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lunes, marzo 25, 2024

Victorio da Lus, el último maestro porteño del acordeón diatónico

Rafael Lema.

Victorio con el fotógrafo Víctor Plou «Leica»

El acordeón diatónico tuvo un éxito inusual en Ponte do Porto antes de la guerra civil, continuado desde los años cincuenta por Victorio da Lus, Victorio Caamaño Castro, el último maestro del floreo y del «acordeón de botóns», que llegó con sus piezas al actual siglo en medio de un círculo de acordeonistas de piano. Victorio da Lus fue el último representante en Soneira de este instrumento y junto a Pazos de Merexo los únicos de la Costa da Morte que alcanzaron nuestros tiempos. En la edad de oro del diatónico en la ría hay que citar a Wenceslao Caamaño, padre de Victorio, y a Manuel Dios Díaz O Diosiño, que llenaban los bailes en Ponte do Porto y alrededores, una villa de célebres compras, salones de baile y que mantuvo una banda de música a mediados del siglo pasado. El tercero en discordia, heredero y alumno de estos dos fue Victorio da Lus.

Varios de sus sobrinos tocaron en grupos musicales y orquestas, practicando también piezas con el diatónico. Su sobrino Antonio Rodríguez que actualmente vive en Londres recuerda que «o meu tío Victorio contoume que o seu pai tiña un e que llo collía agochado e levábao ao monte coas vacas, el nunca tivo un, tocou muito con un que tiña o Diosiño, outro que miña nai me comprou e despois meu cuñado Alfonso e mais eu, comprámoslle un e mandamosllo con unhas letras sobrepostas que lle puxen eu, onde dicía: Victorio el Rey,porque siempre tocaba esa peza». Esta canción, «Manda rosas a Sandra«, temas mejicanos y éxitos adaptados de los años 50 y 60, incluso «Los pajaritos», se sumaban las tradicionales jotas, polcas,valses,tangos y boleros de este virtuoso músico. «Este acordeón aínda o conserva meu primo Victor na Coruña» recuerda Antonio.

Victorio con Antonio Rodríguez al acordeón

Hay grabaciones en vídeo casero en fiestas locales con Victorio actuando que son hoy un gran documento, pues son pocos los maestros en Galicia que quedaron en este estilo. Actualmente el diatónico y el floreo ha sido recuperado con grabaciones hechas a Manuel Pazos Redonda, Pazos de Merexo. En la ría destacaron en los años treinta Os Carolinos de Muxía, o Diosiño y Lalo Caamaño de Ponte do Porto, pero el antecedente documentado más antiguo es el de la comparsa del Casino de Ponte do Porto de 1915, en donde ya usaban el bandoneón llegado de Argentina pues varios de sus miembros, de Ponte do Porto y Cereixo, habían retornado de Buenos Aires.

El acordeón diatónico llegó a la Península Ibérica a finales del siglo XIX, pero a la Costa da Morte arribó con las nuevas modas de tangos y valses procedentes de los emigrados en Buenos Aires. Carlos Reigosa habla del enorme éxito de este instrumento, «especialmente nas festas populares asociado ao baile agarrado e a outros ritmos de moda a partir de 1940», pero cayó en desuso sustituido por los acordeones piano que llevaban las orquestas profesionales. El mismo Pazos recibió su «acordeón de botóns» de su primo José de Benito de regreso a Argentina.

Lalo Caamaño

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