Salvador Mosteyrín, Tito, era un joven soldado de Corcubión que se alistó voluntario en la División Azul en la campaña de Rusia, en la Segunda Guerra Mundial.
Rafael Lema Mouzo
Tito Mosteyrín además de luchar en las gélidas estepas en el sitio de Leningrado en marzo de 1942, llevó consigo una cámara de fotos con la que realizó muchas instantáneas que son hoy un valioso documento gráfico histórico oculto hasta ahora entre sus pertenencias.
Este aficionado a la fotografía fue el retratista de la Costa da Morte en el frente ruso, emulando a las peripecias de otro célebre fotógrafo en milicias, Ramón Caamaño en la guerra civil. Su sobrina Mercedes Mosteyrín Canosa guarda algunas de sus instantáneas y seguro que habrá más entre las cartas y recuerdos de la guerra de su pariente.
En algunas fotos se ve al corcubionés herido en el hospital de Grigorowo o en la estación de Vilna, acompañando a vecinos de su mismo lugar como Geluco, Ángel Teijeira, a quien en una imagen se ve poniendo flores en un inmenso cementerio español a varios compañeros caidos. Se puede leer el cartel de la tumba de Javier García-Noblejas y Brunet.
Geluco y Tito pudieron regresar, como otros soldados de la zona destacados en Rusia: Lamela, Canosa, Ramos, Castro Rial, José Méndez. En otra imagen se ve el Cuartel donde estaba instalada la División Azul en Nogorod, entre el lago Ilmen y el lago Ladoga en la conocida como bolsa del río Voljov, en el cerco a Leningrado, batallas en donde intervinieron estos bravos soldados de la comarca.
Sobre una foto sacada el 1-11-1942 en Grigorovo su sobrina Mercedes escribe que «El edificio de atrás era el hospital de la División Azul. El día de la foto a mi tío le habían dado el alta, porque estuvo varios meses por una infección en la mano». «En el Hospital estaba de Director Bernardino, que creo que era de Corcubión» recuerda la pariente.
En algunas cartas los soldados advertían que estaban en una «santa cruzada contra el comunismo», no contra Rusia ni guardando lealtad a Hitler, para llevar de nuevo la religión a aquella tierra, y firmaban «arriba España, por la victoria católica» porque la mitad de los soldados eran voluntarios falangistas.
A nuestro retratista le tocará combatir en la ofensiva del Voljov o la del Ishora, en la batalla del Ladoga, a 30º bajo cero. El 13 de enero de 1942, los soviéticos rompen la línea alemana del ala izquierda de la División Azul entre Godorok y Dubvizy e introducen enormes contingentes de tropas y material, profundizando en la retaguardia hasta Finev Lug, Miassoj Bor y Ljubino Pole, intentando envolver al Grupo de Ejércitos Norte en donde se encuadra la Blau.
Los alemanes pierden Teremez y el 2º Bon del 269 de l División Azul al mando del Cmte. Román contraataca a los rusos que hostigan sin cesar las posiciones españolas a la derecha de su avance. La Ermita, El Alcázar, Las Pilastras, Chutny, El Mogote, pero alemanes y españoles luchan y frenan el avance.
En otra acción cuando el hielo del Ishora empezó a crujir el 20 de febrero de 1942, los rusos desencadenan el último ataque a gran escala contra el subsector que ocupa la División Azul. No es más que un aviso a otras grandes batallas. Pero los soldados españoles con grandes bajas seguirán resistiendo hasta que regresan en octubre de 1943.
