Xosé Manuel Lema
El episodio vivido en el entorno de la playa fluvial de Esmorode ha superado las primeras expectativas, dejando más de un millar de truchas muertas, según fuentes consultadas.Este jueves ya han sido recogidas unos 471 ejemplares, de diferentes tamaños. Desde pocos centímetros a más de medio metro de longitud. Unos treinta kilos de peso en total.
Las restantes se continúan recogiendo, pero como explicaron agentes medio ambientales de la Xunta, con las debidas precauciones para no afectar a la vegetación ni a los lodos del río. Efectivos de Protección Civil, coordinados con los agentes, realizaron un esmerado trabajo para recuperar gran parte de los salmónidos.
Todo en un tramo del río Xallas, apetecible para la pesca y el esparcimiento. De hecho, no hace mucho que la directora xeral de Administración local, Marta Fernández Tapias estaba en este lugar para supervisar un proyecto que va a sufragar el gobierno autonómico.
Hay varias causas posibles, pero por el momento, las pesquisas no apuntan a nada. Lo que parece evidente es que la acción no fue puntual, y por estado de las truchas, todo parece indicar que el vertido, de origen desconocido, fue reiterado.
Varios ejemplares han sido llevados para analizar. Las primeras pruebas no detectaron nada anómalo en el agua. Ni en ese momento había olores.“Os vertidos é o que teñen. Salvo que sexan moi evidentes. O río correo, a auga vai diluindo e non queda rastro máis que os peixes mortos” apunta el secretario de la asociación de pesca Xallas de Santa Comba, Jorge García Duarte.
El alcalde de Santa Comba, David Barbeira, se desplazó hasta Esmorode para comprobar las labores que se estaban realizando, lamentando los hechos y esperando que las investigaciones puedan arrojar alguna luz.