franceses como consta de las demás figuras novena y décima.
– Infografía judicial utilizada en la causa que dice: Fig. 7 «Quítase el primero de con(tra) Santo Tomás y no se dispara»
De cuya pérdida han resultado los cargos que se hacen al Capitán Don Melendo Suárez , que iba mandando la fragata Santo Tomás una de las referidas, detenido preso en el Castel dell´ Ovo de esta Ciudad de Nápoles (en aquel tiempo los reinos siciliano y napolitano estaban incorporados a los territorios de la Monarquía hispánica) para castigo de lo que hizo precisado de inevitables contingencias, no por falta de valor y obligaciones de buen vasallo, pues si se considera a lo que le tocaba, y a lo que obró en esta pelea confesaran todos, que haya cumplido bastantemente , y como se podía esperar de su prudencia, y acreditado valor, no habiendo dejado de hacer en ella lo que el más prudente hubiera podido practicar.”
Infografía judicial utilizada en la causa que dice: Fig. 8 «Pelea Santo Tomás de buelta encontrado con los Franceses
Primer Cargo que se imputa:
“El no haber disparado al primer Navío de Francia, que puesto a tiro de pistola de su Fragata Santo Tomás , y San Lorenzo se mantuvo con las velas arriadas, en la referida cercanía más de media hora esperando a sus compañeros , y que por esta negligencia se malogró el poder maltratarle, sin que le hubiera podido socorrer su segundo, que se hallaba del primero en distancia de tiro de cañón, usando esta inadvertencia también con el segundo, que llegó a darle el costado, pues tenía también tiempo para hacerlo antes de llegar el tercero y cuarto de Francia.”
Melendo se excusó en las instrucciones militares dadas por el Excel. Conde de Aguilar, General que fue de la Real Armada del Océano, en el año 1686 en donde se hallan las siguientes palabras: “Ningún bajel romperá la batalla, ni se adelantará, ni arribará sobre los enemigos porque esto se ha de ejecutar por la señal que hiciere esta Capitana”
Infografía judicial utilizada en la causa que dice: Fig. 9 «Forma de la virada del San Carlos
Segundo Cargo que se imputa:
“Que cuando quedó desarbolado San Juan puesta su proa del sur al este, hizo con su Fragata Santo Tomás lo mismo, dejando al Navío San Juan desarbolado entre los enemigos, siendo lo que se había de haber ejecutado era seguir el rumbo con que se había comenzado el combate dando el costado al enemigo. Bien se pudiera este llamar cargo, cuando fuere delito el obedecer a quien es superior; pues si el Comandante había ordenado anduviese por su popa la Fragata Santo Tomás habiendo el Comandante puesto la proa al este, había de seguirle la dicha Fragata, para no faltar a los rigurosos preceptos de la obediencia militar, no poniéndose en duda, que al no hacerlo, hubiera incurrido en una falta manifiesta por la contravención a la orden militar.”
Uno de los testigos lo explicaba de esta manera:
“Y esta Fragata le disparó el dicho primero Navío de Francia cuando navegando, y peleando con el Navío tercero se emparejó con él, y como Ia fragata San Lorenzo había ya hecho tanto camino, estaba por la proa de Santo Thomas más de un tiro largo de cañón, si los Franceses hubieran andado con valor hubieran apresado a la Fragata Santo Tomás, o echado a pique, sin que el Navío San Lorenzo por la distancia en que estaba le pudiera socorrer. A demás que de las dos cargas últimas que de vuelta encontradas dieron a esta Fragata el segundo y tercero de Francia, le dejaron tan lastimado de los cabos de labor, y velamen, que fue menester para seguir a S. Lorenzo componerse lo mejor que pudieron.
Y al tiempo de haberse desarbolado San Juan mandó el Capitán Don Melendo Suarez al Contramaestre Juan Antonio Enríquez, que cargase al trinquete arriba y arriase las velas de gavia para quedarse cerca de San Juan y después, que vio que San Lorenzo y San Carlos lo dejaban mando el dicho Capitán marear otra vez las velas.”
Infografía judicial utilizada en la causa que dice: Fig. 10 «Quédanse los Franceses con el San Juan. Ablan Santo Tomás y San Lorenzo
Es decir, se alega no haber tomado el San Carlos su lugar de la retaguardia, pues que por las referidas razones, quedaba justificada la resolución de marear, que era necesaria y precisa en aquella ocasión aunque extrínsecamente parezca que haya dejado de proseguir el esfuerzo en defensa del San Juan que resultó capturado por el enemigo.
Por lo que el fiscal consideró: “Como los enemigos Capitanes, nosotros no supimos guiarnos en la batalla y no se observaron la orden dada de la batalla (lo más elemental en la guerra), porque es más fácil romper cuando hay un gran número de gente confusa; aquellos no supieron valerse de la victoria, dejando escapar la Fragata Santo Tomás y que en medio la pudieron coger.”
El Tribunal finalmente decidió la siguiente condena:
“Suspensión y prisión de los capitanes de los bajeles San Lorenzo, San Carlos, Santo Tomás, que se les forme causa por la pérdida del nombrado San Juan en el combate con los franceses el 5 de Agosto de 1682 en el cabo Finisterre, siendo prevención que concluida dicha causa, sentenció el Auditor que se diese garrote a D. José Garao, capitán del navío San Carlos; privación de empleo seis años de presidio en Mazalquivir (Argelia), al del San Lorenzo, D. Alonso Fernández de Córdoba; suspensión de empleo destino por diez años al del Santo Tomás, D. Melendo Suárez de Miranda, y diez años de presidio los pilotos del San Lorenzo, Pedro y Mateo del Mello” (“Historia de la Armada Española”, Capitán de navío retirado Cesáreo Fernández Duro/Tomo 5 -1895).
Llevada la causa en apelación al Consejo de Guerra, se impuso a Garao la pena de privación de su puesto de otro cualquiera militar en mar y tierra; y se absolvió a los demás el 28 de Junio de 1694.
Fortalezas de Nápoles y Argelia en la que estuvieron presos los capitanes (fotos wikipedia).
En 1699 a Don Melendo Suárez de Miranda se le otorgó una pensión; ya que había cumplido cuarenta y un años de servicio a la Corona.
El 13 de Septiembre de 1700, hizo el Rey la gracia a dicho Garao de quitarle la nota que tenía.
Del lamentable estado que llevaba la marina española dio cuenta el marqués de la Ensenada al rey Fernando VI el 28 de Mayo de 1748: “Señor: Sin marina no puede ser respetada la Monarquía española, conservar el dominio de sus vastos estados, ni florecer esta península”; al tiempo que recomendaba “poner una escuadra de 40 navíos de línea sobre el cabo de Finisterre, otra de 15 ó 20 en los mares de Cartagena, fortificando en Galicia puertos de retirada, que los hay por naturaleza, como si el arte los hubiese puesto, y al mismo tiempo se hubiese fomentado y abrigado el corso…”
Cincuenta años más tarde, en enero de 1800, se crearía en Corcubión la primera sociedad para la actividad del corso con una patente por dos años; y el armado de barcos corsarios locales para vigilancia y defensa de la ría como la pinaza Santo Cristo y Ánimas del fisterrán Benito Rivas atacada en mayo de 1826 o Joaquín Agramunt, vecino de Fisterra de origen catalán, que capitaneaba otra llamada San José y Ánimas de Pedro Díaz Porrúa y José Sánchez, ambos propietarios de Cee (“Costa da Morte, crónica marítima”, Rafael Lema – 2016).
Glosario náutico
Marear: subir, bajar y orientar las velas poniendo en movimiento la nave.
Cabo de labor: cada una de las cuerdas que sirven para manejar el aparejo.
Trinquete: es el mástil vertical que se arbola inmediato a la proa en las embarcaciones que tienen más de un mástil.
Gavia: es la vela trapezoidal que se coloca en los masteleros de un buque de cruz, y de más frecuente uso por ser las más ventajosas para recibir el viento y dar impulso.