NUEVOS DOCUMENTOS RETRASAN EL PLAN DE INVASION DE 1942- Rafael Lema
España pudo correr la misma suerte que los países del Eje y ser ocupado por los aliados en la Segunda Guerra Mundial, iniciada en 1939 una vez acabada nuestra contienda civil, por lo que este año se conmemoran 80 años de ambos sucesos. En general se temía un desembarco al acabar la guerra, pero de hecho hubo un momento de inflexión en medio de la misma, con planes avanzados de ataque aliado y defensa alemana de la Península, en el verano de 1942.
Ya hemos hablado en otros artículos de los planes aliados, y la contribución española en el frente, sobre todo con la participación de la División Azul a las puertas de Leningrado, en las orillas del Illmen y el Volchov; pero también del importante peso de Galicia en el suministro de volframio o el apoyo a la guerra submarina.
La entrada de EEUU en la guerra
A mediados de 1942 el Eje había alcanzado su mayor expansión, implantaba la guerra total en el mar, preparaba la definitiva ofensiva en el frente ruso, Rommel triunfaba en las arenas norteafricanas, y el Japón dominaba el Asia oriental; pero la contraofensiva aliada y una serie de combates decisivos llevarán a fin de año la iniciativa a los aliados, sobre todo por la inmensa capacidad de EEUU y el sacrificio ruso.
La entrada de EEUU en la guerra provocó convulsiones en la política española; pero sobre todo la amenaza real se cernió sobre el Marruecos Español, rodeado por los aliados tras el desembarco de las fuerzas norteamericanas e inglesas en Marruecos y Argelia en noviembre de 1942. Alemania presionaba a Franco para lograr mayores compromisos y tomar Gibraltar. Ocupaba la Francia de Vichy, por lo que teníamos al Reich de vecino.
Ya desde el inicio de la guerra Alemania planeó la Operación Ilona para detener cualquier intento de invasión de la Península, contando con las fuerzas españolas. En este plan, no muy avanzado, se daban por perdidas las Islas Canarias, que supuestamente serían ocupadas por los británicos; pero Galicia era un punto estratégico de primer orden para el Reich; contando siempre con una implicación mayor de España, que por otro lado seguía manteniendo neutralidad y relaciones diplomáticas más o menos veladas con Inglaterra y EEUU. Este proyecto Ilona mudó en 1942 en la operación Gisela de la que vamos a hablar, demostrando que había nacido meses antes de la fecha oficial, ya con la supervisión de von Rundstedt.
En la Revista Ejército (Diciembre de 1.964) ya se tienen analizados estos protocolos, indicando que en septiembre de 1942, por razones de seguridad, la Operación Ilona fue renombrada Operación Gisela, sin cambios en los planes. Nunca se concretarían.
En junio de 1943, los mandos alemanes cancelaron la Operación Gisela y fue reemplazada por la Operación Nurnberg, un plan de contingencia más realista. Ahora bien, pudimos cotejar documentos originales de archivos alemanes en donde se comprueba que la operación Gisela había nacido meses antes, incluso de forma improvisada, tachando el nombre Ilona y escribiendo Gisela a mano en la orden inicial manuscrita.
Este parte cotejado y que por vez primera transcribimos lleva la fecha del 15 de julio de 1942, en el marco de la gran ofensiva alemana de verano, antes de los grandes golpes que va a recibir el Heer en el otoño. Son las instrucciones dadas por el comandante en jefe del oeste el mismo día que la operación Antón, planificando la ocupación total de Francia, que sí se llevó a cabo en noviembre.
Recordemos que el 10 de marzo de 1942 es nombrado Comandante en Jefe del Ejército Occidental y del Grupo de Ejércitos D Karl Rudolf Gerd von Rundstedt (Aschersleben, 12 de diciembre de 1875 – Hannover, 24 de febrero de 1953) que alcanzó el rango de Mariscal de Campo (Generalfeldmarschall), y uno de los mejores generales de la Wehrmacht.
En el caso español en la primera página de la orden (Oberbefehlshaber West) se establecen «las medidas a adoptar por el Ejército, la Aviación y la Marina de Guerra en caso de un ataque enemigo a la península Ibérica», la operación Gisela (Der Deckname dafurt ist Gisela). Aparece mecanografiado por parte del comandante en jefe alemán del grupo de ejército D (Oberkonmando Heersgruppe D) el nombre operación Ilona, pero tachado, y escrito a mano «Gisela»; porque Galicia (G) marcaría la meta, el objetivo final (Ziel).
También se hace referencia a que se da continuidad a una orden del fuhrer del 11 de enero de 1940 (fuhrerbefehl vom 11.1.1940), para un plan operativo que llevaría a la ocupación de norte español hasta Vigo (objetivo central, con importante colonia alemana y de colaboradores nazis) en 9 o 10 jornadas, movilizando el Heersgruppe D (AOK: 1 mit Gen. Kdo LXXXIII, 7 Ps. Div, 6 Ps. Div, 15 I.D.).
Se indica claramente que el objetivo primero de Gisela son los puertos cántabros y gallegos (noordspanischen hafen) partiendo de los Pirineos y de la costa francesa. Dice la orden en la primera hoja: «el objetivo de la operación es el paso de los Pirineos como preparación para las operaciones posteriores, y la ocupación de la costa francesa del Atlántico, para desde allí tener acceso a los puertos del norte español».
Convertir Galicia en base aérea
Vemos pues que Hitler ya empieza a temer en julio un descalabro en África y con ello la posibilidad de un ataque masivo contra el sur de Europa e incluso frena el entusiasmo de algunos generales con los éxitos de la primavera del 42. Según Hitler, el avance aliado podía realizarse a través de Italia, los Balcanes o la península Ibérica.
De hecho su enemigo está movilizado y tiene efectivos, ese año los ingleses efectuarán desembarcos fracasados en Saint Nazaire y Dieppe, con cientos de barcos y miles de soldados, por lo que se empezó a levantar por los alemanes la muralla del atlántico en la costa francesa, contemplada en Gisela. La caída de España supondría para el rival asegurar las líneas de abastecimiento aliadas hacia el Mediterráneo, convertir Galicia y el Cantábrico en bases aéreas y navales para atacar Francia.
Hitler ordena actualizar el antiguo plan Ilona sobre España (y vemos en el documento que solo se tacha el nombre), pero no tiene efectivos para un proyecto de esta dimensión por la situación en África y Rusia, que se agravará. Hitler estaba seguro de tener que contar con la resistencia española, y expresamente declaró al almirante Raeder su temor de que las guerrillas cortasen las líneas de abastecimiento de sus tropas en caso de una penetración en la Península.
La Operación Gisela
Según vemos en la instrucción citada, que repito es del 15-7-1942, Hitler ordenó que las reservas alemanas en Francia estuvieran dispuestas para la operación Gisela y concretamente que el Mando Supremo del Oeste, sobre la base de la 7ª, División Acorazada, organizase una fuerza independiente que pudiera comenzar está operación, el Heersgruppe D. Dispuso igualmente un estudio de los pasos de los Pirineos, previendo la destrucción de las comunicaciones y un despliegue defensivo sobre la zona montañosa de frontera.
En noviembre, cuando la amenaza aliada sobre el sur es real, tiene lugar otra reunión Hitler-Raeder para tratar de Gisela. El 22 de diciembre de 1942, el almirante Raeder, en una cena con Hitler, convenció a éste de que la amenaza de los aliados contra España era cada vez más probable, que en caso de su ocupación, además de todas las ventajas ya reseñadas, privarían a la industria alemana de importantes minerales (volframio gallego sobre todo) y que una línea defensiva en los Pirineos era algo inútil para evitar todos estos males (Revista Ejército, 1964).
Una nueva directiva del OKW ordenaba al Mando Supremo del Oeste el estudio y la actualización de la operación Gisela para asegurarse los puertos del norte de España y la ocupación de una importante zona de la Península, con la consiguiente fortificación para impedir su asalto por los aliados. En el supuesto de un desembarco aliado en el oeste y sur de la Península, se pensaba en la ocupación de amplias zonas en el norte para preparar la ofensiva y desalojar nuevamente al enemigo, ahora con mayores medios asignados.
Planes de actuación
Se movilizaría el Primer Ejército, pero esta vez con dos Cuerpos de Ejército, el 86 y el 87, en lugar de uno solo, y reservas compuestas de cuatro Divisiones e importantes medios de fuego. Las Fuerzas Terrestres, debían penetrar rápidamente por los pasos del Pirineo occidental, como en la operación Ilona, pero sin detención alguna habían de dispersarse para ocupar la costa norte hasta Vigo, y penetrar hacia el Sur hacia Vitoria y Valladolid, en lugar de limitarse a Santander y Pamplona como en el plan anterior.
Estaba previsto que, considerando día D el de la iniciación del paso por la frontera, Vigo fuera alcanzado por una División de Infantería el día D+8. Ya en el plan de julio se hablaba de 9 a 10 días. Se basaba en una rápida y profunda penetración inicial, la blitzkrieg, pero solo contaba con una División Acorazada y otra de Infantería Blindada.
Por supuesto se usarían las Fuerzas Navales y la Fuerza Aérea número 3, que dispondrían de bases en nuestro territorio, como las navales en Ferrol o Vigo y las aéreas en Santiago y Lugo; en donde ya operaban los alemanes de forma encubierta. Las Fuerzas Navales seguirían el avance terrestre a lo largo de la costa cantábrica, apoyándolo mediante la ocupación de los puertos marítimos, con su puesta en servicio con personal alemán y abastecimientos por vía marítima, si fueran necesarios.
Las Fuerzas Aéreas, organizadas en la Flota Aérea número 3, tendrían las misiones de reconocimiento, apoyo de fuego y protección contra las Fuerzas Aéreas enemigas basadas en Inglaterra y eventualmente en España o Portugal.
Gisela no pasó de papel. En 1942 tenía otros problemas que atender el Reich, además la estrategia contaba con la oposición de Franco y las Fuerzas Armadas Españolas. Muy importante para retrasar este plan fue la actuación de la División Azul, un elemento de geopolítica crucial. Los soldados de la Blau demostraron su valor al mando alemán, sobre todo al fuhrer, y les avisaron qué clase de soldado se iban a encontrar en España en caso de una ocupación forzosa.
Además, reforzar esta división era muy necesario en el frente ruso y Franco aguantó un año las presiones aliadas para retirarla. Hasta el 22 de enero de 1943 el Mando Supremo de las Fuerzas Armadas alemanas no aprobó los planes presentados por el Mando del Oeste, y el uno de febrero este Mando emanaba sus directivas para la operación, a realizar a los catorce días de alertarse las tropas. Mussolini el 8 de abril insistió al fuhrer en la conveniencia de la ocupación de España, aun sin esperar el ataque aliado.
El almirante Doenitz el 14 y el 31 de mayo, propone una ocupación total de España, hasta Gibraltar. Las graves pérdidas que los aliados infligían a los submarinos alemanes fue una de las causas, y de hecho 43 se habían perdido en aguas gallegas, junto a docenas de aviones. Hitler les advirtió a todos de la imposibilidad de disponer de fuerzas para una operación de tal envergadura y el 19 de abril daba carpetazo a Gisela. El 14 de junio de dicho año nacía el plan llamado Nuremberg, que consistía simplemente en la defensa de la frontera hispano-francesa sobre los Pirineos.
