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viernes, marzo 22, 2024

As pedras, pedras son…

El proyecto de instalar una cantera en el entorno de los Penedos de Pasarela(Vimianzo)provocó una importante contestación social. Años después una de aquellas personas que vivió esa etapa, nos cuenta sus sensaciones y recuerdos. Y posiblemente abra el tarro de la controversia. Adiante Galicia.

Un artículo de Alvaro Alvarez

Debía de correr si mal no recuerdo entre los años 1998 y 1999, cuando una de las mejores personas que he conocido, me comentó lleno de rabia:

·  —  Sabes que están haciendo una cantera en los Penedos…???

 

Ese fue el primer golpe que recibí sobre el tema y el comienzo de mi movimiento en pro de la causa, siempre fue a rebufo de la primera asociación en tomar cartas en el asunto que fue “Adiante Soneira”. Después ya se fueron uniendo otras como “AXVALSO” y más tarde “ADEGA” junto con una serie de personas anónimas sensibilizadas con temas medioambientales, ecológicos y culturales, que también se fueron uniendo a la causa de forma paulatina.

Corrían los años de mayor poder del anterior propietario del sillón de la Alcaldía de Vimianzo, la información, salía del ayuntamiento a cuentagotas, pero poco a poco gracias a algunas personas pertenecientes a estas asociaciones, más preparadas a la hora de desplazarse en el enrevesado mundo de la burocracia, se fueron consiguiendo. La mayoría de las reuniones para coordinar acciones protesta, como las primeras Andainas organizadas por la zona, nacieron allí, en el lugar donde se realizaban, El Salón Caribe. Hoy casi con una sonrisa en los labios, recuerdo que en esa primera caminata cuando llegamos a la zona 0, lo primero que sentí fue la sensación literal de: “Esto es el fin”. No en el sentido de todo está acabado, no… fue la sensación de que la andaina, había terminado de forma literal al encontrarme un muro de piedra cortada a plomo de unos 10 u 11 m. de altura.

Era como una muralla insalvable. Por la zona, diseminados una serie de bloques de granito ya arrancados y colocados de una forma anárquica por la explanada, ya que estaban numerados, si mal no recuerdo hasta el nº 42. El tamaño de cada uno de ellos, era descomunal, pero no eran todos iguales la media podría estar en un 3.00×2.00×2.00 m. Un conocido mío y yo ante la falta total de objetividad por parte de medios como La Voz de Galicia, Edición Carballo; Como la que a día de hoy es evidente, planteamos la posibilidad de un saboteo masivo de toda la maquinaria pesada e incluso el encadenamiento a esta para publicitar de alguna forma lo que allí estaba ocurriendo.

Toda esta serie de movilizaciones y algunas charlas, hicieron poco a poco mella en algunas personas que se iban uniendo a la causa, pero que seguían siendo vistos como un atajo de locos ecologistas que iban en contra de la creación de una gran industria del granito, cuando no era nada más que la destrucción del ecosistema natural de la zona y lo que fue una promesa de la creación de entre 60 y 70 puestos de trabajo, una burda mentira ya que en lo que en principio fue un permiso de prospección y estudio, estaban contratadas entre 3 y 5 personas y a día de hoy, puede comprobarse in situ, la desfeita que prepararon.

En medio de todo esto, también fueron tomando parte en favor de la conservación, personas como Manuel Rivas, que por aquel entonces, pasaba largas temporadas residiendo en Vimianzo y personas de esta etapa cultural en A Coruña; Es decir, fue un camino largo y muy trabajoso para muchas personas. No quiero dejar de mencionar a una muy, muy especial para mí. Al que yo siempre para mis adentros he conocido con el sobrenombre del Señor de las Piedras: Roberto Mouzo. Sin confundirme mucho, era una de las personas que más dolido estaba con lo que estaba ocurriendo y también fue, una de las personas que más se movió sin duda para que esta barbaridad, no fuese llevada a cabo.

Después de esta serie de acontecimientos que no dejaron de ser planteados como una toma de conciencia de la sociedad, y que los organismos públicos, se diesen cuenta de que había gente dispuesta a luchar por lo que para ellos no eran más que piedras, quiero hacer un inciso importante. La formación política del BNG, con el actual Alcalde Manuel Antelo Pazos, en un principio no quisieron salir a la palestra para no perder la decena de votos que podrían tener en la parroquia de Calo, y así que su imagen no sufriese daño dentro del Concello, al posicionarse contra la Canteira a cara descubierta, con el coste en las futuras elecciones que ello podría acarrearles, es decir; Antepusieron sus resultados electorales a lo que hoy se conocería como “Minería Salvaxe” y el precio que se hubiésemos tenido que pagar por ello.

FOTO-GALICIA HOXE

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