El loro orejiamarillo es una de esas especies a las que le esperaba un futuro negro. Y no muy lejano. La iniciativa de la Fundación Loro Parque aportando su capital científico y económico (en este apartado hablamos de 1,6 millones de euros invertidos) logró invertir la situación y mantener viva a esta hermosa ave endémica de los Andes de Colombia.
“Fueron más de veinte años de trabajo con este loro. En 1999 apenas se contaban unos 82 ejemplares y en el último censo de diciembre de 2020 se calculan cerca de 4.000”. Lo confirma el director científico del Loro Parque, Rafael Zamora.
Entrevista a Rafael Zamora- desde minuto 62
En una entrevista en Radio Xallas, explicó detalles del proyecto de conservación desarrollado. Uno de los problemas era el uso, por parte de los humanos de la palmera de cera, la más alta del mundo que alcanza los noventa metros.
La labor de conservación llegó hasta el Vaticano. En las procesiones del Domingo de Ramos, las palmeras eran objeto de uso por parte de los feligreses de la zona. Y esto “convulsionaba el hábitat”. Desde las instancias superiores de la iglesia, enviaron una misiva a los párrocos locales para que no se usaran esas palmeras tan importantes para los loros orejiamarillos. En ellas anidan y comen de sus frutos.
“Ahora este loro orejiamarillo es un emblema en Colombia, un país campeón mundial de la ornitología de observación de campo”, señala Zamora, muy contento porque ya son diez proyectos de Loro Parque “con los que hemos salvado a especies de la extinción”.
El propio director científico tuvo la ocasión de inspeccionar a estas aves en sus territorios:”No son loros grandes pero si atractivos. Logran mimetizarse bastante bien y se camuflan de forma extraordinaria”.
En la actualidad, siguen monitorizando la presencia de estas psitácidas en vida silvestre:”Es más fácil en medio controlado. En el campo hay un trabajo muy laborioso y concienzudo”.Las alturas y la nieblas son factores en contra en tierras cafeteras:”A veces con la humedad fallan hasta las cámaras”, pone como ejemplo Rafael Zamora, que destaca la implicación de las comunidades locales como garantía de éxito de las distintas acciones que promueve Loro Parque.
El loro orejiamarillo suele medir unos 42 cm de longitud. Es de un color amarillo intenso en su frente, oídos, zona de los ojos. De amarillono tan pronunciado el pecho y el vientre y de colos verde la corona, nuca, dorso, y cara superior de las alas y la cola.
FOTOS LORO- WEB PROAVES
