Quejas vecinales por los fallos en el alumbrado público en Cariño. El Partido Popular pide una solución al alcalde.
“Y todo a media luz, crepúsculo interior, que suave terciopelo, la media luz de amor”cantaba Carlos Gardel en el tango ambientado en el barrio bonaerense de Corrientes.No hace falta ir tan lejos para ver esa oscuridad propia de la bohemia de hace décadas, pero realmente incómoda para el día a día. En el ayuntamiento de Cariño, distintas fuentes vecinales se quejan de la falta de iluminación y los fallos en el alumbrado en el mismo núcleo urbano.En diferentes calles de la localidad se sufren cortes continuos e incluso noches enteras sin luz. El problema se extiende a la parroquia de Sismundi.
El malestar vecinal ha sido recogido por la portavoz municipal del Partido Popular en Cariño, Marta María López Pena que demanda una solución al gobierno local:“Lo que estamos viviendo con las luces de estas calles es un auténtico caos que el gobierno local parece que no está dispuesto a solucionar”.
La portavoz popular califica de “inadmisible” que se destinen casi 35.000 euros al año en mantenimiento eléctrico y se viva esa situación esperpéntica.“Lo que no podemos consentir es que desde el Concello se nos diga que la empresa no da con la avería y que el alcalde se quede de brazos cruzados sin hacer nada” apunta López Pena.Los populares se quejan del “pasotismo y la dejadez” del gobierno socialista y emplazan al alcalde a buscar una solución inmediata. Porque mientras y tanto, como en el tango, Cariño sigue a media luz.