Manuel Lema Suárez y su lucha en la IV de Navarra.
Manuel Lema Súarez
Rafael Lema
El siete de octubre de 1937 el libro de difuntos de la parroquia de San Pedro de Ponte do Porto da cuenta del fallecimiento en las montañas de Ribadesella en el frente de Asturias de Manuel Lema Suárez, según una carta de dos compañeros, Manuel Villa y Agustín Longueira, casado este último en Vilar de San Martiño de Ozón con María Ana Antelo, y el segundo amigo de la familia.
Manuel Lema era soldado del 1º Batallón de Montaña Flandes nº 5, 3ª Compañía, Ametralladoras, de la famosa y laureada IV Brigada de Navarra, comandada por el gallego Camilo Alonso Vega, con base en Vitoria, y murió por herida de metralla en el estómago a los 19 años de edad, desangrado al no poder ser retirado bajo fuerte fuego enemigo del puesto de combate a tiempo para su curación. Había combatido en la toma del Pais Vasco, la toma de Santander, la batalla de Brunete y la batalla del Mazucu en los Picos de Europa, el último gran combate del frente norte.
Es condecorado por dar su vida por la nación y sus padres reciben el diploma correspondiente de Honor a los Héroes, Gloriosos Caídos por Dios y por España asignado por el Exmo. General Presidente de Consejo Supremo de Justicia Militar por orden de 20 de mayo de 1947 inserta en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército nº 120 con pensión anual de 795,50 pesetas a favor de sus padres Manuel Lema Vázquez y Elisa Suárez Pazos.
En las cartas que envía a su casa de Ponte do Porto da cuenta de algunos datos de su periplo en la cruenta guerra fraticida, que coinciden con los avances de su compañía en las grandes campañas de ese año. Desde el cuartel de Vitoria escribe a su madre el 16 de agosto de 1937, indica haber recibido una carta, un paquete de tabaco y un giro de 15 pesetas. Escribe fuimos al frente de Madrid y luego a Santander y ahora estamos en la capital de Vitoria como si fuéramos señoritos. Le dice que el permiso para ir a casa es imposible, pero como está en la capital se encuentra bien y que sabrá que me voy a casar aquí en Vitoria tan pronto se termine esto será la boda mía.
Envia recuerdos a la familia, informando que en el cuartel no tiene conocidos salvo unos de La Coruña que lo tratan como un hermano, cita a conocidos vecinos, le das las gracias a las de Mazaeda y a Rogelio el viejo, «y al nuevo que Dios lo ampare que pronto le llegará el día de estar en su casa bien». Se trata de Rogelio Mazaeda, dirigente sindical que se encontraba fuxido, y que vestido de mujer conseguirá escapar para Cuba.
La otra carta la escribe en el frente de Asturias el primero de octubre de 1937, tras la dura batalla del Mazucu, seis días antes de su muerte. Saluda a sus padres y hermanos, indica que está bien de salud y agradece y espera con ansia las cartas que recibe de casa. Dice a su madre que envía dos jerseys y «tambien los lavas pues quizás lleven algún piojo pues aquí es la fruta que más abunda». Pregunta por varios amigos del pueblo: «Me dirás si el Foso salió para el frente y si García sigue en Zaragoza y si quieres saber en donde me encuentro miras el mapa en los Picos de Europa». Termina con recuerdos a su hermano Ricardo y a vecinas como María de Liduvina, Lola de Clementina, la criada de Inocencio y a Pepiño, su sobrino de tres años (mi padre).
LA CAMPAÑA DEL NORTE
La definitiva nacional de 1937 para conquistar el norte es larga y dura, dividida en dos etapas de tres meses cada una, separados por la batalla de Brunete. En la primera los combates se centran en Vizcaya, y en la segunda en Santander y Asturias. El norte caerá el 21 de octubre de 1937. Manuel Lema, que participa en todas las acciones y en las más significativas batallas en vanguardia en uno de los batallones más aguerridos y con más perdidas, no podrá ver el fin de esta campaña, ya que muere el dia 7 de octubre, de una herida que en otras condiciones, cerca de una asistencia adecuada, no sería mortal.
El último frente de resistencia republicano del norte ya había sido sobrepasado por la IV de Navarra, el río Sella, con el puente de hierro de Ribadesella dinamitado por los defensores en su repliegue a Gijón para huir del país en algún barco. En Ribadesella estaba el cuartel general del Ejército del Norte republicano, alli se habían parapetado a orillas del Sella algunos milicianos, mientras el grueso de los soldados y muchos civiles se retiraban al puerto gijonés. Para seguir el transcurso de aquellas jornadas del hecho histórico que más ha marcado a los españoles en el pasado siglo voy a seguir los testimonios e investigaciones de varios autores de muy distinto signo y distintas visiones, a un y otro lado de la linea divisoria de las dos Españas en brega.
Según consta en el Archivo General Militar de Alava la IV Brigada que lucha en este frente tiene el siguiente organigrama:
Mando: coronel Camilo Alonso Vega. Cuartel general: Gastéiz-Vitoria. Estaban encuadrados aquí la media Brigada África con el batallón B de cazadores de Melilla nº 3 y el batallón C de cazadores de las Navas nº 2. La media brigada Flandes con el 1º Batallón de montaña Flandes nº 5 y el 2º Batallón de montaña Flandes nº 5. Se complementaban con el 6º Batallón del regimiento San Marcial nº 22, el 4º Batallón del Regimiento Bailén nº 24, el 5º Batallón del Rgto. La Victoria nº 28, el 3º Batallón de montaña Sicilia nº 8, el tercio de La Virgen Blanca, la 8ª Compañía del requeté de Álava y la 2ª Centuria de Falange de Álava».
Como crónica de los esfuerzos de la división de Manuel Lema tenemos como referencia las Memorias Bélicas de Lucas Mª de Oriol y Urquijo, Teniente Provisional del Regimiento de Infantería de Montaña Flandes nº5 de la IV División Navarra, requeté alavés. Es la visión de un compañero divisionario, uno de sus oficiales directos.
Fotos soldados http://lubakikoak.com/batallon-de-montana-flandes-no5/