Describía Freud a la hordas, como la más elemental y violenta forma de organización social humana. Durante estas semanas sufrimos hordas de gente en zonas turísticas, playas e incluso en el Camino de Santiago, gente que no respeta ninguna de las medidas aplicadas por las administraciones con respecto a controlar la expansión del virus. Ante esta situación los responsables de hacer cumplir la ley, hacen prevalecer lo económico a la salud.
El Sr. Presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, nos pretende imponer una medida como es el «Pasaporte COVID» en la hostelería, medida que el Tribunal Supremo echa por tierra. Cuando vives en un mundo en el que tú vida transcurre entre el coche oficial, mansión pagada por todos los ciudadanos y te reúnes únicamente con cierta clase social, te lleva a creer que eres una realidad superior. Que lógica tiene pedir un pasaporte COVID cuando estamos sufriendo aglomeraciones sin imponerles ningún tipo de medidas para controlar el incremento de infectados.
Sufrimos lo ilógico de lo lógico. Unas medidas incoherentes, opuesto a lo que como responsable público tendría que hacer prevalecer, aplicando un juicio reflexivo y medidas con sentido común.No queremos el efecto febril turístico e ingresos económicos que más tarde tendremos que pagar con un cierre de negocios, pérdida de libertades y una merma brutal de la calidad de vida.
