Las cenizas del maestro de periodistas Celso Collazo Lema ya descansan en su tierra. Desde el sábado 2 de agosto de 2014 reposan en el cementerio parroquial de Vimianzo. Antiguos colaboradores, seguidores y familiares lo recordaron
Texto y fotos-Rafael Lema
El cementerio parroquial de Vimianzo, la última construcción de uno de los grupos de canteros ancestrales de la comarca, la Colla do Mantido de Carnés, acogió las cenizas de uno de sus hijos, el periodista Celso Collazo Lema. El panteón de sus parientes de Vimianzo, los Lema Trillo, de la casa do Reloxeiro, recibió en una mañana de fina lluvia y un centenar de paraguas los restos mortales de uno de sus hijos más viajeros. Un testigo ocular de acontecimientos que marcaron la historia de Europa, como la Segunda Guerra Mundial, la guerra fría, el muro de Berlín. El alcalde y ediles de varias fuerzas políticas locales, un centenar de familiares, amigos y vecinos, rindieron un último tributo al periodista y escritor. Estaban presentes los periodistas Carlos G. Reigosa, Juan Caño, Óscar Becerra, Pepe Ameixeiras, el escritor Rafael Lema, el físico y divulgador Jorge Mira, o el editor Pepe Alborés.
El Concello de Vimianzo recordó a uno de sus hijos ilustres, el periodista Celso Collazo Lema, con varios actos, tras la noticia de su reciente muerte en Madrid. Tras el entierro de sus cenizas en el cementerio de Vimianzo se descubrió una placa en su casa natal en la rúa da Torre 35, cerca del castillo medieval. A las 13.00 horas en el mismo castillo se celebró una mesa redonda con el escritor y periodista Carlos G. Reigosa, el exdelegado de EFE Juan Caño, el director de Prisa revistas Óscar Becerra y el físico Jorge Mira. Carlos G. Reigosa, recordó que su amigo Celso Collazo Lema había sido injustamente olvidado y alabó su trabajo de toda una vida dedicada al oficio como uno de los grandes corresponsales internacionales de prensa españoles y maestro de una generación. En una columna salida a la luz hace un par de años citaba el trabajo de Collazo a quien entrevistó en octubre de 2012.
Juan Caño tenía mas relación con él. Cuando le llamó la mañana de su muerte a su casa, la voz del contestador le advirtió “ahora no puedo atenderle, deje su mensaje…”. Más tarde supo que había fallecido de madrugada y tardó en creer la fatal noticia. Para el periodista “Celso era un personaje capaz de sorprender al más pintado” y recuerda que pese a sus 92 años y una docena de operaciones, parecía tener un pacto con la vida y tenía la sombra de la muerte alejada de su vera. “Su cabeza ha seguido funcionando hasta el final de su vida” recordó su amigo. Mencionó el trabajo de Collazo en los inicios de Efe y como abrió las delegaciones de la agencia en Londres, Moscú, Nueva York y Washington, “marcando un estilo y una manera de hacer periodismo” y formando a docenas de jóvenes periodistas, entre ellos el propio Juan Caño, que trabajó mucho tiempo a su lado en Londres y Washington. Por eso lo llama su maestro en el oficio. Caño recordó que su amigo había pasado penurias y olvido en estos últimos años. Por problemas económicos tuvo que dejar su piso de la calle Orense de Madrid porque era demasiado caro y buscó refugio en la casa de un sobrino en el pueblo madrileño de Guadalix de la Sierra, en donde murió. Una operación de cataratas le impidió seguir con su principal afición, la lectura y donó su gran biblioteca al pueblo gallego. Casi sin voz y ayudado por un andador, apoyado en un pequeño grupo de amigos, pasó sus últimos días, entre recuerdos y el cariño de los conocidos, de parientes próximos, y de su fiel perro Zas.
Considerado uno de los más célebres corresponsales de guerra españoles durante la Segunda Guerra Mundial Celso Collazo Lema recibió en 2011 el primer premio Maestro de Periodistas, fundado ese año. Vivió la Segunda Guerra Mundial como corresponsal de Efe en Londres, Moscú, Nueva York y Washington, testigo privilegiado de los hechos. Luego entrevistó al presidente norteamericano Jimmy Carter el 25 de junio de 1980. Collazo es una pluma de la generación intermedia, la que ejerce desde la posguerra mundial hasta la transición a la democracia española. Vivía en Guadalix de la Sierra (Madrid), siguiendo por internet la actualidad mundial y con página en Facebook. El 24-10- 2012 el número 30 de la revista ‘Periodistas’ de la FAPE rindió homenaje “a los corresponsales españoles cuya supervivencia se ve amenazada por el repliegue informativo con el que los grandes medios están haciendo frente a la crisis”. Y también se reconocía la labor del maestro Collazo. Collazo, con María del Carmen Kruchemberg asiste en Vigo en su juventud a la tertulia que entre 1945 y 49 comparten con Eduardo Moreiras; Emilio y Xosé Mª Alvarez Blàzquez, Laxeiro, Celso Emilio Ferreiro, Prego de Oliver. Su padre había colaborado con castelao. Se casa en 1952 con la pintora coruñesa María Antonio Dans, de la que se separa en 1959. Tuvo a una hija, Rosalía Dans, actriz famosa por su papel estelar en la serie televisiva Los Gozos y las sombras.