«La memoria perdida del Hospital de peregrinos de Logoso» no devuelve al Camino y al ayuntamiento de Dumbría en un reportaje de Rafael Lema.
Hace ocho siglos, entre 1200 y 1209, se crea el primer albergue de peregrinos del Camino Jacobeo a Fisterra, en Hospital de Logoso (Dumbría), por la donación de un prelado local, el presbítero Esteban. De la memoria de este albergue y de su benefactor, que documenta la importancia temprana de la ruta a Fisterra solo queda el moderno topónimo de Hospital de Logoso y algunos legajos. Es el tráfico constante de peregrinos por tierra de Compostela a Finisterre el que hace necesario este centro en la época dorada de las peregrinaciones, ya que la Costa da Morte carecía de puertos relevantes de entrada oficial de romeros por mar.
El arzobispo Gelmírez poco después de 1094 cambia de emplazamiento el primer hospital de peregrinos de Santiago fundado por el obispo Sisnando a la rúa Azabachería y en 1128 le dona un cementerio y una capilla extramuros en la rúa das Ortas. El hospital se extinguirá en 1546. Tras el levantamiento de este albergue, y la creación de un ordo o cofradía del hospital de Santiago, esta se proyecta hacia las dos vías principales de peregrinación marítima. Después de 1124 se funda el hospital de Bruma, en Mesía, en el camino de Burgo do Faro, que enseguida se convertirá en uno de los principales puertos del tráfico marítimo, el germen de A Coruña, con el decidido apoyo del rey Alfonso VII. El otro albergue en una ruta marina es el de Hospital de Olgoso, en el actual lugar de Logoso en la feligresía de Santa Eulalia de Dumbría. En el centro del camino posjacobeo que va de Santiago a Fisterra. No es un lugar elegido al azar.
Santa Eulalia es la primera parroquia de Nemancos, la comarca de Fisterra, la única que pertenecía al obispado deIiria en la Alta Edad Media. El lugar está tras el paso del río Xallas por ponte Olveira, a medio camino del mar. Y un donador local, Esteban de Logoso (Stephanus de Ulgoso), cede en 1209 el hospital y capilla, que él había fundado y adquirido, al cabildo de Santiago para la atención de los peregrinos y necesitados. Dona treinta sueldos anuales a percibir el día de san Miguel de septiembre, actuando como titular único, y pone la nueva iglesia bajo la advocación de santa María. A partir de ahora los canónigos de Santiago son lo señores y el cabildo podrá poner prelado y rector en la iglesia tras la muerte del fundador. Esteban se reserva el derecho de ser prelado vitalicio pero vincula al cabildo en el patronazgo y apoyo a este proyecto. Fernando López Alsina estudió estos tres hospitales de peregrinos en el marco compostelano pero cree que este vínculo no dio lugar a una verdadera ordo o cofradía hospitalaria, pues no hay más casos.
Esteban no integra su donación en el hospital compostelano antes citado sino que lo otorga al cabildo y coloca a un sacerdote, Martín, como su colaborador en las tareas de atención a los «pauperum transeuntium». Lo denomina «Martinus presbiter et fratis hospitalis de Ulgoso». El termino Olgoso relacionado a un monte ya aparecería en una escritura de 1175 en donde Acenda Alfonso dona al abad Martín y al monasterio de San Martín Pinario cinco casales en la villa que llaman Lubelios (Lobelos) en Nemancos, feligresía de San Julián de Pereira (Pereiriña), abajo del monte Olgoso. En 1230 Esteban denominado ahora «domnus Stephanus de Ulgoso» renueva la donación al cabildo. Ahora advierte que los que le sucedan a él y al clérigo Martín en la administración deben ser del ordo del hospital de Santiago. López Alsina insiste en que se trata de vincular al ordo, a la cofradía, en la administración, pero el propietario y señor es el cabildo. El hospital compostelano solo asume la gestión de los dos hospicios de las rutas marinas, Bruma y Olgoso. Las rentas del hospital de Olgoso que no van al cabildo se destinan a la atención de los peregrinos y transeuntes. El rastro documental de Olgoso nos lleva a los inventarios de tenencias del cabildo, ya en gallego antiguo. En 1375 y 1385 la Tenencia Grande informa que lo lleva Juan Fernández do Porto, escudero y copero del conde de Lemos: » do espital de Legoso, per hu van a Fiinsterra, por dom Estevo trinta soldos de Leon. Tenna agora Iohan Fernandes do Porto, escudeiro, que agora he copeiro de dom Fernan Ruiz de Castro». En 1463 leemos en el tumbo 3 de tenencias que sigue en uso el hospital, y aparece ya claro el topónimo Logoso, con el clérigo Pedro de Trujillo como tenedor, pero delegando en Juan Martís: «Item ha en cada anno de çenso ennas hermidas que estan ao hospital de Logoso, que esta enno camiño de Fiinsterra nove libras. He agora clerigo destas hermidas Pedro de Trusillo, colleas por el Juan Martis, clerigo et paga por el».
El hospital compostelano recibe en 1416 la villa y puerto de Muxía, con sus términos, señorío y jurisdicción, en una permuta con García Fernández Sarmiento, Adelantado Mayor del Reino de Galicia, por unas posesiones en Pazos de Arenteiro y Laxas. También posee la presentación de las parroquias de San Pedro de Leis y Santa María de Morquintián en Nemancos. El citado hospital de Bruma igualmente cuenta con tierras en nuestra comarca, en las parroquias de Carballo, Coristanco, Calo, Grixoa, Coucieiro, A Graña, Lamas. Esto es así porque el noble Bermudo Pérez de Traba se asoció en el primitivo proyecto. El papa Benedicto XIII a principios del siglo XV concede indulgencias a los cofrades benefactores del hospital compostelano.
fotos interior- Web Albergue de Logoso
