En 1969 salieron a la luz las intoxicaciones en Carburos Metálicos de Brens (Cee), en la Costa da Morte. Bailes de cifras sobre el número de muertos y afectados por la manganosis y la silicosis.
Xosé Manuel Lema
En marzo de 1970, los accionistas de Carburos Metálicos celebraban su asamblea general en Madrid. El consejero delegado Perfecto Castro Rial daba cuenta del importante crecimiento de la empresa. Unos movimientos económicos de 1.273 millones de pesetas y un cash-flow de 187 millones. También destacaba la gestión para erradicar un foco de manganosis. Castro aseguraba que la conversión en horno de cuba de un horno abierto de la factoría de Cee, permitiera solucionar el problema. Denunciaba “una campaña injusta y calumniosa” pero agradecía la “serena actitud de la prensa”. Detrás de este episodio había una tragedia que aun hoy escuece en la memoria colectiva.
Se habla de 53 trabajadores muertos por intoxicación
A finales de agosto de 1969, el abogado pontevedrés Rodríguez Figueiredo calculaba que 53 trabajadores había muerto por silicosis e intoxicación de manganeso. Y extendía el radio de posible afección a toda la localidad de Cee. El letrado situaba en 1960 el año del inicio de las intoxicaciones, y declaraba a los medios de comunicación que disponía de 53 certificados de defunción y 180 fichas que avalaban sus quejas. Hacía referencia además a un informe de la inspección sanitaria que calculaba que en esta época había una veintena de casos de manganismo agudo, 25 de distintos grados y seis silicóticos.
Estábamos en los últimos años de la dictadura de Franco. Desde Comisiones Obreras se criticaba la situación de la fábrica que años después pasaría a manos de Ferroatlántica y Ferroglobe.Medio centenar de trabajadores lanzaban sus quejas a través de la prensa, denunciando la falta de garantías laborales y sanitarias en la industria.”No existían caretas al servicio del personal, ni aparatos de ventilación para aminorar los efectos del ambiente pulvígeno” señalaban.La presión social llevaba a iniciar una investigación según relataba la revista “Información Española” que se editaba en Bélgica.
Carburos Metálicos negaba toxicidad ambiental en Cee
Al cabo de unas semanas, la dirección de Carburos Metálicos, intentaba frenar el “movimiento de alarma” creado en la comarca. Aseguraba que había nueve casos de manganosis en esas fechas. Los mismos que se habían producido desde 1952. Calificaban de “inexactas y absurdamente desorbitadas” las informaciones que hablaban de toxicidad ambiental.
Ese mismo verano se habían hecho análisis a los 405 trabajadores de la factoría. La mayoría gozaban de buena salud, pero a más de un centenar le repitieron las pruebas. Según informaba la empresa a La Hoja del Lunes, había nueve casos de enfermedades y unas 31 personas pendientes de los resultados.
Desde Carburos Metálicos argumentaban que cumplían con todas las normas de seguridad e higiene, y que la fábrica de Cee estaba técnicamente preparada a nivel europeo.Justo en el año de la polémica, se hizo una importante inversión para convertir un horno de cuba abierta en cerrada, para evitar este tipo de enfermedades que se venían sufriendo.
Es uno de los conflictos laborales que se recuerdan en la zona, en unos años difíciles para la protesta y para libertad de expresión.
