Carta de Critias a Terámenes (VII)
.Son admirables y dignas de exposición, estimado Terámenes, las astutas artimañas de los oligarcas de estas tierras en su gozosa labor de saqueo de la riqueza. Su ultimísima e ingeniosa ocurrencia está en convencer a sus pobres seguidores de que no teniendo nada van a ser felices. ¡No te rías cuando leas estas letras! Yo también sonreía hasta que asistí a varios actos de los jefes de las diferentes facciones, y en ellos les explicaron a sus recursos humanos y cargos sorteados “nos tendrás nada y serás feliz” y las genuflexiones y regocijos fueron inmediatas.
La viveza de los oligarcas ha creado una legión de vanidosos que creen lo que les conviene, lo que les convienen a los oligarcas. Olvidaron estas gentes la ley de bronce de la oligarquía, aquella de que los recursos humanos solo deben tener lo suficiente para tener prole.
Estas gentes dejaron de lado la realidad de sus nada lejanos orígenes. En su reciente etapa de servidumbre los oligarcas recibían prestaciones en trabajo, una parte fija en beneficios, y lo restante era para los siervos, subsistieran o perecieran. Ello provocaba revueltas y desordenes de los recursos humanos sometidos al régimen de servidumbre. En el presente los oligarcas tienen otro método para determinar los salarios de sus recursos humanos
Como bien nos enseñaron en la Academia los salarios de los trabajadores está en relación al valor de los bienes de consumo mínimos necesarios para que el trabajador viva y pueda tener hijos. Lo pagado a mayores es pérdida de beneficio de los oligarcas. La suma de los costos en alimentación, habitación, vestimenta, leña o carbón para calentarse, aceite para iluminarse de noche, y todos los bienes necesarios para su supervivencia conforman el salario necesario para el trabajador y para que le permita tener una familia e hijos que a su vez serán los trabajadores siguientes.
Si es un trabajador cualificado, se añadiría el costo de su pasada formación académica y el costo futuro de la educación de los futuros trabajadores cualificados, como ingenieros, químicos, letrados, maestros de obras, cirujanos, estrategas, navegantes y todos los demás. Así los costos de los trabajadores cualificados en formación y educación deben ser más altos, ya que la creación de nuevos trabajadores cualificados también es más alta. A mayor coste en la reproducción de los recursos humanos mayor costo en su mantenimiento y reproducción.
Si los salarios promedio día fueran inferiores al coste necesario para vivir el trabajador, este o bien se moriría de hambre, o entraría en el mundo del lumpen, delincuencia y bajos fondos.
Unido a lo anterior está claro que la productividad de los trabajadores cualificados genera más valor que los no cualificados, con lo cual es posible pagarle salarios más altos, sin reducir el beneficio del oligarca. Ese salario mínimo en el recurso humano es lo necesario para que trabajen, se reproduzcan los diferentes grupos de trabajadores, y lo que sea a mayores es gasto innecesario para los oligarcas y siempre una reducción de su beneficios.
Junto a lo anterior básico, también determina el salario la presión que realicen los trabajadores, cualificados o no, a los oligarcas; el número de recursos humanos desocupados que puedan sustituir en cualquier momento a los trabajadores que son respondones o poco sumisos, así como la productividad y el progreso técnico. Toda ello te parecerá obvio y lo es, amigo Terámenes, pero te voy a explicar el porqué de lo anterior.
Los oligarcas pagan a los trabajadores lo justo y necesario, lo mínimo, y ni una moneda más de plata. Los oligarcas de las republicas vecinas no tienen trabajadores tan módicos.
En esta republica los trabajadores, cualificados o no, ganan menos que los trabajadores de las republicas vecinas en términos reales. A igual productividad menor salario; atendiendo al coste de la vida, menor salario; atendiendo a la educación y cualificación técnica, menor salario. Siendo un país agrícola, ganadero y pesquero, los productos de esos sectores son iguales o más caros que en los países que no tienen esos sectores. Las manufacturas tienen el mismo precio que en las republicas vecinas, así como la vivienda, productos y necesidades en relación a los salarios.
A mayores, la mitad de los ciudadanos productivos son pequeños comerciantes, tenderos, pequeños artesanos con pocos ayudantes y aprendices u operarios, los cuales también, como no podía ser de otra forma, también ganan menos. ¡Los oligarcas de esta republica son la envidia de los oligarcas vecinos!
La sinceridad de los oligarcas en informar a sus trabajadores de que van a ser más pobres, pero que estuvieren tranquilos porque la pobreza les traerá felicidad, no puede dejar de sorprender y es digna de admiración por su exquisito éxito. Los amigos oligarcas me razonaron el método de su dominación. Su explicación totalmente racional, es por lo simple, muy sorprendente, y fruto de su gran ingenio y sutileza. Implementan avispados métodos.
