Nueve días antes de las pasadas elecciones generales, en un artículo publicado en este diario digital titulado «En Marea, Nós y el abrazo del oso» ofrecí una perspectiva que tenía muy clara y que considero que finalmente se confirmó.
Una de las acciones importantes de la estrategia de campaña de En Marea, se centró en reivindicarse como una fuerza de izquierda y nacionalista, irrumpiendo con potencia, en el escenario en donde habitaba un BNG, que entre su falta de visión táctica y con la camiseta de «Nós» añadiendo más confusión, se vio desbordado y hasta sustituido.Me lo decía en aquellas fechas Yolanda Díaz:»Imos atraer o voto de xente do nacionalismo porque sabe que é a primera vez na historia que podemos acadar un grupo parlamentar propio. Espero que a xente que se sinta nacionalista lle dea a confianza a esta candidatura plural, nacionalista e de esquerdas».Lo del grupo parlamentario daría para otro artículo.
Hablando coloquialmente.En Marea le dio el abrazo del oso al BNG y lo dejó sin representación y bastante noqueado. Ahora, con vistas a las elecciones autonómicas, y si logran poner orden en el gallinero, el objetivo parece ser el PSdeG.Las últimas elecciones generales y las encuestas sitúan a En Marea a la altura del PSdeG. Ahora intentarán pescar en el caladero socialista, confirmar su ascenso y ser la alternativa al PP de Feijóo. Algo parecido a la estrategia de Podemos y aliados a nivel estatal. Buscarán otro abrazo del oso, pero con el PSdeG.
«Pedro no nos hagamos daño» le decía hace unos días Carolina Bescansa al socialista Pedro Saura. Ahí está el quiz de la cuestión y del cronograma de la izquierda llamada rupturista.El PSdeG parece que se ha dado cuenta e intentará hilar fino, aunque ejemplos como el del arrepentimiento público de Méndez Romeu, sobre el apoyo a las mareas en las ciudades no sirva de mucho, y más bien suene a una pataleta intantil que a un horizonte político.
Estaremos atentos. Las cartas se están repartiendo.