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miércoles, marzo 20, 2024

Recuento de las Casas Nobles de Fisterra IV: los Ulloa

Juan Gabriel Satti Bouzas. En el Capítulo anterior los Bermúdez de Lobera

Esta que vemos actualmente no es la primitiva iglesia de San Juan de Sardiñeiro, pues  fue edificada en el siglo XVIII y sabemos por donación del padre putativo de Diego de Muros, que la primera estaba en obra hacia 1495 (foto JG Satti).

La Casa de Ulloa fue una de las que más sobresalieron a fines de la Edad Media por su gran influencia territorial en ligazón con otras importantes familias como los Moscoso.

Así lo atestiguó el escudero de Don Fernando de Andrade y famoso genealogista de la nobleza gallega, Vasco da Ponte, en su “Relación de las casas antiguas de Galicia” (manuscrito circa 1470-1535/ Biblioteca Nacional de España):

“Fue Gonzalo Ozores de Ulloa de los Sánchez linaje en Galicia muy antiguo y también fue del linaje de Ulloa, hombre muy esforzado, valiente y diestro, ganó en Ulloa todo lo que no era suyo y ganó todo Monterroso y la repostería Narla y Riasteus, y Grovas no sé si lo ganó él o si Vasco López su hijo. Este Gonzalo estuvo preso en Francia ciertos años y cuando salió de la prisión y llegó a su tierra toda se la tenía tomada Fernan Gomez das Seijas, y ayuntaron gente el uno contra el otro y hubieron su batalla en Castro de Ambreyjo, y alli fue desbaratado Fernan Gomez das Seixas, y quedó Gonzalo Ozores por Señor, y así tornó a recobrar toda la tierra, que cuando se falleció era casa de cuarenta Lanzas.

Este Gonzalo Ozores hizo la casa de Pambre, y casó con una hermana legítima de Suero Yañez de Parada que era casa antigua y algo grande, y venían de otro linaje que se llamaban los Abachas (Betanzos), y hubieron por hijo heredero á Vasco López de Ulloa, el cual también fue buen Caballero en toda cosa y mayor Señor que su Padre y fue casado con hija de Alonso Suarez de Deza, que era de los Churruchaos, y de la Casa de Limia que eran Casas muy antiguas, y hubo con ellas la tierra de Deza, y tierra de Orcellon, Abeanzos y Borrajeiros, no diré si lo ganó él o su hijo Lope Sánchez. Vasco López y su mujer tuvieron por hijo mayor a Lope Sánchez de Ulloa, a hijos menores a Gonzalo Ozores, padre de Martin Sánchez de las Mariñas, y al padre de Vasco Sánchez de Pallares. 

Burda reconversión reciente de un peto de ánimas en cruceiro (1667?) colocado en el predio de la iglesia frontera a la casa rectoral// Hornacina del siglo XVII desechada del peto o cruceiro con capilla(foto JG Satti).

Lope Sanchez fue muy gran Señor, que tenía Monterroso, a Reposteria, a Ulloa y las feligresías de Narla que son tres o cuatro, Abeanzos, a Borrajeiros y a Benquerenza con su tierra, a Deza, y Orzellon, y mandaba las encomiendas de Sobrado y San Antoiño, Ferreyra de Pallares, Villar de Donas y los Cotos de Santi Spiritus de Mellide, en Coto de Orría y Carboeyro y así mismo el Coto de Ozón, Aziveyro y Oseyra. No bajaría de mandar tres mil quinientos hombres por toda gente sin otros que le besaban la mano; sobre los que tenía soga y cuchillo no pasaban de mil. Su renta era dos mil cargas de pan y vino, sobre sus vasallos tendría diez mil maravedis.

Los grandes de su casa eran Gonzalo Ozores su hermano con diez de a caballo, otro su hermano padre de Vasco Sánchez de Pallares con siete u ocho de a caballo; Vasco das Seijas después que se despidió de Gómez Perez, hízose su amigo, y vivía con él con diez de a caballo. El señor de Amarante, y el señor de Taboada iban y venían en su casa de manera que con otros hidalgos que vivían con él, era casa de ochenta Lanzas y ahí no bajarían, y algunos de ellos si quisieran tuvieran escuderos y sobre todo Fernán Arias Noguerol. 

Este Lope Sánchez no era bravo porque nunca oí de batallas que venciese ni de grandes fuerzas que hiciese, pero por ser gran señor, y hombre de gran saber, cualquiera gran señor tenía por bueno de ser su amigo, y a aquellos a quien él daba favor, nadie los hacia sin razón, en todas cosas era noble, y a todos los que él quería bien ayudaba (…)

Este Lope Sánchez hubo por primera mujer la madre de Vasco López de Ulloa, (doña Leonor) queera de los de Mendoza y de Luna, después que ella falleció, casó otra vez con doña Inés de Castro que también era de Lara y Guzmán, y por esta doña Inés creció mucho la casa de toda manera, así renta como vasallos y hubieron por hijos a Sancho Sánchez de Ulloa, y a doña María mujer que fue de Álvaro Perez de Sotomayor y después fue manceba del Patriarca Alfonso de Fonseca arzobispo de Santiago y madre del Arzobispo de Toledo, y a doña Mayor madre de Alonso López de Lemos que le quitaron a Juan de Zuñiga, porque su hijo quedase gran señor, lo cual costó caro a Lope Sanchez.

Magnífica huerta de la casa rectoral que 1753 era llevada por cuatro criados según consta en el interrogatorio local del Catastro de Ensenada(foto JG Satti).

Este Sancho Sánchez heredó todo lo que tenía su padre, excepto Borrajeiros y Benquerenza con las encomiendas de Orría y Azeveyro, y casó con doña Teresa de Zuñiga, y excepto otros vasallos que quedaron a doña María su hermana, y por este casamiento que alcanzó fue muy gran señor, y hízose conde de Monterrey, porque alcanzó bastante renta de la que tenía y tres mil vasallos poco más o menos sino llegasen a ellos, aunque creo que eran de encomienda cerca de los mil de lo que rendían los inciertos, no quiero decir, porque sería como en cada cavo, o en otras rentas de señores. 

Este don Sancho fue esforzado y muy sabido, franco en lo necesario, presuntuoso de honra, justiciero sin tacha, aunque era algo dado a mujeres.

Ahora digamos de los grandes de su casa: Estaba confradado con Pedro Pardo Mariscal cuya casa era de 50 lanzas muy buenas y que juntaba cuatro o cinco mil peones, no comía dineros de él, porque comía todo el obispado de Mondoñedo.

Pedro Bolaño, yerno de Pedro Pardo, este iba por doquiera que fuese su suegro, tenía treinta de a caballo y 700 peones de su propia casa, no creo que tampoco le dababa nada de gajes porque era muy rico, y si algo le daban, do era mucho. 

Vivía con él Parragués con 30 escuderos, y Álvaro González que en aquel tiempo no pasaba de 14 o 15 y no le llegaba la renta.
Fernán Díez de Riva de Neyra, con cinco o siete de a caballo.

Disposición de escudo y leyenda en la fachada de la casa edificada a instancias de Don Antonio de Ulloa(foto JG Satti).

Vasco das Seijas con diez escuderos. No sé si vivían con él Lope de Taboada, si Fernán de Camba porque estos dos hermanos nunca vivieron juntos con un señor, pero el uno de ellos a lo menos vivió, con diez escuderos.

Luys de Villamarín con siete u ocho escuderos. Juan de Novoa con cinco o seis. Alonso de Novoa comendador hermano de Juan de Nova con otras dos o tres. Y todos los de Araujo, aunque no eran tanto de casta, grandes escuderos, y algunos recachones y muy perversos que la tierra lo causaba. Y también era este conde confradado con el Abad de Zelanoba, el cual lo tenía por valedor. Y Pedro Fernández de Betanzos con otros diez de a caballo, y este Pedro Fernández hizo con los de Betanzos que tomasen al conde de Monterrey por valedor porque le favoreciese contra Diego de Andrade.

Las hazañas que hizo este conde cuando le soltó Fernán Varela de los de Juan de Zuniga que lo tenían preso, fueron que salió a pelear con ellos con muy poca gente quitándoselo todos, y él diciendo que más quería morir que ver perder su tierra y no la socorrer.

Ayudó a deshacer la Hermandad. Ayudó a vencer la de Altamira, fue con Gómes Pérez, y con Diego de Andrade a ayudar al conde de Altamira a tomar á Bimianzo. Ayudó a Gómez Perez a tomar la casa de Mesía. Ayudó al Arzobispo a descercar a Bayona cuando la cercaron los portugueses.

Así mismo ayudó al Arzobispo a descercar a Sobroso cuando lo tenía cercado el conde de Camiña, y después dio gente con que corrió la tierra al dicho conde de Camiña, y le tomaron a Salvatierra, y entonces libraron a García Sarmiento y a Fernán de Camba. Siempre hizo guerra al conde de Rivadavia, al conde de Altamira, al conde de Camiña, y a Suero Gómez de Sotomayor; y él como tenía el Arzobispo por si, o de su parte, muy mal los tratara si no fuera por Diego de Andrade que siempre los favorecía.

Digamos lo que hizo contra el conde de Lemos. Levantando Fernán Díez de Riva de Neyra la casa do Sobrado de Aguiar, enviole a decir el conde de Lemos a Fernan Diaz que no le cumplía levantar aquella casa o fuerte, más el Fernan Díez prendió el mensajero, y envió recado al conde de Monterrey, que le respondió que le socorría con todo su estado como lo hizo juntando todo su poder y llegándose muy cerca de Lugo.
Y por otra parte también vino Pedro Pardo con toda su familia y capitanes de su casa, Ruy González, Pedro Pardo de Cabarcos, Gonzalo Bezerra de Navia sus sobrinos y otros principales. Pedro de Bolaño con toda su casa. Lope Nuñez de Ron, y Sancho López su yerno con mil quinientos peones, que hacían por todos cien lanzas, y cinco mil peones, y algo más. El conde de Lemos no sabía de si, hasta que llegó Diego de Andrada con ciento  veinte de a caballo, y muchos peones, y esforzándole, le dijo que no tuviese miedo y entonces prendió Galor a su suegro Pedro Pardo, fiándose él en él, y él le rogó quo le pusiese en poder del señor Diego de Andrade que no se fiaba de otro, y así se hizo y todos se fueron en paz.

El escudo no reviste mayor dificultad para adjudicar el linaje, salvo que lo colocaron invertido; lo que muestra a las claras que non supieron situarlo a pesar de su sencillez(foto JG Satti).»

La mujer del conde Don Sancho era de Zuñiga, y de Haro, y de ella tuvo por hija a doña Francisca mujer del conde Don Fernando de Andrade, mi señor, que tuvieron por hija mayor a Doña Teresa mujer de don Fernando de Castro, conde que será de Lemos placiendo a Dios”.

Del libro de Don Antonio Fraguas y Fraguas, “Los colegiales de Fonseca” de 1958, tomamos la siguiente relación de los Ulloa con el mundo eclesial; a la vez que se muestra los entronques familiares que les dieron un firme estado de poder en todas sus jurisdicciones:

A “Don Gómez Ojea de Ulloa, en claustro de 17 de septiembre de 1636, se le dio la beca teóloga del Obispado de Lugo. En la visita ordinaria de 1639 realizada por el Canónigo Astorga fue alcanzado, de cuando fuera Rector, con los Consiliarios Licenciado Francisco de Seixas y Licenciado Miguel Pardo de Ulloa, en 18.198 mrs. Fue Canónigo de la Iglesia de Santiago. Nació en Viladofondo, San Miguel de Riobóo, en Rodeiro. Era hijo del capitán de la fortaleza y jurisdicción de Camba, designado por el Arzobispo Carrillo, don Pedro Ojea y Vázquez Taboada, y su mujer doña Isabel de Ulloa Rivadeneira, hija de don Benito Enríquez y de doña María de Ulloa, dueños de la Casa de Quíntela en San Salvador de Asma (Chantada). Sus abuelos paternos fueron don Pedro Ojea de Ulloa y doña Isabel Taboada, poseedores de la Casa de Viladofondo. Don Pedro Tomás Ojea, hermano del Colegial, fue el primer Conde de Torre Penela y estuvo casado con doña Luisa Antonia de Ayala (AUS : Libro de Claustros de 1631-1637).

Don Miguel Pardo de Ulloa natural de Santa María de Villamáns, en cuya iglesia parroquial fue bautizado el 4 de mayo de 1607, tuvo por padres a Pedro de Saavedra y Quiroga y doña Isabel de Rivadeneira y Ulloa. Abuelos paternos: Pedro Gómez de Cancelada y Leonor Gómez Cedrón. Abuelos maternos: Gómez Núñez de Gayoso y doña Violante de Rivadeneyra. Bisabuelos paternos: Alonso López de Cancelada, natural de Villamane, descendiente de la casa de Vilachá y de la de Lamas, el cual vivió en la fortaleza de Valgos en San Martín de Ribera, tierra de Cervantes, y Constanza de Quiroga, oriunda de Villafranca; Fernando Cedrón e Isabel Alvarez. Bisabuelos maternos:  Gómez Núñez de Gayoso el Viejo, de la casa de Frior, en la feligresía del mismo nombre, y Sancha Fernández Parraguesa, descendiente de la casa de Vaamonde en el Obispado de Lugo. 

Alvaro Pérez Pardo y Aguiar, Señor de la casa de Cabarcos en el Obispado de Mondoñedo, y Sancha Álvarez, descendiente de la de Taboada y muy allegada de los Condes de Lemos. Consígnase también que al citado Álvaro Pérez Pardo sucedió como Señor de la casa de Cabarcos su hijo, Pedro Pardo, hermano de la doña Violante de Ribadeneira, y ahora lo es don Álvaro Pardo, su sobrino. Añádele que los Quiroga descienden de la casa de Carballido.

No aparece el claustro de admisión, pero en San Lucas de 1636 se  le nombra Consiliario, volviendo a serlo en 1641. En la visita de 1640 que realizó el Cardenal Antonio Spínola resultó alcanzado, por haber sido Colegial vinatero, en 104 reales, los cuales tenía que satisfacer, y mientras no los abonase no podía percibir porción alguna. Fue Catedrático de Prima de Cánones, Alcalde Mayor de los estados del Conde de Monterrey y Juez de la Quintana.  Estuvo casado con una hija de Don Pedro de Prado. El Conde de Altamira le hizo Alcalde Mayor de sus Estados”.
Doña Antonia de Ulloa y Ribadeneira (descendiente de la Casa de Quíntela en Chantada) casa con Don Alonso de Moure y Ulloa; y tienen por hijos a: 
D. Pedro, abad del monasterio de San Salvador de Asma (hoy en un lamentable estado de conservación y que en su día ejerció una gran influencia en la vida de la comarca de Chantada y que tuvo posesiones en diversas partes de Galicia).

Le siguen Dª Antonia, que casa en tierras de Quiroga; D. Lucas de Moure y Ulloa; y D. Benito de Moure.

Sería Don Álvaro Pardo Ribadeneira, que sucedió a sus padres don Álvaro González de Ribadeneira y doña María Somoza y Quiroga al frente de sus posesiones en Guntín y Sabadelle, quien contrajo matrimonio con la arriba mencionada doña Antonia de Ulloa Ribadeneira, quien agregó posesiones vinculares en febrero y mayo de 1686.

Año del fallecimiento del licenciado Don Antonio de Ulloa, rector de la parroquia de San Juan de Sardiñeiro y quien allí dejó construidas tres casas de las cuales una fue la primitiva rectoral; de la que hoy sólo vemos una “evolución da casa coruñesa no século XIX, no que se engade á planta terrea o andar superior, onde se sitúan os cuartos, reservando a parte baixa para a cociña e mailas cortes” (“Arquitecturas da provincia da Coruña”, vol. IV. Deputación Provincial da Coruña, Soraluce – Fernández. 1997).

Detalle de la inscripción reseñeda en el reportaje.

En su fachada aún podemos contemplar el blasón familiar y dos piedras que constatan las mandas del licenciado de la siguiente manera:
“Esta casa y las demás hizo el Licenciado Don Antonio de Ulloa, Rector que fue, de este beneficio hizo de ellas y de las demás. Deja encargado veinte misas rezadas por su ánima cada año concedidas por su santidad. Para ayuda de esto deja varios molinos propios. Año de 1686”

La profusión de nombres repetidos y similares dentro de las distintas ramas de esta familia hace que dejemos sólo a modo de ejemplo para quien desee ahondar en su estudio y análisis, dos  documentos indiciarios de la identidad y presencia de este linaje en Finisterre:
De 1676: pleito del “Monasterio de Valladolid y Chantada, su anexo, contra el Licenciado DON ANTONIO ULLOA RIVADENEIRA, cura de Chantada, auto ordinario sobre un yantar por razón de patronato” (el yantar era un tributo que pagaban, por lo general en especie que podía ser sustituido por un pago en metálico, los habitantes de los pueblos y/o zonas rurales para contribuir al sustento o alimentación del rey o de los señores feudales cuando pasaban por dichos lugares).

“El convento de Santa Clara pleitea contra Don García Ulloa Rivadeneira casado con María de Buxán, Sobre reivindicación del lugar de San Vicente de Duio” (1654-01-01 / 1654-12-31. Archivo del Reyno de Galicia).

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