Rafael Lema// Hace 125 años del naufragio del SS Trinacria en Camariñas. Uno de los tres colosos más famosos de la fatídica Punta do Boi, con el Iris y el HMS Serpent. Un año más el 10 de noviembre a las diez de la noche con un viento y un mar embravecidos, una pista como salida de un bombardeo de la Gran Guerra, en medio de la borrasca Beatriz, una docena de valientes y apasionados por nuestra memoria marítima nos acercamos a esta necrópolis singular de Europa a rendir homenaje a todos los náufragos de la Costa da Morte. En la cita se recordó a las víctimas del Serpent, Iris y Trinacria, porque de los tres barcos hubo cadáveres enterrados allí. En la restauración de 1990 apenas se recuperaron dos puñados de huesos, depositados todos (católicos y protestantes) en el mausoleo del capitán H. L. Ross.
Con respecto al Trinacria (1893) la memoria oral mencionaba varias anécdotas que ahora nuevas aportaciones parecen corroborar. El cementerio inglés, construido tres años antes, acogió cadáveres de este barco, aunque al menos dos fueron recuperados por sus familiares y llevados a Escocia. Hoy reposan en uno de los más bellos cementerios históricos del país, al que habría que hermanar con el nuestro.
Los cadáveres del capitán Samuel B. Murray (1862-1893) y el tercer oficial de máquinas William Hudson Birrell (1869-1893) reposan en la Southern Necrópolis de Glasgow, la llamada «the city of the death«, entre la Caledonia street y la Lawmoor st, que en sus labradas lápidas y artísticos mausoleos refleja el tiempo cuando la ciudad era conocida como «the second city of the empire», un gran mercado comercial rival de Londres. Un cementerio de artistas, héroes militares, actores, empresarios, técnicos navales, abierto en julio de 1840. Desde 1952 es cementerio municipal. Según la lápida el capitán Murray tendría 31 años, no 39 como tenemos en los censos. En una hilera de siete lápidas en la sección central, tumbas 27 y 28, se hayan estas dos estelas de piedra con su cruz gaélica, de dos marinos unidos por un mismo destino y juntos también en la eternidad, cruces que recuerdan en sus inscripciones la tragedia del Trinacria a 4 millas del «Cape Villano» en medio de «rough seas and poor visibility». Se indica que el barco podía llevar 69 pasajeros de 1ª y 910 de clase popular, y había perdido 34 hombres, con 7 supervivientes.
Este hecho acreditado de la memoria del Trinacria en un camposanto escocés con dos de los cuerpos recogidos en Camariñas no desmiente sin embargo algunas de las leyendas locales sobre el naufragio. En general se suele confundir este suceso con el caso Serpent, así se cuentan anécdotas vinculadas al crucero de guerra que corresponden al vapor de pasaje, igual que todo objeto recogido en la zona se atribuye al crucero. Investigadores en el pasado se hicieron eco de estos relatos aún presentes (Ballesteros, Baña, Campos). En «Náufragos de antaño» (2002), Juan Campos aportó la más documentada relación de «hechos» que se fue completando estos años con nuevos artículos míos. En febrero de 1893 dos supervivientes siguieron la senda de los náufragos del Serpent hasta la aldea de Pescadoiras en Xaviña, por eso a veces se mezclan sucedidos. Fueron atendidos por los mismos vecinos y por los mismos médicos, Lema y Artaza, que los otros dos del crucero de guerra.
Otra leyenda cruzada hablaba de la esposa del capitán del Serpent, una joven desnuda que yacía en una carpa del camposanto inglés entre el trajín de los rescatadores. No era creíble esta historia porque en el buque de guerra no iba ninguna mujer. No hace mucho vivían dos vecinas de Arou y Santa Mariña que me contaron cómo sus abuelas les hablaron de la joven bella, desnuda, de piel muy blanca, de largos cabellos dorados, de la que se comparecieron sus antepasadas y la cubrieron con sus «saias», evitando las miradas masculinas. En ambos relatos se refieren a víctimas del Trinacria, no del Serpent. Era el cuerpo de Katherine Smith, la novicia de unos 15 años enterrada allí mismo, el cementerio inaugurado dos años y medio antes. En fin, la leyenda oral sí era cierta, pero con otra fecha y naufragio.
Otro relato oral que acredita el uso del cementerio inglés para enterar algún cuerpo del Trinacria se refiere al capitán Murray (al principio llamado mr. Hurry) y su perro. Son varias versiones, pero todas insisten en que un perro recogió el cuerpo del capitán del mar y estuvo durante mucho tiempo, hablan de meses, guardando su tumba. Una versión dice que el ayudante de Marina pudo un día recogerlo, otros que allí murió de pena y hambre al lado de su amo. El caso es que el cadáver del capitán, el de un oficial y varios marineros, fueron recuperados, y en principio como el cuerpo de la joven monja enterrados en el camposanto inglés.
De nuevo la memoria oral, y otras fuentes, indican que en el camposanto llegaron ingleses en fechas posteriores al naufragio a llevarse cuerpos enterrados. En principio apuntaban al Serpent, pero no hay dato alguno al respecto. Lo mismo se hizo en Camelle con muertos del Agra. También citan documentos escritos que poseo que entre 1870 y 1920 eran frecuentes los robos de cadáveres en los cementerios de la zona, y de Galicia, por ello se ponían guardias en los parroquiales (en Ponte do Porto, por ejemplo). El inglés como sabemos sufrió expolio hasta llegar en ruinas a 1990. El relato de la recuperación de cuerpos vemos que está acreditado en punta do Boi, ya que al menos dos de los fallecidos del Trinacria fueron llevados por sus familiares a Glasgow en donde ahora reposan. Pero, como si se tratara de reliquias, un día el «cemiterio inglés» fue tumba del capitán Murray y hoy es su cenotafio, como lo tengo llamado en varias conferencias, lugar en donde reposaron sus huesos, como la actual tumba de san Pablo en Roma es cenotafio y no sepulcro.
El SS Trinacria se desplazaba desde Glasgow a Livorno, vía Gibraltar y Génova, pero en la noche del 6 al 7 de febrero de 1893 naufragó en el bajo de Lucín, en la Costa de Camariñas. Eran las seis de la mañana del día 7, con noche y niebla cuando colisionó en los terribles bajos. El oleaje rompía contra el caso, derribando mástiles y la chimenea. En un bote las cuatro mujeres del pasaje trataron de ganar la orilla, pero fue engullido por el mar, solo el cadáver de una alcanzó tierra. Dejó 34 víctimas (se salvaron siete personas) pero bien pudieron ser más.
Era un barco destinado al transporte de emigrantes, pero por suerte ese día no llevaba la carga humana habitual, por lo que la cifra pudo ser mucho mayor. El temporal en todo el Cantábrico, las corrientes marinas de esta costa, la desviación de la derrota del capitán por la falta de visibilidad e imposibilidad de tomar marcas, provocaron el fatal desenlace entre las Bermellas y Lucín. De hecho, las circunstancias que rodearon al accidente dieron lugar a una reclamación de Gran Bretaña ante España que solicitó la mejora de la señalización en cabo Vilán y cabo Fisterra. Las obras del nuevo faro de cabo Vilán recibieron un gran impulso por el naufragio del Trinacria.
De los muertos algunos fueron quemados ante la imposibilidad de rescatarlos, llegando en un amasijo nauseabundo de redes, cera, maderas. La zona se conoce hoy como «A furna dos defuntos queimados». Otros cuerpos que el mar fue arrojando durante días recibieron sepultura en el Cementerio de los Ingleses, junto a los fallecidos del H.M.S. Serpent y el Iris Hull. Uno de los supervivientes fue el maquinista John Rust que dejó testimonio de la ayuda que recibió de los habitantes de Camariñas que le ofrecieron ayuda y asistencia.
El S.S. Trinacria, de la Anchor Line Company, transportaba ladrillos, carbón, hierro y cera. Pero tenemos documentados otros pasajes del barco, con datos curiosos. Realiza el servicio entre Glasgow y Nueya York, pero también enlaza puertos mediterráneos con América. En 1883 sufre una modificación para dotarse de 479 pasajeros a proa y 69 a popa. Sabemos que en 1872 teniendo como consignatarios a Henderson bross y la Anchor Line realiza siete viaje as de Glasgow a Nueva York, con 144 pasajeros de cabina y 2.247 de tercera. En esas travesías nace un niño y mueren tres pasajeros.
En uno de sus viajes de 1872 desembarca en Nueva York 179 españoles y 110 portugueses. En 1892 efectúa viajes entre Palermo y Nueva Orleáns. Por ejemplo el 11-7-1892 lleva 888 sicilianos, de ellos solo una veintena tienen mas de 50 años. Entre los nombres, algunos mafiosi, que tendrán largo recorrido en el hampa de EEUU, en la época de plena actividad camorrista en Trinacria (Sicilia). La caída de los precios del limón y crisis políticas hacen apetitoso el negocio del transporte de sicilianos a América, actividad principal cuando el barco se hunde en nuestras aguas.
Cuenta el Times el día 9 que The Anchor Liner´s Trinacria dejó Glasgow el primero del mes y Greenock al día siguiente, con destino a los puertos del Mediterráneo, «se esperaba su llegada hoy a Gibraltar». Estaba bajo el mando del capitán Samuel Murray, quien, a pesar de que había estado en un buen número de buques de vapor pertenecientes a Anchor Line, fue este su primer viaje en el Trinacria. La tripulación era de 32 marineros en total. Sólo había cuatro pasajeros, a saber: Miss Stirling, Kitty Smith, chica, Miss Carswell, y Mrs. Bell (esposa del reverendo bell), monjas metodistas en ruta de Glasgow para Gibraltar. A continuación se detalla la tripulación: J.W. Mac Ausland, primer oficial, 31 años. F. Thorne, segundo oficial. R. Chalmers, carpintero; D M'Donald, contramaestre; W.J. Reid, R. Spencer, A. Anderson, W. M'Innes, DAnderson,D. M'Gilp, A. Ralston, y V.B. Molloy, marineros; J. Kerr and J. Coon, boys; J. Rust, jefes de máquinas; D. Patullo, segundo maquinas; W. Birrel, tercero máquinas ; J. Semple, fogonero jefe; T. M'Kenna, T. Moore, M. M'Hall, J. Kelly, J. Murphy, y W. M'Lain, bomberos; J. Devine, J. M'Cowan, y J. Hay, trimmers, cortadores; J. Craig, mayordomo; J. Scott y E. Knight, camareros; J. M'Lusky and B. Vitorrio, cocineros; y S. Dale, cirujano». A los pocos días se supo que el ingeniero jefe y seis marineros (nombrados a continuación) habían llegado a la costa: John Rust, primer maquinista. Donald Mac Gilp, marinero. Andrew Ralston, marinero. James Semple, fogonero jefe. Fogoneros: Thomas Moore, John S Kelly. John Mac Gowan, estibador. Todos los sobrevivientes eran de Glasgow, a excepción de Moore, que era de Govan. El cocinero nombrado como M'Lusky en el primer informe fue catalogado como el escocés John M'Lashey de 36 años en el siguiente.
EL SS TRINACRIA hundido el 7-2-1893 en Baixo Lucín, Punta do Boi, Camariñas era un vapor mixto de carga y pasaje inglés. Se estima que llevaba 37 tripulantes y 4 pasajeras, monjas metodistas que iban a Gibraltar. 34 fallecidos, 7 supervivientes. En The Times 9-2-1893 se dan 36 muertos, 2 salvados. El 14-2 hay 6 supervivientes en A Coruña y un herido en Camariñas. El 11-4 en Cámara de Comunes se citan 31 muertos. De la Anchor Line de Glasgow, botado en 1871, en Glasgow, constructor Robert Duncan. Se dan 1.107 tn brutas, 1.687 tn netas, 102 m eslora, 11,4 manga, 7,9 puntal. En pies: 306×34,4×29,3. El Times da un tonelaje bruto de la 2236 tn y un tonelaje neto de 1.418 tn. Otras verificaciones dan 2.107 tn brutas, que en 1882 se amplían a 2.256 tn. Importante transporte de emigrantes a EEUU. Capitán Samuel Murray, 31 años, soltero.