Rafael Lema
Este miércoles se celebró de nuevo en el paseo marítimo la feria mensual de Ponte do Porto, una iniciativa que encara su segundo mes con éxito de afluencia y ventas. Esta propuesta nacida de los propios comerciantes ha renovado la feria porteña que tiene dos siglos de antigüedad y es actualmente la más veterana de la comarca tras la de Baio. Ponte do Porto recupera así parte de su oferta ferial, tras ver como en los últimos años la tradicional feria quincenal que se celebra el segundo y el último domingo de mes iba en decadencia, al igual que sucede con otras plazas. La feria del segundo domingo sigue sosteniéndose en cuanto a la presencia de ganado porcino, en la Praza do Outeiro, pero los puestos generales de la plaza habitual del mercado son escasos. Ahora la feria de los miércoles devuelve el aspecto del mercado tradicional.
El Catastro de Ensenada de 1752-54 cita las ferias de A Piroga-Bamiro (conocida popularmente por feira de Baio), San Isidro de Quintáns y la «reciente» de Baiñas. A ellas se sumará la de Ponte do Porto, a principios del siglo XIX, cuando aparecen citas ya al acopio de mercancías (encaje, cebollas, sal, vino, granos) en su mercado. La tradición oral ya hablaba de la renuncia de la parroquia a ser concello a favor de Camariñas, a cambio del mantenimiento exclusivo de la feria, sin embargo a finales del siglo pasado el Concello de Camariñas permitió mercados en varios lugares, dos de ellos semanales en la capital municipal y surgió el mercado del jueves en Vimianzo.
Ponte do Porto tuvo alcalde en 1836, en la primera partición del antiguo partido señorial de Vimianzo, durante una década. Luego el concello pasó a Camariñas, como en la actualidad, constituyéndose dos distritos electorales en la segunda mitad del siglo, los de Camariñas y de Ponte do Porto-Xaviña. Ponte do Porto cuenta con su mercado ganadero y agropecuario mensual que se celebraba el segundo domingo de mes, está documentado al menos desde 1819, tiene dos siglos. Son una serie de documentos de la mesonera Agustina González de Porto en donde se citan transacciones de mercancías y proveedores. Hasta finales del siglo pasado contaba con tres plazas de mercado.
El Campo de San Roque para los productos generales y agrarios, el Campo do Outeiro para la ganadería vacuna y caballar, la Praza do Outero o Feira dos Porcos para el de porcino. La feria en el siglo pasado además era el principal punto de compra y venta de encaje de Galicia, en donde se ubicaban los mayores puntilleiros o compradores de encaje de bolillos. En 1829 disponemos del «Cómputo de lo que se debe pagar por la sal en la Parroquia del Puerto» con otro listado de vecinos o cabezas de familia, que nos da idea del número de casas habitadas y de los primeros tratantes de empaque en la zona. Los primeros son el abad y el hidalgo Romero de Porto con 8 ferrados de sal; con 6 ferrados, labradores ricos, la tabernera Agustina González, de Porto.