Los Carnavales se acercan y con el llega un momento perfecto para que niños y mayores disfruten de este rito tan lúdico.
Lo auténtico de estas fiestas es el contexto de libertad en el que todos nos movemos, dejando atrás sentimientos como la vergüenza, la autocensura o el miedo al «qué pensarán de mí». El Carnaval permite sacar toda la alegría e ilusión y disfrutar con quienes se unan a nosotros.
Si durante nuestro día a día, llevamos una «careta» autoimpuesta o inconsciente de cara a la galería, este es un momento perfecto para deshinibirnos y mostrarnos tal y como somos. Incluso en las relaciones sociales, el hecho de llevar careta puede ayudar a gente con limitaciones a que este primer paso a la hora de socializar se vea facilitado.
Otro punto positivo de estas fiestas es la estimulación cognitiva que se genera al trabajar la creatividad para formular y realizar nuestro disfraz. Esta creatividad a veces es en pareja o grupos, por lo que se acaba trabajando también habilidades sociales, negociación, asertividad… Un sin fin de factores que a priori uno no pensaría que cualquier tradición llegase a incluir.
Además de la diversión que esta fiesta nos genera, son muchos otros factores en los que nos beneficia mentalmente. ¡Disfrutad del Carnaval!