Yo sigo viendo Reyes. Y están desnudos!. El cuento de Andersen aplicado a la política.
No por tópico y conocido deja de tener vigencia aquel cuento de Hans Christian Andersen(«El traje nuevo del Emperador»). En las últimas elecciones municipales, al conocerse los resultados electorales hubo quién no entendió lo que había sucedido. Como si al abrir las urnas y comenzar a recontar los votos, le hubiese caído una injusta maldición o una plaga bíblica. Pero esto pasó hace meses, hace años y pasará en otras elecciones.
En el cuento de Andersen, el Rey, borracho de egoísmo e ignorancia, se deja embaucar por los charlatanes, y con el soporte de los aduladores, luce orgulloso un traje que no tiene. Estaba desnudo, pero nadie dijo nada por no desagradar al jefe. Hasta que un inocente niño dijo la verdad.
En mi libro «El candidato ganador» traslado esa imagen a la política. El Rey-candidato estaba desnudo sin apoyos, pero ni el era consciente por su propia falta de perspectiva, ni los elogios de los aduladores le permitían, hasta que llegan los batacazos electorales.
En muchas ocasiones el entorno de los políticos, si bien para mantener su estatus o para no incomodar al «Rey», suele disimular la realidad con grandes dosis de halagos y piropos. Si ya de por sí el poder ,hace más difícil tener una buena visión de las cosas y una conexión con la realidad, los colaboradores y allegados pueden ser la barrera de la distancia definitiva entre el político y el pueblo.
Algunos reyes de ayuntamientos y otros gobiernos, se dieron cuenta de que estaban desnudos cuando se lo dijo el pueblo, a través de las urnas, que es la forma más contundente y secreta de decir las cosas.
Y después se buscan explicaciones, se anuncian cambios de estrategia, renovaciones varias, pero si me permiten desde mi perspectiva de niño gallego de la «Costa da Morte» yo sigo viendo reyes. Y están desnudos!!!!