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jueves, marzo 21, 2024

El padre de Caín recuerda unos años de plomo que dejaron huella

La mini-serie de Telecinco recuerda unos años en los que se asesinó al porteño Manuel Lemus Noya// El xalleiro José Antonio Anido estuvo infiltrado en la banda terrorista ETA// La primera víctima fue el malpicán José Pardines Arcay//

La emisión de la mini-serie “El padre de Caín” en Telecinco ha activado la memoria sobre el amplio relatorio de víctimas de la sinrazón terrorista en Euskadi.

La Costa da Morte no ha vivido ajena a la huella sangrienta de aquellos años.De hecho, tal y como se recordó en el documental emitido en la pasada noche de ayer martes, Día de la Constitución, la primera víctima de ETA fue el agente de la Guardia Civil de Tráfico, José Antonio Pardines Arcay  (ver reportaje sobre Pardines) , natural de Malpica. Fue el comienzo.El preludio de los años de plomo.

Manuel Lemus Noya, una de las víctimas

Pero en uno de los momentos álgidos del rosario de asesinatos figura el de Manuel Lemus Noya, natural de Ponte do Porto(Camariñas). Trabajaba como policía local en Santurce. Tenía 46 años.Cerca de la seis de la mañana de un martes 24 de febrero de 1978 cuando se dirigía caminando hacia su cuartel, fue sorprendido por un terrorista que le disparó desde un Seat 1.500 negro en marcha. 

De aquel coche, en el cual viajaban tres personas, salieron media docena de balas, pero dos fueron las que le abrazaron a la muerte, alcanzando la región torácica. Según las crónicas “una de las balas penetró por debajo de la clavícula izquierda y salió por el hombro, afectándole la tráquea, mientras que la otra seguía la trayectoria que va de la tetilla izquierda al lado derecho de la espalda”. Un conductor de autobuses, que conducía un Seat 600, se encontró con Manuel Lemus herido y lo trasladó al hospital de Cruces en Baracaldo, donde continuó su lucha con la muerte, que duró 43 días. El seis de abril fallece.

El entierro en su localidad natal de Ponte do Porto se hizo con la máxima discrección y prudencia. “Loló”, como le llamaban en su pueblo, era militante de Fuerza Nueva y sabía que estaba amenazado por ETA. La propia banda reivindicó el atentado y lo justificó por su supuesta relación con los Guerrilleros de Cristo Rey.

Lo que no pasó desapercibido fue el funeral celebrado el 12 de abril en Santurce. Hubo incidentes después de que el párroco ordenara retirar unas banderas españolas colocadas en el interior del templo. Un monolito recuerda a Lemus Noya y a otras víctimas del terrorismo en Santurce.

José Antonio Anido, un agente infiltrado en ,la cúpula de ETA

Pero la comarca también destacó durante esos años por contar con la persona que estuvo más tiempo infiltrada en la banda ETA,José Antonio Anido Martínez, vinculado a Santa Comba, de donde era su madre y a donde había llegado su padre lucense antes de emigrar.

El agente Anido se convirtió en Joseph Anido y se introdujo en la banda terrorista entre 1989 y 1995, hasta convertirse en hombre de confianza de Mikel Antza. Como contamos en este reportaje (pincha aquí) después de una labor muy meritoria y de gran ayuda para el estado acabó siendo descubierto y tuvo que cambiar de identidad.

Son personajes reales que forman parte de la historia en la que se ambienta la  mini serie “El Padre de Caín” basada en la novela escrita por Rafael Vera, inspirada en hechos reales y dirigida por Salvador Calvo.

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