Localizan nuevos datos de los descendientes del platero Blas Espín.
//Rafael Lema//
Al platero barroco napolitano Blas Espín vecino de Ponte do Porto desde 1783 le ha crecido la familia. Nuevas investigaciones han descubierto por ejemplo que en su matrimonio con la porteña Melchora Rego tuvo cinco hijos.El más importante taller de orfebrería de la Costa da Morte fue el de Blas Espín en Ponte do Porto, un platero barroco que hasta 1832 mantuvo plena actividad, llenando de piezas de arte nuestras iglesias. Hoy poseemos mas datos sobre él que iluminan muchos aspectos hasta ahora oscuros o legendarios.
Blas Espín Dur, según los datos del archivo parroquial San Pedro de Ponte do Porto era «natural de San Nicolás de Rivel en Nápoles» en donde nació entorno a 1753. En concreto su pueblo natal se llama San Nicola de Rivello, provincia de Potenza, región de Basilicata, entonces Reino de Nápoles. Era hijo de Domingo Espín y Ana María Dur (0 Durcel), ambos de Rivello. Vivió en Cereixo y Ponte do Porto, tras una corta estancia en Santiago. En Ponte do Porto trabajó desde 1783 a 1832, aunque desde 1818 en el taller familiar le fue relevando su hijo Juan Espín, también platero. Se casó en Ponte do Porto con Melchora Rego Rodríguez, hija de Miguel Rego y Dominga Rodríguez de Ponte do Porto. Los Rego salieron de O Sixto y los Rodríguez de A Grixa. Nuevos datos sacados del Libro de Bautizados de Ponte do Porto PO 17377 (1763-1810) revelan que el platero tuvo cinco hijos y no uno como hasta ahora se sabía, gracias al reciente trabajo de sus descendientes residentes en Florida, Joyce y Victoriano Martínez.
Se conocía hasta ahora un hijo, Juan Francisco Espín Rego y Rodríguez fue bautizado en Cereixo el 2 de abril de 1789. Ahora la lista se incrementa con cuatro hijos nacidos y bautizados en Ponte do Porto. María Francisca Thomasa Espín y Rego y Rodríguez bautizada el 25-11-1790. Andrea, nacida en 1793. Y dos gemelos bautizados el 14-10-1794, Jacobo y Miguel.
Juan Espín casa con doña Bernarda Mourín Ron y Lanzós. Hija de Juan Francisco Mourín y doña Teresa Ron y Lanzós, de Buría (Camariñas), hidalga de muy noble linaje galaico, de la casa de Maceda, señores de las torres de Cereixo. Tuvieron dos hijos, doña Andrea Espín Mourín y don Juan Francisco Espín Mourín. Blas Espín fue padrino de Andrea junto a Antonia López. Juan de Lema y Benavides fue padrino de Juan Francisco. Doña Andrea fue bautizada en Cereixo el 30 de noviembre de 1831. Don Juan fue bautizado en Cereixo el dia 7 de mayo de 1833. Andrea Gregoria casó con Luis López Vázquez de Ponte do Porto y de ellos derivan los López Espín, con amplia descendencia en España y América. Como Maria López Espin que casa con Manuel Mira Varela (Leis en algunos papeles), que tuvieron a Jaime, Manuel, Sofia y Concepción, en Cee, hijos que emigraron a Cuba y Florida. Jaime fue asesinado en Florida acusado de espionaje en 1891.
Otra rama, los Fernández Espín, siguió en Camariñas hasta 1962. Luis López era hijo de Tomás López y Rosa Vázquez de Ponte do Porto. Una rama es la de Juan Antonio López Freire, nacido en Cereixo el 28-3-1731 y célebre arquitecto como su hijo Juan López Freire, nacido en Santiago en 1774, coetáneo de Espín. Otra López se casó en el primer tercio del XIX con Fernando Teijeira Ardeleiros, hijo de Deogracias Teijeira Pérez (1793-1865), que dio pie a los Teijeira (Ponte do Porto, Camariñas, Cereixo) célebres en la milicia, administración municipal y la medicina española en el XX. Los nuevos descendientes del platero ayudan a clarificar la presencia de nueve bautizados con apellidos Espín localizados en los libros parroquiales de Camariñas. Espín Sande en el libro de bautizados 1799-1818. Espín Sande, Espín Pedreira, Espín Mourín, Espín Vázquez en LB 1818-1841. Espín (natural) en LB 1841-1851. Espín González, Espín Rodrígez, Espín Fernández en LB 1851-1869.
En 1993 el centro de estudios Blas Espín de Camariñas en colaboración con el Arciprestazgo de Nemancos realizó un inventario y exposición de parte de las obras de Espín en el centro cultural porteño. En 2010 la entidad colaboró con el Concello de Vimianzo en la exposición de tres de sus obras en una muestra de arte sacro en la semana santa en la casa de cultura. En las fiestas patronales de Ponte do Porto se puede ver la cruz de plata de Espín presidiendo las procesiones.
EL GRAN TALLER DE NEMANCOS
Blas Espín trabajó para los arciprestazgos de Nemancos y Soneira. Su vinculación a la iglesia y a las cofradías va a ser muy alta, algo habitual en su lugar de origen y en su linaje napolitano. Según la leyenda familiar, antes trabajó en la catedral de Santiago, extremo que no pude concretar, pero es posible que tuviese algún encargo en la capital con otro vecino de fama, Juan López Freire, maestre de obras de Santiago en la época, natural de Cereixo, con cuya rama emparentaron sus descendientes y en cuya casa vivió Espín. Este vinculo acerca Espín al cabildo y a la Inquisición compostelana. Su hijo Juan Espín emparenta con otra saga hidalga, que dio varios párrocos a la zona, los Ron y Lanzós.
Tenemos una cita de un Manuel Espín, de 1821, pero no encontramos ningún hijo así llamado. Podría ser un error en el apunte, O un nieto incluso. Pero es claro que desde esa fecha el taller de Espín en Ponte do Porto es familiar, trabajan un hijo y algún ayudante de la familia, y ya no hace grandes encargos sino arreglos, pues sus descendientes no tenían la habilidad del artista napolitano, ni las cofradías capacidad económica por la aguda crisis de la época pos napoléonica, o el efecto climático continental de 1818 (pérdida de cosechas, hambrunas). En 1821 por otra parte Blas Espín estaba en plena actividad social en Ponte do Porto, comprando bienes, como contador de cofradías y de la fábrica parroquial, mano derecha del párroco Andrés Montero y Pazos de Probén.
Sus primeras obras, desde 1783, responden al estilo barroco, para introducir el neoclásico desde 1804, en contacto permanente con el foco artístico compostelano. Su casa sigue en pie, al lado del puente medieval de Ponte do Porto. Su taller estaba en el monte de Correa, hoy de la familia Fernández Suárez. En los años setenta aun se mantenía parte del horno de cocer. Fue hombre muy activo en la vida social de la zona, aparece como cofrade en numerosas cofradías religiosas, mayordomo; o en la vida social, firmando documentos privados, testificando. Desde 1785 a 1800 es contador y testigo del libro de Luminaria de San Pedro do Porto. De 1784 a 1828 intermitentemente es contador de la Fábrica de San Pedro de Leis, y de 1790 a 1832 de la de San Pedro de Ponte do Porto, de la que fue mayordomo en 1802. O sea, los datos confirman su plena actividad hasta la fecha de su muerte.
Es cofrade de Guadalupe y del Sacramento, desde 1784 hasta su muerte. Paga misas fundadas por Inés Martínez y conjuntamente con Paula Pérez las de Bartolomé Canosa, en las cofradías del Rosario y Sacramento. Su entierro en Ponte do Porto aparece como el más fastuoso de la época en la zona. Fue un 21 de enero de 1832, con una sepultura de 40 reales y misa cantada de doce curas, con don Francisco Antonio Couto como párroco. La cofradía de San Roque abonó por su alma una libra de cera. Esta enterrado en el cementerio de A Grixa. Su mujer Melchora Rodríguez murió el tres de abril de 1849, y fue enterrada al día siguiente con ocho curas. Pertenecía a una conocida familia patricia local, comerciante y con bienes agrarios.
