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miércoles, marzo 12, 2025

«Recuento de las Casas Nobles de Fisterra I: los Valdivieso»

Juan Gabriel Satti Bouzas//En Finisterre existen una serie de edificios que nos hablan de un pasado de nobleza medieval que es digno de estudio y divulgación. Es este el caso de una vivienda que fue propiedad de un linaje procedente de misma villa: los Valdivieso.

 Fotografía de mediados del siglo pasado donde se distingue la ubicación original de la placa (foto JG Satti) con la leyenda citada

Se trata de un apellido toponímico de origen castellano, en Merindad y Valle de Valdivielso, partido judicial de Villarcayo, en la provincia de Burgos. Este solar fue uno de los más infanzonados de la comarca, del cual se afirma que salieron muchos guerreros a pelear contra los moros y que luego fueron fundando nuevas casas en casi todos los puntos de España.     

La construcción que nos ocupa se encuentra dentro del casco histórico, en la plaza y calle del Ara Solis y que una leyenda dice que perteneció a la reina Lupa, aunque parece ser que fue levantada en el siglo XIII y lo más probable es que fuera de doña Lupa Fernández, nieta de la condesa Lupa, hermana del conde don Fernando Pérez de Traba, que donó un pazo a Monfero conocido como Casa da Loba. De doña Lupa Fernández provienen los linajes de Deza y Taboada, siendo primer conde Don Juan Taboada Ribadeneira y Figueroa (fallecido en 1681 a los 46 años), maestre de Campo de Infantería (tras heroicas intervenciones en las guerras de frontera contra Portugal entre 1657 y 1668), caballero de Santiago por merced de Felipe IV, Regidor en la ciudad de Ourense y Procurador en Cortes; y que casó con su prima Aldonza de Castro Villamarín, nacida en Noya (ambos patrocinadores del actual santuario de la Virxe da Barca y dueños de una casa en Santiago, un palacio en Bembibre (Taboada) y su residencia de verano era las Torres de Cereixo, al fondo de la ría de Ponte do Porto).

 Estado de la casa en los `90 // Ejecutoria donde se lee «Diego Díez de Valdivieso, vecino de Finisterra», con el fiscal del rey y el concejo y pecheros de dicha villa, sobre su hidalguía 1595-10-25 (PARES) // Firmas periciales en el Catastro de Ensenada de los Vadivieso (fotos 1 y 3 JG Satti)

En el interior de la casa se conserva una pieza de mármol donde se lee «Redificola D. Juan Diez de Valdivieso, año 1604». Este don Juan de Valdivieso (cuyo padre Diego Díez de Valdivieso, que era nativo de Fisterra, pleiteó por su hidalguía en 1581-1595) tuvo por hijo al capitán don Pedro Díaz de Valdivieso que casó con Doña Teresa Porrúa, de la casa de Tribados (Asturias) y tuvo, entre otros a Don Mateo Pérez Valdivieso, a don Jerónimo Miguel de Valdivieso Montenegro y a Don Pedro Díaz Porrúa (Tomo V de Blasones y linajes de Galicia, J. S. Crespo Pozo).
Don Mateo, siendo párroco de Duio, además de donar en 1741 el actual retablo de la Virgen del Carmen situado en la iglesia parroquial, hizo construir en 1743 en una parcela de sus deudos inmediata a la casa patrucial, la llamada Capilla de Nuestra Señora del Buen Suceso pero que curiosamente, la iconografía que la precede es de la Virgen del Socorro.

En efecto, el culto fue difundido por los agustinos alrededor del siglo XIV. Según la leyenda, en 1306, el monje agustino Nicoló Bruno, prior del convento de Palermo, estaba muy enfermo y le rezó a la Virgen para que le ayudara. Un día se le apareció la Virgen del Socorro y le dijo que se levantara y difundiera esta advocación en toda Sicilia basada en un relato donde María rescata un niño de las garras del demonio. El clérigo se curó milagrosamente y pasó el resto de su vida difundiendo este culto (Sarnelli, 1716 pág. 48).

Capilla del Buen Suceso fundada por los Valdivieso como demuestra el blasón de la  entrada con las armas propias y de los Varela en el 2º cuartel (fotos JG Satti).

La mayoría de las representaciones de esta Virgen con un palo o maza ubicadas en las iglesias sicilianas, son imágenes de madera pintada que datan de los siglos XVII- XVIII y que todavía se utilizan durante las procesiones en su honor. Durante este mismo período histórico, todo el sur de Italia pertenecía a la corona española y es muy probable que esta advocación de Italia pasara a España.

De hecho, los grabados y estatuas españolas que representan a esta Virgen, datan de los siglos XVII-XVIII. Sólo que en España, la Virgen del Socorro aparece armada no solamente con un garrote sino con una flecha, una lanza, un cetro o con una espada (“Iconografía de la Virgen en el arte español” de Manuel Trens, 1946 pág. 331-341).

Estas representaciones de la Virgen portando una espada tienen connotaciones militares como la siciliana Madonna delle Milizie, Virgen de las Milicias, victoriosa sobre el turco. Tal el caso de la Madonna della Difesa, Virgen de la Defensa o de la Espada, en Donori (Cagliari, Cerdeña). 
Pedro Díaz Porrua y Jerónimo de Valdivieso fueron alcalde y juez, respectivamente, de Fisterra como consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1761.

La Madonna della Difesa (Cagliari) y la de Fisterra en el cruceiro de entrada en igual postura con espada en alto (foto JG Satti).

Del mismo documento se destacan otros hermanos y familiares directos que eran tratantes de ovejas, de pescados, poseían molinos o tenían parte del Cerco Real como Pedro Ballón Valdivieso que actuó como perito (por considerársele de “más inteligencia para el efecto”) y el párroco Andrés Antonio Varela Montenegro. Don Jerónimo casó con doña Francisca Caamaño Taboada y Fernández de Deza, de la Casa de Jora, de Vimianzo, descendiente de los Rioboó, Lobeira y Casa de Romelle y tuvo por hija a doña Tomasa Valdivieso Caamaño Montenegro Sotomayor Bermúdez de Lobeira y Fernández de Deza Taboada y Mondragón.

La casa es de planta cuadrada con una cubierta a tres aguas, muros con buenas piezas de cantería y abriéndose en la fachada dos puertas, donde a un lado se destaca un reloj de sol y al centro un escudo de piedra a cuatro cuarteles con morrión, en el que campean las armas de los distintos linajes que entroncan en esta noble familia.

Este blasón nos confirma la hidalguía obtenida por Diego Díez de Valdivieso (incluido en los padrones de nobleza y por tanto exento de tributos pero en contrapartida debían de prestar servicios de armas cuando eran convocados al efecto), pues los Hidalgos de tres líneas paternas y maternas, timbraban su escudo con un casco de acero bruñido, puesto enteramente de lado y la visera abierta, dejando ver tres rejillas claveteadas de oro, perfilada de lo mismo y forrada de gules.

Aspecto actual de la casa donde se aprecia el magnífico reloj de sol (foto JG Satti)

Las divisiones se aprecian de la siguiente manera:

1º cuartel con armas de los VALDIVIESO: En campo de azur, un castillo de oro en llamas. Bordura de plata, con ocho aspas de gules (El Rey Felipe V concedió estas armas al  mariscal de campo, regidor de Santillana y primer Conde de San Pedro del Álamo, Francisco de Valdivieso y Mier y Barreda en 1733).

2º cuartel con armas de los DíAZ: En campo de plata, un león rampante de gules, llevando en su garra diestra un bastón de oro y está sobre los 3 calderos de los TABOADA.

3º cuartel con armas de los VARELA: En campo de gules, barras de sinople.

4º cuartel con armas de los VILLAMARÍN: estrella de seis puntas subrayada por una media luna y rodeada de 3 flores de lis de los ALDAO
En el siglo pasado la casa pasó por las manos de los Castro Lema que la alquilaban, llegando a estar ocupada por cinco familias que subdividieron el interior con tabiques de madera. Luego la casa cayó en el abandono hasta que en la década de los setenta su último propietario don Manuel de la Barrera y Canosa, la recupera y rehabilita. Don Manuel (fº en 2010) no me pudo aseverar que fuera albergue de peregrinos, como afirmaron algunos, pero sí recuerda que cuando pequeño, su familia daba cobijo a las gentes de los pueblos entre Carballo y Fisterra que venían en romería a las celebraciones del Santo Cristo en Semana Santa y allí compartían las viandas que traían a la fiesta o se les proveía con lo necesario para hacer un caldo.

Interior de la casa, hoy convertida en garage, donde aún se distingue la estuctura original del edificio (foto JG Satti por gentileza de la familia Barrera)

Probablemente la confusión provenga de que cercana a esta casa se encuentra un palacio urbano medieval restaurado del siglo XV (La Casa del Arco), que los de la Casa de Moscoso mandaron construir no como residencia propia (ya disponían del castillo de Vimianzo para ello), sino como hospital para acoger a los peregrinos irlandeses, ingleses y franceses que llegaban por mar al Camino de Santiago; siendo similar en función y hechura que su par de Laxe.

Otra línea de los Valdivieso (o Valdivielso) entroncó con los Tagle del valle de Piélagos y después con los Leis y Santiyán ( según J.S. Crespo, op. citada).

Blasón del linaje local y su transcripción simbólica (foto y diseño JG Satti)

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